Todo apunta a que la fluida relación entre Real Sociedad y Mirandés se traducirá, nuevamente, en forma de cesiones la próxima temporada. Una de ellas podría ser la de Modibo
Sagnan. El central francés recaló en el conjunto burgalés en el pasado mercado de invierno y en Anduva están satisfechos con su rendimiento. Por ello, verían con buenos ojos la posibilidad de repetir la fórmula, esta vez desde el inicio del curso, tal y como informó ‘Onda rojilla’.
Inédito en la temporada de su estreno como realista, Sagnan se vio obligado a bajar un peldaño y buscar en Segunda los minutos que no había encontrado en la Real. A sus 21 años, logró hacerse un hueco en la zaga burgalesa con el paso de los partidos. Así, jugó 13 partidos, 12 de ellos como titular, para un total de 1.100 minutos.
Las directivas barajaron la opción de que el Mirandés sea una suerte de filial de la Real en Segunda
Una experiencia que podría servirle para dar el paso definitivo hacia la defensa txuri urdin. Adaptado a la competición y asentado en la zaga (pese a que el Mirandés cambiará de técnico tras la no continuidad de Andoni
Iraola), otra temporada en Anduva le otorgaría la oportunidad de dar un salto en su evolución, destacar en Segunda y regresar a la Real ofreciendo mayores garantías.
Más nombres
El francés no es el único nombre en la lista de realistas que gustan en Miranda. Roberto
López y Ander
Gorostidi son otros dos futbolistas muy del agrado del club burgalés, que podría ser el lugar perfecto para que ambos den el siguiente paso en sus carreras.
Martín
Merquelanz y Jon
Guridi realizarán el camino inverso y regresarán a Zubieta tras demostrar que tienen argumentos para ganarse un puesto a las órdenes de Imanol
Alguacil. En ambos casos, sus cesiones han sido sobresalientes. Los dos se enfrentaban a una temporada clave después de superar lesiones importantes. Contaron con la confianza de Andoni
Iraola en todo momento y su rendimiento fue espectacular. Regresan a la Real como jugadores de Primera a todos los efectos.
Una fórmula exitosa que ambos clubs esperan repetir en cursos venideros. De hecho, durante la comida de directivas celebrada en Donostia con motivo del encuentro de ida de semifinales de Copa, representantes de las dos entidades conversaron sobre la posibilidad de establecer un vínculo sólido entre los dos, siendo el Mirandés una suerte de la filial para la Real en Segunda. Una hoja de ruta que permitiría a los txuri urdin contar un lugar de confianza en la que sus futbolistas puedan dar el último paso hacia Primera y a los burgaleses nutrirse de jugadores de calidad. La conexión Donostia-Miranda está abierta.
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