Las reacciones tras la muerte de Desmond Tutu han llovido de inmediato desde casi todos los rincones del mundo. El activista y célebre arzobispo anglicano de Sudáfrica, convertido en un símbolo de la lucha contra el racismo sobre el que se asentaba el apartheid, falleció a los 90 años en la mañana de este domingo. El anuncio oficial lo hizo el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, que lo ha considerado un “patriota sin igual” y alguien de “una inteligencia extraordinaria”. Su desaparición, añadió, “supone un nuevo capítulo en el adiós de nuestra nación a una generación de africanos excepcionales que nos han legado una Sudáfrica liberada”.
Es “un hombre que ha entregado su vida a la libertad con un compromiso profundo con la dignidad humana. Un gigante que se levantó frente al apartheid”, dijo Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. El primer ministro británico, Boris Johnson, expresó en Twitter su profunda tristeza y destacó su figura como “esencial en la lucha contra el aparheid”. Su lucha en favor de la “reconciliación” permanecerá en “nuestra memoria” tras su combate por los derechos humanos y la igualdad, destacó el presidente francés, Emmanuel Macron. El expresidente estadounidense Barack Obama se refirió a él como “un mentor, un amigo y una brújula moral”, alguien no solo preocupado por la injusticia en su propio país sino en todas partes.
Desde el Vaticano el Papa Francisco envió un telegrama en el que destacó del premio Nobel de la Paz su “servicio del Evangelio, mediante la promoción de la igualdad racial y la reconciliación en su Sudáfrica”. El líder espiritual de la iglesia anglicana y arzobispo de Canterbury, Justin Selby, subrayó que “en los ojos de Desmod Tutu, tenemos el amor de Jesús. En su voz, la compasión de Jesús. En su risa, la felicidad de Jesús. Era bueno y valiente”. El Dalai Lama, amigo del fallecido, comentó por su parte que Tutu era “un gran hombre que ha tenido una vida llena de sentido” y “enteramente al servicio de sus hermanos y hermanas”.
Varios líderes africanos, como el presidente namibio, Hage Geingob, o su homólogo de Kenia, Uhuru Kenyatta, enviaron también mensajes de pésame y describieron a Tutu como un “héroe” y un “símbolo de la resistencia frente a la adversidad” y de “optimismo” frente a la “desesperanza”, informa la agencia Efe.
“Su contribución para hacer frente a la injusticia, a nivel ocal y global, solo se ven igualados por la profundidad de su pensamiento”, destacaron desde la Fundación Nelson Mandela, el expresidente sudafricano que también se convirtió en un icono de la lucha contra el racismo en ese país. “Un verdadero gigante sudafricano nos ha dejado hoy, pero su espíritu permanecerá en nuestro esfuerzo continuo por levantar una Sudáfrica unida, exitosa y sin racismo para todos”, aseguró John Steenhuysen, líder de la formación opositora Alianza Democrática.
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