La cumbre de la OTAN celebrada en Madrid ha dejado cambios de calado en las relaciones internacionales. La guerra de Ucrania ha devuelto a la Alianza su liderazgo y la unidad ante una amenaza clara: Rusia. Ese desafío se ha plasmado en el concepto estratégico, el documento que define la estrategia militar de la organización para los próximos 10 años, que se ha aprobado en la capital española en un clima con aires de Guerra Fría. “La diferencia es que hay una competición geopolítica de fondo con China y con Rusia, que va detrás y se superpone a la actuación militar con Rusia en el flanco oriental”, reflexiona en este vídeo Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano. “Esa situación de competición geopolítica no se daba durante la Guerra Fría, donde existían relaciones de cooperación y no solo de competición geopolítica”.
Este contexto, según Arteaga, es una de las claves del horizonte al que se dirige la Alianza. También cómo afrontará China su señalamiento como una de las preocupaciones para los Estados miembros. “China debe tomar nota de que se le considera como un rival sistémico de la OTAN y que si no corrige ese comportamiento se va a tener que enfrentar a la acción conjunta de los aliados y sus socios”.
En este vídeo, Arteaga analiza también el aumento de la presencia militar de Estados Unidos en Europa, la ampliación de la OTAN y los desafíos que hayan podido quedar en un segundo plano por la urgencia de la guerra de Ucrania.
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