El misterio de la quinta planta del único hotel para turistas de Corea del Norte

Seguro que la primera pregunta que se te ha venido a la mente nada más leer el título es si realmente se puede ir a Corea del Norte como turista. Lo cierto es que sí, pero solo contratando el viaje con una agencia autorizada por el Gobierno de Kim Jong-un. El único hotel para viajeros de Corea del Norte es el Yanggakdo, ubicado en la capital, Pyonyang.

Antes de entrar en materia sobre qué ocurre en la quinta planta del hotel Yanggakdo, vamos a aclarar algunos puntos. El primero es que el viaje a Corea del Norte está limitado y controlado por el Gobierno. Es decir, desde que los turistas aterrizan en el aeropuerto están acompañados 24/7 por un guía local y no pueden salir del hotel por su cuenta.

Una vez en el alojamiento, en lo que más insiste el guía es en la prohibición de acceder a la quinta planta. En el ascensor ni siquiera hay un botón para ir al piso cinco y a los viajeros se les prohíbe utilizar las escaleras, así que lo lógico es pensar que la única forma de acceder a este misterioso lugar es por las escaleras.

La quinta planta del Yanggakdo Hotel

En el año 2011, Calvin Sun, un estadounidense de padres chinos, decididó arriesgarse y visitar la quinta planta del hotel norcoreano.

«No eramos el primer grupo en ir al quinto piso, ni el último. En 2011 ningún turista había sido detenido en Corea del Norte. El peso de lo que estábamos haciendo jamás se nos ocurrió». Aunque actualmente la quinta planta está terminantemente prohibida para los turistas, en 2011 no había nunguna advertencia al respecto.

Lo primero que le llamó la atención era que el espacio tenía muy poca iluminación y su aspecto era similar al de un búnker.

Casi todas las puertas estaban cerradas con llave, excepto una. En su interior había cámaras de seguridad, pantallas de televisión que parecían mostr el interior de las habitaciones y lo que parecía un equipo de vigilancia. Todas las paredes estaban cubiertas con propaganda comunista.

Por último, queremos recordar el caso de Otto Warmbier. Fue un estudiante universitario estadounidense que fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados por el Gobierno de Kim Jong-un en 2017. Le acusaron de robar un cartel de propaganda de la quinta planta del hotel Yanggakdo, en Corea del Norte. Por causas que se desconocen, un mes después de su encarcelamiento entró en coma por graves lesiones neurológicas. Murió poco después.


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