Hay días en los que te sale absolutamente de todo y que hagas lo que hagas, estás destinado a triunfar. Uno de esos días es el que vivió Pierre Gasly en el GP de Italia de F1 2020, donde logró su primer triunfo en la Fórmula 1 al volante de un Alpha Tauri. Sin desmerecer su trabajo para lograr la victoria, con un gran final de carrera en el que no desfalleció ante la incesante y asfixiante presión de Carlos Sainz, hay que destacar la enorme suerte que le acompañó durante toda la carrera, clave en su domingo perfecto.
Pierre rodaba décimo antes de que todo cambiara, sin opciones de luchar por el triunfo. Sin embargo, la estrategia de entrar antes a boxes le sirvió para, de un instante a otro, encontrarse en puestos de pelear por el triunfo. El hecho de que el pit lane estuviera cerrado en las primeras vueltas de ‘safety car’ tras el abandono de Magnussen impidió que el resto entraran a boxes y ello le hizo ganar muchas posiciones. Además, le quitó de en medio a Lewis Hamilton, sancionado por entrar a boxes cuando estaba prohibido. Si no hubieran cerrado el pit lane, Gasly se hubiera visto perjudicado porque todos sus rivales hubieran realizado un pit stop gratis. Pero de esta manera, se colocó en la tercera posición tras un Hamilton que iba a ser sancionado y un Stroll al que no tardaría ne pasar.
Y por si fuera poco, la bandera roja que se mostró un poco después por el accidente de Leclerc era la guinda a su pastel, puesto que le permitía quitarse los neumáticos duros y poner los medios para imprimir un ritmo con el que podía ganar.
Todo eso sucedió en 7 giros. Gasly no se lo podía creer. De un momento a otro, pasó de pensar que había perdido sus opciones de puntuar al ver que el coche de seguridad salía a pista justo después de su parada, a ver como se le abrían las puertas del cielo.
Pero antes de que todo esto ocurriera, hubo un instante en el que todos los sueños que cumplió ayer se podían haber desvanecido.
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Fue en la salida de la carrera, cuando peleaba en la décima posición por encontrar un hueco para entrar en la primera chicane del trazado italiano. Ahí, Alex Albon, que salía noveno, tras un mal arranque le dio un golpe con su rueda trasera derecha en la rueda delantera izquierda de Gasly. El impacto no fue para nada flojo, pero en esta ocasión, la suerte acompañó al francés, que pudo continuar sin problemas tras un toque que bien le pudo costar un pinchazo, un contratiempo en la suspensión o incluso una rotura de alerón delantero. Pero nada de eso, ayer Gasly estaba tocado por una varita mágica. Ganó de forma merecida tras lo mucho que sufrió en el último año. Pero lo hizo con suerte, muchísima suerte.
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