El Nápoles logró una importante victoria por 0-3 contra el Rangers en su visita a Glasgow como colofón a un intenso duelo en el que el veterano portero Allan McGregor a punto estuvo de convertirse en héroe cuando su equipo se quedó con diez. El equipo napolitano es líder del grupo A de la liguilla de Champions con pleno de triunfos, dos de dos.
El firme triunfo, sellado con los goles de Matteo Politano, Giacomo Raspadori y Tanguy Ndombelé, acentúa el dominio del equipo de Luciano Spalletti, líder de su grupo por delante del Liverpool, al que goleó hace una semana. Seis puntos en dos partidos acumula el Nápoles.
Arrancó el enfrentamiento con un ritmo frenético y una ocasión clara en cada área en menos de tres minutos. Así, Morelos cabeceó desviado por poco en el área pequeña un buen centro servido en la derecha por Tavernier. Y Zielinski respondió con un tiro desde la frontal que se estrelló en el palo.
Rangers: McGregor; Davis (Tillman, 82′), Sands, Goldson, Lundstram; Tavernier (Kamara, 82′), Arfield (Matondo, 73′), Jack (King, 63′), Barisic; Kent, Morelos (Colak, 73′)
Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Kim Min-Jae, M. Rui (Olivera, 77′); Zambo Anguissa, Lobotka, Politano (Raspadori, 77′), Zielinski (Ndombélé, 82′), Kvaratskhelia (Elmas, 90′); Simeone (Zerbin, 77′)
Goles: 0-1 Politano (pen.) (68′), 0-2 Raspadori (85′), 0-3 Ndombélé (91′)
Tarjetas: ROJAS: Sands (53′ y 55′) AMARILLAS: Morelos (22′), Lundstram (35′), Politano (42′), Barisic (67′), Tavernier (74′)
Árbitro: Mateu Lahoz
Espectadores: 50.000 en el Ibrox Stadium
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No bajó la cadencia del duelo con el devenir de la primera mitad, convertido en un ida y vuelta constante. Pero sí el peligro generado por los equipos en los metros finales. Pese a ello, hubo espacio para alguna oportunidad destacable más.
Por parte deL Rangers, subcampeón de la Europa League. fue Arfield quien más se acercó al gol, pero Meret se lo negó con una buena parada a mano cambiada. Y en el cuadro italiano Simeone no logró definir un mano a mano y Mari Rui mandó alto un disparo lejano.
La segunda parte comenzó por los derroteros de la inicial, con Kvaratskhelia poniendo a prueba a McGregor mediante un potente lanzamiento y Goldson generando incertidumbre con un testarazo que pasó por delante de la portería.
Llegó entonces una acción llamada a cambiar el sino del enfrentamiento. Sands, en su intento por frenar una internada de Simeone, cometió penalti y vio con ello la segunda amarilla dos minutos después de la primera.
Asumió el lanzamiento Zielinski y lo desvió McGregor, marcando en el rechace Politano. Sin embargo Mateu Lahoz mandó repetirlo por invasión de área. Los mismos protagonistas y el mismo desenlace, el arquero evitando el tanto.
Se abría un horizonte nuevo para el anfitrión, motivado por tener una vida más, y para el visitante, en superioridad numérica. Y vino para contribuir al desenlace otro penalti, este por mano de Barisic. Lo ejecutó Politano y aunque McGregor leyó sus intenciones, se quedó con las ganas de detener otro más.
Más tranquilo el cuadro napolitano, el objetivo pasó a ser no dejarse herir y aprovechar alguna oportunidad si surgía. Lo hizo en el tramo final. Raspadori, tras una excelente pared con Olivera en el balcón del área; y Ndombélé, al recoger un pase de la muerte de Nguissa tras robo de este, remataron la faena.