La noticia del apuñalamiento de Pablo Marí recorrió el mundo entero en la tarde de ayer. El defensa español fue herido en un centro comercial en las afueras de Milán, y su equipo, el Monza de Berluschoni, ha pedido que se aplace el partido de este fin de semana.
“El equipo está conmocionado, hemos pedido a la Liga el aplazamiento del partido contra el Bolonia del lunes”, comentó a la salida del hospital Adriano Galliani, consejero delegado del Monza.
El defensa ha sido operado hoy para tratar de reducir el daño muscular causado tras haber sido apuñalado en la espalda.
El consejero también ha comentado que: “si no tuviera músculos de atleta, probablemente el cuchillo se habría hundido”, asegurando que según los médicos, si no hubiera tenido su físico de deportista, el apuñalamiento hubiera llegado al pulmón.
Marí estará fuera de los terrenos de juego al menos 2 meses, por lo que no podrá ayudar a sus compañeros hasta después del parón mundialista. “Tenemos un vestuario cohesionado y unido, donde todos son amigos”, asegurando que “anoche todos lloraban. Pessina lloró durante media hora…”.