Desde fuera parece el mismo museo que abrió en 1990. Por dentro, todo ha cambiado menos el Guernica. Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, ha dedicado el último año a replantear la colección permanente en las cuatro plantas del edificio Sabatini y las dos del Jean Nouvel, inaugurado en 2005. El resultado es una nueva conversación entre artistas, investigadores, historiadores y el público que no se producía desde 2010, última reordenación de la pinacoteca. Un museo público, explica el director, “debe tratar de aportar las herramientas para que entendamos mejor la época en la que vivimos. Nuestra misión es intentarlo desde la cultura, en concreto el arte”.
Desde el pasado marzo, el Reina Sofía ha presentado en varias etapas lo que ha denominado los capítulos de la recolocación. El recorrido sigue ahora un orden más temático que cronológico. Algunos artistas salen para dejar espacio a otros, con especial presencia de las mujeres. “Hay una paridad absoluta en la parte contemporánea. En la histórica ha sido más trabajoso conseguirlo”, confiesa el responsable. Se abren 21 nuevas salas, más de 2.000 metros que conforman casi un museo dentro de otro museo y que permitirán que la narración artística del Reina Sofía llegue casi hasta la actualidad.
Les guiamos por el nuevo Reina Sofía en un viaje artístico que comienza en 1881 y termina con la pandemia del coronavirus. Tienen dos opciones para hacer el recorrido. La primera: seguir su instinto y usar la misma brújula con la que se guiaron en los libros de Elige tu propia aventura. Para ello EL PAÍS les ayuda con un recorrido por plantas en el que se mezclan estilos y fechas.
La segunda, pueden optar por la fórmula más clásica, la del orden cronológico. En este caso, empiecen en la planta 2 del edificio Sabatini dedicada a las vanguardias hasta terminar con el Guernica; sigan por la planta 4 del mismo edificio para conocer la etapa del exilio y la autarquía; bajen después a la primera planta de Nouvel donde encontrarán a los artistas latinoamericanos; y terminen su viaje por el presente más inmediato en la planta baja de Nouvel (años ochenta), la baja de Sabatini (años noventa) y, para finalizar, la primera de Sabatini (actualidad).
Planta 0. Nuevo espacio con la obra de los años noventa, artistas institucionalizados y contracultura posmoderna
Nuevo espacio para la coleccción del museo de 2.000 m2. Comienza en los años noventa.
Obras de los ochenta españoles e internacionales
Galería Fernando Vijande
Saura, Tàpies, Chillida,
Vicente y Guerrero
Miquel Barceló. Nu pujant escales, 1981
Nuevo espacio para la coleccción del museo de 2.000 m2. Comienza en los años noventa.
Obras de los ochenta españoles e internacionales
Galería Fernando Vijande
Saura, Tàpies, Chillida,
Vicente y Guerrero
Miquel Barceló. Nu pujant escales, 1981
Nuevo espacio para la coleccción del museo de 2.000 m2. Comienza en los años noventa.
Obras de los ochenta españoles e internacionales
Fontcuberta, Ouka Lele, Pérez
Mínguez, Renau, Cualladó y otros
Galería Fernando Vijande
Saura, Tàpies, Chillida,
Vicente y Guerrero
Miquel Barceló. Nu pujant escales, 1981
Planta 0. Nuevo espacio con la obra de los años noventa, artistas institucionalizados y contracultura posmderna
Nuevo espacio para la coleccción del museo de 2.000 m2. Comienza en los años noventa.
Obras de los ochenta españoles e internacionales
Saura, Tàpies, Chillida, Vicente y Guerrero
Galería Fernando
Vijande
Fontcuberta, Ouka Lele, Pérez
Mínguez, Renau, Cualladó y otros
Miquel Barceló. Nu pujant escales, 1981
Edificio Sabatini 0
En este espacio que se abrió como hospital en 1788, poco después de morir su impulsor, Carlos III, echó a andar en 1986 el centro de arte que mutaría cuatro años después en museo nacional. Desde 1992 se había dedicado a servidumbres como carpintería, reprografía o almacén de material de oficina y del servicio de publicaciones. Ahora vuelve a su uso original con 21 nuevas salas. Durante las obras se han demolido más de 25 muros de carga y retirado más de 200 m3 de escombros.
El evento que marca el inicio de la reinauguración de este espacio es la Exposición Universal del 92 en Sevilla. A partir de este acontecimiento, y hasta inicios de 2000, se establece un debate sobre la multiculturalidad y la apertura del mundo a otras prácticas artísticas. “Se tratan temas como la descolonización y la necesidad de plantear el modo de entender a los otros”, explica Borja-Villel. “En otras culturas, nuestros parámetros y nuestro vocabulario no tienen sentido”. Tal vez una de las mejores representaciones son las piezas de la cultura maya contemporánea que se han ubicado en esta nueva zona del museo. “Todos son artistas, hacen cosas que entendemos como arte; sin embargo, en lengua maya no hay una palabra que designe arte”. Su lenguaje tiene más bien que ver con la ecología, la curación, la no separación entre los humanos y la tierra. “Rompen esas categorías y disciplinas conceptuales que de algún modo siempre catalogan al otro como alguien que está fuera de nosotros”, prosigue el responsable del museo.
Estas 21 nuevas salas van de eso, de la limpieza de nuestra mirada desde un icono como Curro de la Exposición Universal de Sevilla hasta conseguir replantear la relación que existe entre colonialismo y violencia. “Queremos debatir si la historia puede ser reescrita o restituida en todos sus planteamientos, qué artistas lo están haciendo y sobre todo los artistas que tienen esta relación entre las dos orillas del Atlántico”.
Edificio Nouvel 0
Esta planta dedicada a los años ochenta comienza con la exposición Documenta de Kassel que comisarió en 1982 el crítico de arte Rudi Fuchs. “Es un punto de inflexión a nivel internacional y tuvo mucha importancia en este país y en esta casa, porque Fuchs fue uno de los asesores que formaron parte del Comité Científico que guió los principios de lo que debía ser el Reina Sofía”, explica Borja-Villel.
Miquel Barceló fue el artista español representado en esa exposición, al mismo tiempo que un grupo de creadores que se habían opuesto al régimen franquista adquiere una posición institucional. Por eso en estas salas se recoge el trabajo de Antoni Tàpies, Saura, Chillida y Esteban Vicente, entre otros.
Al margen de esa lectura más institucional, el Reina Sofía le ha otorgado un espacio relevante al arte que se hacía en los márgenes. “Es toda la cultura que estaba en las calles, que tenía que ver con el punk, con la contracultura, con una voluntad de unir vida y poesía”, explica el director en referencia a discos de Alaska, Glutamato Ye-ye y de ilustraciones del Rock-Ola en unas salas que se llaman Saludos a los nuevos puritanos, donde se celebra también la libertad sexual.
A mediados de los ochenta se produce un giro en esta fiesta del libre albedrío con la pandemia del sida que se representa, sobre todo, con documentos de la época. “Aparece también ‘El Manifiesto Cyborg’ de Donna Haraway, que hoy cualquier estudiante de primero de Filosofía lo mencionaría como una referencia”, dice Borja-Villel sobre el texto basado en el feminismo existencialista.
Planta 1. Individualismo, colectividad, arte producido en Latinoamérica y su relación con España
‘Éxodo y vida en común’. Recorrido en el siglo XXI. Reflexión de los artistas sobre un neoliberalismo colapsado.
Carmen Laffón. La sal, bajorrelieves.
Recorrido por el arte latinoamericano desde los años cincuenta hasta los setenta. ‘Los enemigos de la poesía: resistencias en América Latina’
Para verte mejor,
América Latina
De la sequía a las palmeras
‘Éxodo y vida en común’. Recorrido en el siglo XXI. Reflexión de los artistas sobre un neoliberalismo colapsado.
Carmen Laffón. La sal, bajorrelieves.
Recorrido por el arte latinoamericano desde los años cincuenta hasta los setenta. ‘Los enemigos de la poesía: resistencias en América Latina’
Para verte mejor,
América Latina
De la sequía a las palmeras
‘Éxodo y vida en común’. Recorrido en el siglo XXI. Reflexión de los artistas sobre un neoliberalismo colapsado.
Para verte mejor,
América Latina
De la sequía a
las palmeras
Recorrido por el arte latinoamericano desde los años cincuenta hasta los setenta. ‘Los enemigos de la poesía: resistencias en América Latina’
Carmen Laffón. La sal, bajorrelieves.
‘Éxodo y vida en común’. Recorrido en el siglo XXI. Reflexión de los artistas sobre un neoliberalismo colapsado.
Recorrido por el arte latinoamericano desde los años cincuenta hasta los setenta. ‘Los enemigos de la poesía: resistencias en América Latina’
Para verte mejor, América Latina
De la sequía a las palmeras
Carmen Laffón. La sal, bajorrelieves.
Edificio Sabatini 1
El final del recorrido en sentido estrictamente cronológico es un ejercicio de memoria reciente. Comienza con unas fotografías que recuerdan la catástrofe del Prestige frente a las costas gallegas y a partir de esta pequeña sala la misión del Reina Sofía es conversar sobre cómo el 15M —el evento cultural de 2011 para Borja-Villel— cambió la manera de entender el espacio público y condicionó muchas prácticas artísticas. “Comenzó una nueva voluntad que era social y colectiva”, opina el responsable de la institución, “el sujeto ya no era ese sujeto individual, egoísta, narcisista, resentido, que se nos había promovido desde los años setenta. Ese sujeto neoliberal”.
En estas salas se reflejan los movimientos sociales que permiten entender las últimas décadas del siglo XXI: el 8-M y la nueva ola feminista, los cambios en la política del bipartidismo y las consecuencias de la crisis de 2011 en trágicos fenómenos como los desahucios, entre otros. “Hay toda una serie de artistas que tratan de reflejar este mundo que ha colapsado, el del neoliberalismo. Se ha roto el optimismo de los noventa”. Borja-Villel pone de ejemplo el trabajo de Daniel G. Andújar que recuerda el mundo en el que la Unión Soviética cae y lo contrapone con las Torres Gemelas. “Hay un pasado en el que ya no nos reconocemos y un futuro que parece bastante incierto”, apunta el director que lo resume como “un nuevo infierno de Dante” que también muestran Jorge Ribalta, Ignacio Elías y Dora García.
El final del nuevo discurso del Reina Sofía es para Carmen Laffón, fallecida el pasado 8 de noviembre, con las espectaculares montañas blancas de las salinas de Bonanza en Sanlúcar de Barrameda, el pueblo gaditano frente al parque de Doñana donde vivía. A su lado, un grupo de piezas de Victoria Gil sobre mujeres saharauis, y otro de Joan Jonas, relacionado con su trabajo Moving off The Land.
Edificio Nouvel 1
Este capítulo, inaugurado el pasado junio, se llama Los enemigos de la poesía. Resistencias en América Latina, y muestra cómo esta región nunca fue a la zaga de Europa y Estados Unidos, sino que se convirtió en un lugar de “una experimentación extraordinaria”, en el que “importaba más lo colectivo que el individuo” y donde se mezcló “la cultura popular con la vanguardia”, en palabras del director.
En 10 salas, más de un centenar de obras, la mayoría nunca expuestas, recorren tendencias, artistas y coyunturas desde los años cincuenta hasta la dictadura de Pinochet tratando de “descentralizar el discurso que ha leído a esta región como la periferia, como le pasó a España en algún momento, y mostrar la radicalidad de las prácticas artísticas que se dieron en ese periodo”, explicaba entonces Lola Hinojosa, responsable de la colección de artes performativas, y una de las autoras de la reordenación de estos espacios, que advertía de que el museo no trata de responder a “una moda por coleccionar arte latinoamericano con criterios enciclopédicos”.
En este reportaje puede hacer una visita más exhaustiva por estas salas.
Planta 2. De las vanguardias al Guernica
‘Territorios de vanguardia.
Ciudad, exposiciones, revistas’. El espacio recorre de las vanguardias hasta el Guernica
El Madrid moderno
y el ultraísmo
La construcción de la
ciudad moderna
Barcelona,
ciudad
neutral
Alta cultura
y arte popular
La independencia
surrealista
La película La Commune (1914) es uno de los mejores testimonios de la primera revolución proletaria.
El Guernica es una clave del museo y es la única obra que no ha movido su emplazamiento. Se expone rodeado de 17 dibujos y fotografías prepratorias.
‘Territorios de vanguardia.
Ciudad, exposiciones, revistas’. El espacio recorre de las vanguardias hasta el Guernica
El Madrid moderno
y el ultraísmo
La construcción de la
ciudad moderna
Barcelona,
ciudad
neutral
Alta cultura
y arte popular
La independencia
surrealista
La película La Commune (1914) es uno de los mejores testimonios de la primera revolución proletaria.
El Guernica es una clave del museo y es la única obra que no ha movido su emplazamiento. Se expone rodeado de 17 dibujos y fotografías prepratorias.
‘Territorios de vanguardia.
Ciudad, exposiciones, revistas’. El espacio recorre de las vanguardias hasta el Guernica
El Madrid moderno
y el ultraísmo
La construcción de la
ciudad moderna
Barcelona,
ciudad neutral
Alta cultura y
arte popular
La independencia
surrealista
El Guernica es una clave del museo y es la única obra que no ha movido su emplazamiento. Se expone rodeado de 17 dibujos y fotografías prepratorias.
La película La Commune (1914) es uno de los mejores testimonios de la primera revolución proletaria.
Planta 2. De las vanguardias al Gernica
‘Territorios de vanguardia.
Ciudad, exposiciones, revistas’. El espacio recorre de las vanguardias hasta el Guernica
El Madrid moderno
y el ultraísmo
La construcción de la
ciudad moderna
Barcelona,
ciudad neutral
La independencia
surrealista
Alta cultura y
arte popular
El Guernica es una clave del museo y es la única obra que no ha movido su emplazamiento. Se expone rodeado de 17 dibujos y fotografías prepratorias.
La película La Commune (1914) es uno de los mejores testimonios de la primera revolución proletaria.
Este capítulo afecta a una de las partes más reconocibles del museo, a lo que fue la semilla de las vanguardias del siglo XX. Son unas 400 obras que surcan el territorio nacional e internacional y cuyas lindes podrían ser los personajes oscuros de Julio Romero de Torres y el momento en el que Picasso pintó el célebre Guernica, la única pieza que mantiene su ubicación. En medio, hay numerosos relatos que brotaron de las ciudades y su radical transformación industrial ensanchando el concepto de arte con una mirada al exterior que acabaría fundiéndose con manifestaciones tan populares como el flamenco.
En este apartado todo sucede en las ciudades. Los artistas se fijan en los conflictos sociales debidos a las miserables condiciones de vida del proletariado y ponen su talento al servicio de la denuncia. La fotografía y el cine viven un auge impactante que se puede ver en las series de fotografía social de los estadounidenses Lewis Wickes Hine y Paul Strand. Junto a los sobrecogedores primeros planos de los trabajos de Strand cuelga una serie de autor anónimo en la que se recogen violentas cargas policiales durante la Semana Trágica de Barcelona (1909).
Es en esta planta donde se recoge una reinterpretación del cubismo y el surrealismo pero no como “un panteón de mujeres y hombres ilustres”, advierte el director, sino desde la visión de críticos de arte.
En este reportaje de Ángeles García puede leer en detalle cómo queda este espacio.
Planta 3. Exposiciones temporales
Espacios reservados para exposiciones temporales
Belkis Ayón
(Colografías).
Hasta el 18-4-2022
El señor del secreto,
1988
Michael Schmidt
(Fotografías 1965-2014)
Hasta el 28-2-2022
Inspector municipal del
distrito de Wedding,
Berlín, 1976-1978
Pedro G. Romero
(Máquinas de trovar)
Hasta el 28-3-2022
Pedro G. Romero.
Racional/Orgánico, 2000
Espacios reservados para exposiciones temporales
Belkis Ayón
(Colografías).
Hasta el 18-4-2022
El señor del secreto,
1988
Michael Schmidt
(Fotografías 1965-2014)
Hasta el 28-2-2022
Inspector municipal del
distrito de Wedding,
Berlín, 1976-1978
Pedro G. Romero
(Máquinas de trovar)
Hasta el 28-3-2022
Pedro G. Romero.
Racional/Orgánico, 2000
Espacios reservados para exposiciones temporales
Belkis Ayón
(Colografías).
Hasta el 18 de abril de 2022
El señor del secreto, 1988
Pedro G. Romero
(Máquinas de trovar)
Hasta el 28 de marzo de 2022
Michael Schmidt
(Fotografías 1965-2014)
Hasta el 28 de febrero de 2022
Inspector municipal del distrito
de Wedding, Berlín, 1976-1978
Planta 3. Exposiciones temporales
Espacios reservados para exposiciones temporales
Belkis
Ayón
(Colografías).
Hasta el 18 de
abril de 2022
Pedro G. Romero
(Máquinas de trovar)
Hasta el 28 de
marzo de 2022
El señor del secreto, 1988
Michael Schmidt
(Fotografías 1965-2014)
Hasta el 28 de febrero de 2022
Inspector municipal del distrito de Wedding, Berlín, 1976-1978
Se mantiene como la planta dedicada a las exposiciones temporales
Planta 4. Exilio y autarquía
La hegemonía de EE UU y la Guerra Fría, las exposiciones como arma del franquismo durante el desarrollismo, la respuesta utópica latinoame-
ricana y la reivindicación feminista
Exposición Internacional
de Surrealismo en México
Latinoamérica, una oportunidad
Entrada a
partir de las
salas dedicadas
al exilio
Los encuentros
de Pamplona
de 1972
Masculinidad en el exilio
De la modernidad al desarrollismo
Josep Renau.
Pax Americana, 1962
Eduardo Arroyo.
Los cuatro dictadores,
1963
La hegemonía de EE UU y la Guerra Fría, las exposiciones como arma del franquismo durante el desarrollismo, la respuesta utópica latinoame-
ricana y la reivindicación feminista
Exposición Internacional
de Surrealismo en México
Latinoamérica, una oportunidad
Entrada a
partir de las
salas dedicadas
al exilio
Los encuentros
de Pamplona
de 1972
Masculinidad en el exilio
De la modernidad al desarrollismo
Josep Renau.
Pax Americana, 1962
Eduardo Arroyo.
Los cuatro dictadores,
1963
La hegemonía de EE UU y la Guerra Fría, las exposiciones como arma del franquismo durante el desarrollismo, la respuesta utópica latinoamericana y la reivindicación feminista
Latinoamérica, una oportunidad
Exposición Internacional
de Surrealismo en México
Entrada a
partir de las
salas dedicadas
al exilio
Los encuentros
de Pamplona
de 1972
De la modernidad al desarrollismo
Masculinidad en el exilio
Josep Renau. Pax Americana, 1962
Eduardo Arroyo. Los cuatro dictadores, 1963
La hegemonía de EE UU y la Guerra Fría, las exposiciones como arma del franquismo durante el desarrollismo, la respuesta utópica latinoamericana y la reivindicación feminista
Latinoamérica,
una oportunidad
Exposición Internacional de Surrealismo en México
Entrada a partir de las
salas dedicadas al exilio
Los encuentros
de Pamplona
de 1972
De la modernidad
al desarrollismo
Masculinidad en el exilio
Josep Renau. Pax Americana, 1962
Eduardo Arroyo. Los cuatro dictadores, 1963
Es 1939 y miles de exiliados huyen de España tras la contienda fratricida. La Guerra Civil ha terminado y no hay otra salida. Muchos encontrarán la muerte en campos de concentración europeos. Otros la tristeza, la nostalgia y la desesperación. Unos cuantos harán de la necesidad virtud y desarrollarán una carrera artística cuyos ecos les permitirán volver a su país. En la patria que han dejado, reina el fascismo y la autarquía. Este viaje al pasado reciente de la historia de España compone Pensamiento Perdido: Autarquía y Exilio.
En 16 salas, donde se exponen cientos de obras, se mira hacia atrás sin perder la vista en el presente. “La trascendencia y actualidad de la imagen del exilio republicano remite a un momento histórico y a una experiencia fundamental no solo para España y el siglo XX, sino también para el contemporáneo siglo XXI, marcado por una crisis migratoria global”, explicaba durante su inauguración en julio Rosario Peiró, jefa de Colecciones del Museo. “Es fundamental para pagar una deuda porque sabemos que un país que no conoce su propia historia está condenado a repetirla”, afirmaba Borja-Villel.
En este reportaje puedes seguir leyendo sobre la reorganización de estas salas.
Borja-Villel avanza que el mensaje final, pese a que el nuevo discurso del museo llegue hasta el covid, es de esperanza: “Ese elemento tiene que ver con la práctica artística, con algo que nos hace conocer el mundo, pero a partir de la piel, a partir de estar con los demás”.
Arte
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Créditos
Documentación: Jorge Moreno Aranda
Fuente: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Vídeo: Olivia López y Javier Marmisa
Fotografía: Víctor Sainz y Olmo Calvo
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