Ferrari tenía muchos deberes por hacer de cara a este 2023 si quería luchar por el título en la temporada de F1 que está por empezar. Se centró en resolver su peor degradación de gomas con la perfección de su concepto de coche, pero a su vez, el departamento de motores tenía uno de los trabajos más importantes y cruciales: debía mejorar la fiabilidad del propulsor. Y antes del comienzo de la temporada, el optimismo es enorme. Si hace un tiempo fue Günther Steiner, jefe de Haas, equipo cliente de motores de Ferrari, el que aseguraba que el anterior jefe de Ferrari, Mattia Binotto, le había dicho que “el motor de 2023 será la bomba”. Ahora, a menos de una semana del inicio del test de pretemporada de F1 (del 23 al 25 de febrero), a MD le llegó una afirmación similar por parte de una fuente cercana al equipo: “El motor que ha hecho Ferrari para este año es una bomba”. Se refiere al rendimiento que podrá tener el propulsor italiano, que el año pasado no pudo ser utilizado al máximo debido a su fragilidad.
El año pasado, en los test, MD ya avisó que la principal preocupación de Ferrari estaba en la posible fragilidad de su motor. Se mostraban contentos con el coche y las fuentes consultadas por este diario apuntaban únicamente hacia esa preocupación. Se confirmaron ambas cosas: el coche era muy rápido, dominador de inicio. Pero los contratiempos de motor acabaron llegando.
La explicación era sencilla. De hecho, era un escenario previsible. El año pasado la FIA obligó a congelar los motores hasta los nuevos propulsores de 2026. Es decir, ya no se pueden mejorar . Solo se puede hacerlo bajo permiso expreso de la FIA, tras una aportación de documentos y pruebas de que el motor sufre problemas de fiabilidad.
Conscientes de eso, equipos como Ferrari, que partían en desventaja en cuanto a rendimiento de su propulsor en relación a Mercedes o Red Bull, metieron toda la carne en el asador y priorizaron la búsqueda de rendimiento y caballos por delante de la fiabilidad. Para mejorar la durabilidad del propulsor ya habría tiempo, pero para ganar potencia directa había una fecha límite clara. O se hacía antes, o ya no se lograría.
Era previsible pues que al buscar caballos a destajo, el motor de Ferrari pudiera sufrir mayores problemas que otro año. Y ocurrió, algo que les impidió exprimirlo y usar mapas más conservadores durante el curso. Formaba parte de un riesgo más que calculado que les podía hacer perder un año si la unidad de potencia fallaba, pero que les podía venir muy bien para cursos venideros cuando encontraran la fiabilidad que faltaba.
Aún bajo la dirección de Mattia Binotto, experto especialista en motores, Ferrari trabajó durante la segunda parte de la campaña pasada en mejorar la fiabilidad del motor, algo que se vio con la llegada de una nueva parte eléctrica en la parte final del curso que debía marcar el camino a seguir hacia este nuevo motor de 2023.
Satisfacción con el duro trabajo en el motor
Durante el invierno, el departamento de motores de la Gestione Sportiva continuó con su enorme tarea, hasta llegar a este punto, la previa al inicio de una pretemporada que el equipo afronta con mucho optimismo.
“Está muy trabajado. Este coche va a ganar carreras, seguro”, dijo otra fuente a este diario el día de la presentación de Ferrari, en Fiorano, con una sonrisa. Y en el evento, al margen de los cambios de diseño, destacable fue el optimismo del equipo en relación a la fiabilidad del motor. “Espero que nos permita empujar más”, dijo Leclerc. “El equipo ha hecho un gran trabajo con el motor”, dijo el nuevo Team Principal, Frédéric Vasseur, remarcando los problemas que el equipo tuvo el pasado año con la unidad de potencia y el esfuerzo que hizo el departamento de motores para solventar cualquier contratiempo.
Ferrari necesitaba entre otras cosas, mayor velocidad punta en recta, algo que se consigue con un mayor motor y una menor resistencia al aire. Han trabajado en ambas direcciones. Se desconoce el paso adelante que haya podido dar Red Bull con su nuevo coche y las primeras pistas se verán en los test de pretemporada, antes del inicio del fuego real en la primera cita de Bahrein. Lo que está claro es que si la mejora de la fiabilidad del motor de Ferrari es tanta como se cree, ello permitirá exprimir mucho más el motor con mapas más agresivos, encontrando indirectamente más caballos que el pasado año. Se desbloqueará así potencia que el pasado año no se podía usar. Una “bomba” que intentará dinamitar el dominio de Red Bull.