La Tierra es el tercer planeta del sistema solar, y el único que alberga vida. Se formó hace 4.550 millones de años, y la formación del planeta se prolongó durante 20 millones de años. Se trata de un planeta rocoso, con un núcleo de metal líquido y una superficie sólida. El movimiento de las placas tectónicas es vital para que exista vida en la Tierra.
Existen 14 placas principales y 46 secundarias. Las principales son las siguientes: placa norteamericana, placa sudamericana, placa del Pacífico, placa africana, placa australiana, placa euroasiática, placa caribeña, placa antártica, placa de Nazca, placa de Cocos, placa arábiga, placa filipina, placa de Juan de Fuca y placa de Scotia.
Se diferencian dos tipos de placas tectónicas, en función de la clase de corteza terrestre que las forma:
- Continentales: se componen en su mayor parte por corteza continental, y el resto de su composición es corteza oceánica. La mayoría de las placas tectónicas de la Tierra son de este tipo.
- Oceánicas: están formadas por corteza oceánica, la cual tiene muy poco grosor y está compuesta en mayor proporción por hierro y magnesio. Están completamente sumergidas en los océanos.
Placas tectónicas: por qué se mueven
La teoría de la tectónica de placas es un estudio que explica la composición de la litosfera a base de placas teniendo en cuenta la dinámica terrestre. Es importante saber que estas grandes porciones de masa se desplazan unas respecto a otras y en todas las direcciones a una velocidad de 2,5 centímetros al año. Una actividad continua que puede generar movimientos sísmicos de diferentes rangos.
La formación de las placas está relacionada con las corrientes del interior del manto, un lugar en el que se generó la litosfera hace millones de años. Esta capa tiene otras muchas por debajo que se encuentran en movimiento.
Por este motivo, la constante actividad de las mismas se enmarca como un ciclo sin fin. Este incesante vaivén sobre el que se sitúan las placas recibe el nombre de astenosfera, siendo la causa del movimiento de las mismas las corrientes que se producen en su interior.
¿Cuáles son las consecuencias?
Los movimientos de las placas tectónicas dan lugar a un gran número de efectos, sobre todo en los bordes de las mismas.
La principal causa de un terremoto es el movimiento de las grandes placas tectónicas. Depende de cual sea la intensidad del mismo, el fenómeno sísmico puede alcanzar unos rangos u otros produciendo más o menos daños.
En el proceso de obducción de las placas con límites convergentes, estas chocan entre sí, produciendo distorsiones y pliegues en los bordes. El resultado es la formación de montañas.
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