El motivo por el que debemos salar las berenjenas antes de cocinarlas

Si deseas poder cocinar unas ricas berenjenas rebozadas, al horno o también usarlas para hacer unas berenjenas a la parmesana por ejemplo, siempre es necesario realizar un proceso que se conoce como «purga» y que consiste en echarles sal, pero ¿por qué motivo? Descubre a continuación, el motivo por el que debemos salar las berenjenas antes de cocinarlas.

¿Por qué salar las berenjenas?

Ricas en vitamina C y fibra, las berenjenas son muy nutritivas y nos ayudan a mantener una dieta sana y equilibrada. Sin embargo, también contienen una sustancia, la solanina , que es utilizada por la planta para defenderse de hongos e insectos. Es precisamente de esta sustancia de la que depende el sabor amargo de las berenjenas y dicho sabor debe ser eliminado antes de que nos pongamos a cocinarlas. De no hacerlo no podremos comerlas ya que notaremos ese amargor que puede ser bastante desagradable.

Salar las berenjenas para quitarles el amargor

Purgar o salar las berenjenas para eliminar el amargor es algo sencillo, aunque debes seguir una serie de pasos para que te salga bien. Lo que tienes que hacer es lavar, cortar la parte superior de las berenjenas y cortarlas en rodajas no muy finas a lo largo o a lo ancho. También puedes cortarlas en cubos o tiras. Si quieres las puedes pelar.

Coloca una primera capa de berenjenas en un colador y espolvorea una cucharada de sal fina uniformemente. Proceder de la misma manera hasta agotar todas las berenjenas. La sal debe ser espolvoreada en cada capa de berenjena.

Coloca un peso como por ejemplo un plato encima de las berenjenas y las dejas reposar durante unos 40 minutos o 2 horas si tienes más tiempo disponible. Las berenjenas perderán el líquido vegetal.

En este punto, lava bien las berenjenas y luego escúrrelas bien con las manos para quitarles más agua. Ahora Las berenjenas están listas para hacer cualquier receta que te apetezca hacer.

Remojar las berenjenas en agua y vinagre

Además de la técnica de la sal para eliminar el amargor de las berenjenas, existe otra que consiste en remojarlas en un poco de agua y vinagre. Para ello, debes lavar bien las berenjenas pasándolas por agua corriente fría. Con un cuchillo afilado, quita la base y la tapa de la berenjena.

Puedes decidir cortar la cáscara o dejarla. Esto por supuesto depende tanto de tus gustos como de la receta que estés a punto de preparar. De todos modos, corta la berenjena en rodajas, de aproximadamente 1 cm de ancho, y viértelas en un bol lleno de agua fría, con dos cucharaditas de vinagre. Déjalas en remojo durante unos 30 minutos, escúrrelas y sécalas bien.


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