El Mirandés sorprende al Zaragoza en La Romareda

El Mirandés aprovechó la debilidad del Real Zaragoza en su estadio para vencer por 1-2 en un partido en el que el marcador se quedó corto para sus méritos, y se llevó tres puntos que le permiten coger algo de aire en la clasificación.

El conjunto aragonés, que sumó su cuarto encuentro en casa sin ganar de forma consecutiva y al que la victoria le hubiera permitido entrar en puestos de ascenso directo, fracasó de manera estrepitosa ante un rival que fue tremendamente superior y que no le dio casi ninguna opción.

El primer periodo fue un monólogo del equipo visitante, que dominó el juego con la posesión del balón y que, de haber tenido un poco más de acierto, pudo haber llegado al descanso con el partido resuelto porque tuvo ocasiones de sobra para ello ante un Real Zaragoza tremendamente desdibujado y para el que lo mejor en los primeros 45 minutos, aunque parezca una paradoja, fue el resultado de 0-1.

En el segundo tiempo, con el 0-2, los locales jugaron a tumba abierta y consiguieron recortar distancias, pero no lograron el milagro de empatar.

El Mirandés se hizo con el balón desde el pitido inicial y el Real Zaragoza no fue capaz de recuperarlo y cuando lo hizo lo perdía con celeridad por la excelente presión del conjunto burgalés.

El equipo aragonés sufría mucho sin el balón ante un rival que lo movía con criterio y que desde los primeros instantes mostró que no acudía a La Romareda a replegarse como habían hecho sus antecesores en la visita al estadio zaragozano, sino a por los tres puntos.

De hecho, ya en el minuto 3 el meta zaragocista, Cristian Álvarez, salvó a su equipo en una gran parada a bocajarro a remate de Jon Guridi.

La segunda oportunidad visitante llegó en el minuto 18 en una contra en la que el brasileño Marcos André disparó en el área y nuevamente el meta del conjunto blanquillo volvió a salvar a los suyos.

Tanto insistió el Mirandés que logró su recompensa porque, cuatro minutos después, otra vez el jugador sudamericano dispuso de otra oportunidad que no falló y adelantó a los visitantes en el marcador.

El festival del Mirandés no acabó ahí ante un Real Zaragoza minimizado y desacertado que aún pudo haber encajado otros dos tantos en los minutos 26 y 30. El equipo de Andoni Iraola dispuso de grandes oportunidades, ambas protagonizadas por un omnipresente Marcos André, que era la pesadilla de la zaga local.

En la primera remató desviado estando en boca de gol y en la segunda cabeceó al larguero tras un centro de Alexander González.

Además, cada vez que el Mirandés sacaba una falta o un córner encogía el corazón de los aficionados maños porque se intuía el peligro ante la falta de contundencia de su equipo en ese tipo de jugadas.

El conjunto blanquillo solo creó peligro en el primer tiempo en el minuto 40 con una acción individual de Luis Suárez, cuyo disparó tocó lo justo Odei Onaindía para evitar que se colara en la meta de Jesús Reguillos Limones

Tras el descanso, el conjunto de Víctor Fernández salió con otro talante y con más corazón que ideas consiguió hacerse con el esférico y generar algo de juego, pero el Mirandés no sufría porque estaba bien situado y abortaba cualquier opción local de llegar al área con ventaja.

El conjunto aragonés acumuló hombres en ataque dejando huecos en el centro del campo, circunstancia que aprovechó el Mirandés para salir a la contra en el minuto 61 y anotar el 0-2 por medio de Alvaro Peña, que prácticamente firmó la sentencia porque, aunque el Real Zaragoza logró acortar distancias en el 74 con un cabezazo de Alberto Soro, no fue capaz de, al menos, salvar un punto ante un Mirandés que logró su primera victoria lejos de casa.