Terminada la sesión en el OVO Athletic Centre, centro de entrenamiento de los Toronto Raptors, tres jugadores permanecen en una de las dos pistas practicando tiro. Tras media hora, se va Scottie Barnes, se va Jeff Dowtin y Juancho Hernangómez se queda solo con Jon Goodwillie, uno de los asistentes del entrenador de los Raptors, Nick Nurse. Tras una intensa serie de triples con el movimiento previo del mano a mano, todos dentro, evocando aquella maravillosa secuencia de cuatro seguidos en la final del Eurobasket, Goodwillie detiene la bola para que Juancho, exhausto, tome aire. 10 segundos y sigue. Erre que erre. Quizá habrá entrenado una hora más que el resto.
“Es de los que se queda más tiempo después de los entrenamientos”, confirma uno de los trabajadores de la franquicia allí presentes. Recién aterrizado a Toronto, y a pesar de la confianza que tiene Nurse en él, apenas ha jugado 10 minutos en los seis primeros partidos de los Raptors, 7 en el ‘home opener’ contra los Cavaliers y los 3 minutos finales en el último ante los Sixers, con el choque ya resuelto. Pero lo que haga falta para cambiar las cosas.
“Es difícil entrar en la rotación, hay muchos jugadores. Pero no es la primera vez que estoy en una situación como esta. Así que a trabajar y a seguir”, respondía Juancho a MD, entre los presentes en la atención del alero a medios españoles tras el Raptors-76ers del viernes. “El otro día me preguntaban algo similar sobre Thad (Thaddeus Young). ¿Por qué no está jugando? Lo mismo se puede decir sobre Juancho”, empezaba respondiendo Nurse a MD. “Son tipos que, sin duda, podrían estar en la rotación y lo estarán. Se trata de cuándo, dónde y cómo. Depende de lo que ocurra en el transcurso de los partidos. Sin duda, lo que puedo decir es que les necesitaremos para una temporada de 82 partidos”, asegura el técnico de la franquicia canadiense, que valora el generoso trabajo tras la escena de ‘Bo Cruz’.
“Hay algo de que me gusta mantener activos a todos los jugadores y a veces algo de que ves algo en el video o el entreno que te obliga a pensar, encontrar un hueco para ellos. Hemos probado cosas similares y me gusta, no sé si a los jugadores también, no les he preguntado. Hay muchos chicos que juegan 5-6 minutos en un partido. Tienes al tío y le dices: “Tenemos esta posición y necesito que juegues muy duro. Quizás no les sirva para volver a salir más tarde, pero al menos tienen minutos. Esas tandas de 7-8 minutos se han jugado a muy buen nivel. Me gusta y también se trata de recompensarles por una buena semana de trabajo, por compañerismo y mantenerles en forma o sin que pierdan el ritmo, enchufados al equipo”, argumenta Nick Nurse. “Nick me pide que lo dé todo, que ponga energía, y que salga a ganar y a luchar”, destaca el alero de 27 años.
“No es la primera vez que estoy en esta situación, así que a trabajar y seguir”
Muy válido como ha demostrado tanto para el ’3’ como el ‘4’, Juancho, posee esa versatilidad común en todos los jugadores de unos Raptors donde manda la velocidad y la solidaridad, donde cualquiera puede coger el rebote y subir la bola, también el pívot titular del equipo, Pascal Siakam, una temporada más sólo superado por Nikola Jokic como ‘center’ de la NBA con más asistencias, con un promedio de 8,8 pases de canasta el serbio y 7,7 el camerunés. Todavía no se ha podido testar si se mantiene vigente el efecto del prolífico Eurobasket del español, MVP de la final con 27 puntos y un 7/9 en triples, si esa confianza se extenderá también a la NBA. Aunque suscribe Nurse la amalgama de virtudes exhibida por Juancho en el Europeo.
“Aporta muchas cosas, entiende muy bien el juego, es fantástico como compañero, estará en la rotación y le necesitamos. Necesitamos crear ‘spacing’ para él en el perímetro, maneja bien, rebotea, pasa, corta… Tiene nuestra confianza”, destacó el ‘coach’ de los Raptors hace dos semanas. Sin oportunidades tampoco en partidos donde han coincidido incluso bajas en el ‘3’ como las de Scottie Barnes y Otto Porter Jr., sólo Justin Champagnie ha participado de momento en menos partidos y minutos que Juancho -dos choques y 5,2 minutos de media-, con un encuentro y 3,2 minutos.
El alero no ha acusado sólo una cierta falta de oportunidades en la NBA -sobre todo el año pasado, con paso por Celtics, Spurs y Jazz-, sino también de fortuna, ya que la pandemia fue a interrumpir en 2020 al mejor Juancho. El español promediaba esa temporada 13 puntos y 7,3 rebotes en 29 minutos con Minnesota Timberwolves con un excelente porcentaje sobre todo en los triples, con un 42% con un alto volumen de lanzamientos, 5 tiros por partido. Igualmente, ha tenido el alero otros lapsos de tiempo donde ha refrendado lo mucho que puede hacer con poco, como su paso por Utah el curso pasado, registrando y 6,2 puntos, 3,5 rebotes, un 44% en triples con 2,8 tiros y un más-menos de +2,1 en 17 minutos. El madrileño tiene un contrato de un año totalmente garantizado a razón de casi 3 millones de dólares en los Raptors.
El incomprensible caso de Willy Hernangómez
Willy Hernangómez, tras compartir con su hermano el verano de su vida con la selección en el Eurobasket ganado hace apenas mes y medio, comparte no obstante ahora también incertidumbre. El retrato de ambos, Willy con el MVP del torneo y Juancho con el de la final, ha quedado por ahora en un mero recuerdo para la NBA.
Sin embargo, es mucho mayor e intrigante el misterio que envuelve al mayor de los hermanos. Juancho apenas acaba de llegar a Toronto pero Willy vive su tercera temporada en unos New Orleans Pelicans en los que tiene ascendencia en el vestuario y en los que reivindicó máxima eficiencia la pasada campaña para cuajar su mejor año en la mejor liga del mundo con 9,1 puntos, 6,8 rebotes y un 52% en tiros de campo sin alcanzar los 17 minutos de juego.
Aparte, demostró ser élite en transición, ya que fue el décimo jugador de toda la liga con más puntos por posesión (1,52), tercero si se tienen en cuenta los jugadores con un mínimo de 50 partidos jugados. Willy también fue el decimoquinto mejor reboteador con un 19,4% de capturas cogidas, el octavo si se tienen en cuenta sólo aquellos que participaron en un mínimo de 50 encuentros. Un hombre de banquillo de primer nivel apto para la titularidad.
Pero las alabanzas de Willie Green siguen sin corresponderse con la realidad y el pívot de 28 años sólo ha saltado a la pista en dos de los seis partidos jugados hasta ahora por los Pelicans con una media de 7 minutos con 2 puntos y 4,5 rebotes. Si el notable rendimiento de la pasada temporada regular no convenció a Green para confiar en él a la hora de la verdad -sólo 2 minutos entre el Play-In contra los Clippers y los seis de la primera ronda de play-offs ante los Mavericks-, el fenomenal Eurobasket también pasa por alto de momento para el técnico del equipo de Luisiana. No así para otros equipos NBA, ya que Willy aseguró hace tres semanas en una entrevista con EFE que su Europeo ha suscitado el interés de varias otras franquicias, aunque él de momento piensa en los Pelicans, con los que tiene contrato hasta 2024 a cambio de unos 7,2 millones.
El retorno de Zion Williamson -y al máximo nivel-, también ha aumentado la competencia en la rotación interior para Willy, el último en minutos del equipo si no se tiene en cuenta a Dereon Seabron -sólo un minuto hasta ahora-, a caballo entre los Pelicans y su filial en la G-League, Birmingham Squadron. Larry Nance Jr. y Jaxson Hayes están por delante como suplentes de Jonas Valanciunas, el pívot titular.
Willy todavía no había jugado ni un minuto a estas alturas el año pasado y luego entró en la rotación
Willy Hernangómez superó con claridad a Valanciunas en su duelo de octavos de final en el Europeo -21 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias en 22 minutos frente a 5 tantos, 6 capturas y ningún pase de canasta del lituano-, y, más allá, de ese caso concreto, las estadísticas dicen que ambos están muy a la par. La temporada pasada -no se puede tener en cuenta esta con lo poco que ha jugado Willy-, extrapolando las cifras a 48 minutos, la duración de un partido, Valanciunas fue ligeramente mejor que el español en puntos (28 – 26), tiros de campo (54% – 52%) y asistencias (4,1 – 3,6). Pero Willy, el mejor reboteador del equipo, le superó en capturas (19,3 – 18), pérdidas (2,9 – 3,8) y robos (0,9 – 1,2). El aspecto en el que el lituano es mucho mejor es en los triples, un 36% frente al 33% del español pero con muchos más lanzamientos (3,4 – 0,7).
En cualquier caso, ambos están muy igualados y así lo dice también los ratings ofensivo y defensivo -puntos anotados y recibidos cada 100 posesiones-, con un 114,8 y 115,3 para los Pelicans cuando juega Willy y un 113,3 en ambos para el equipo de Green con el lituano en cancha. Por otra parte, también es evidente la superioridad de Hernangómez, 26 puntos, 19 rebotes y 3,6 asistencias por encima de Nance Jr. (17,4 tantos, 10,3 capturas y 2,1 pases de canasta) y Hayes (22,5 puntos, 10,8 rebotes y 1,5 asistencias). Así que todo parece deberse a una cuestión de gustos para el entrenador de los Pelicans.
Pero, por mucho que el invierno haya llegado de golpe tras un idílico verano, Willy -que el año pasado no había jugado ni un minuto a estas alturas-, siempre acaba floreciendo. Y Juancho sabe que los Raptors es sitio de verano perenne para los españoles. Ahí están los casos de Jorge Garbajosa, de José Manuel Calderón, de Marc Gasol y Serge Ibaka con el anillo de 2019. “Es una ciudad que se adapta bien a los españoles”, admite el mediano de los Hernangómez. En Toronto, aunque pueda hacer mucho frío, siempre acaba saliendo el sol. Y también puede salir para Juancho.