El Mirandés remonta ante un Albacete sin pólvora

El Mirandés sumó este domingo su tercera victoria consecutiva tras remontar a domicilio a un Albacete (1-2) que sigue sin pegada y es el equipo que menos goles marca en Segunda división.

Se presentaban a esta cita dos conjuntos en buen momento, ya que el cuadro blanco llegaba tras una victoria agónica, gestada en la última acción del partido en Zaragoza, y la escuadra castellano-leonesa después de encadenar dos triunfos consecutivos en su propio estadio.

Desde que comenzó a rodar el balón se vio a un Albacete muy motivado y con pretensión de llevar la voz cantante. De hecho, lo demostró a los cuatro minutos, cuando un remate de chilena de Zozulia lo detuvo Limones a una mano, pero el esférico se quedó botando en la línea de meta y Pedro Sánchez lo envió al fondo de las mallas.

A los visitantes no les pesó mucho ir detrás en el marcador, ya que, a los diez minutos, tras un nefasta salida del meta Tomeu y su posterior mal despeje, la pelota le cayó a los pies de un Íñigo Vicente que, desde fuera del área, marcó a puerta vacía.

El Mirandés, repleto de moral, comenzó a asediar la meta albaceteña y culminó la remontada en el minuto diecinueve, tras un saque de esquina botado por Merquelanz que el central Sergio González cabeceó de inmejorable manera para superar, con un remate pegado a un palo, a un atónito Tomeu Nadal.

Los locales, aunque aturdidos por ese volteo tan rápido del marcador, trataron de equilibrarlo con varias llegadas por las bandas que no fructificaron tras sendos testarazos de Zozulia y Ojeda que no causaron peligro a la portería visitante.

También pudo caer el tercero del cuadro ‘jabato’ en una acción individual protagoniza por el goleador Marcos Andrés que el portero local evitó con una estirada al suelo, y que ilustró la peligrosidad que llevó al contragolpe el Mirandés en la primera mitad.

Desde el comienzo del segundo acto, se pudo ver a un Albacete muy ansioso por empatar, con dudas en la salida del balón, y que reclamó penalti por un agarrón a Kecojevic en el minuto 54. El VAR revisó la jugada y, al igual que el colegiado Trujillo Suárez, no lo estimó así.

Susaeta comenzó a entrar en juego, a apoyarse por el medio con Olabe y comenzaron a hilvanarse jugadas con sentido. Fue el caldo de cultivo de un tiro de Pedro Sánchez que sacó con apuros Limones.

El Albacete pudo empatar en un balón mordido que se le quedó franco a Zozulia. Sin embargo, el ucraniano no midió bien la altura y fuerza del bote y terminó sin rematar la mejor oportunidad de la que gozó en el partido (min.73).

Merquelanz, posteriormente, se llenó de balón después de un rechace dentro del área y mandó a las nubes un remate desde el punto de penalti, y el local Kecojevic tampoco acertó poco después.

Silvestre, en la recta final, dispuso de un testarazo que paró sin problemas Limones ante unos jugadores locales voluntariosos pero inoperantes en ataque.