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El nuevo Davidovich: "No pierdo el tiempo con el móvil, hago cosas más productivas"

El nuevo Davidovich: "No pierdo el tiempo con el móvil, hago cosas más productivas"

-¡No me puedo permitir esos bajones!-, lamentaba, más desesperado que enfadado, Alejandro Davidovich dirigiéndose a su entrenador, Jorge Aguirre.

-Las dudas también están ahí, eh, ¡Vamos!-, le susurraba al malagueño en otro momento su técnico refiriéndose a su rival, en este caso Casper Ruud.

Davidovich, 4-5 abajo en el tercer set con el noruego sacando para acceder a los cuartos de final del Masters 1.000 de Toronto, se encontraba de lleno en la tan fina frontera entre la resignación y la determinación, esa que siempre cruzan a un mismo lado los mejores con un arrebato de decisión cualquiera que sea el grado de dificultad para ganar. Acabaría cruzando a ese esta vez el 37 del ranking ATP para celebrar su primera victoria contra un top-10 en pista dura y celebrar su pase a cuartos, donde le espera Mackenzie McDonald, pero sus momentos de intensa batalla interior tuvo.

Con un saque-dejada adivinado por Ruud y dos dobles faltas seguidas del malagueño, el número 5 del mundo había roto el saque de Davidovich al final del segundo set y también al principio del tercero. A eso se refería cuando se quejaba a su entrenador Alex, que no podía hacer nada ante la potencia y fiabilidad al servicio de Casper.

“Tenía dos partes. Una que le estaba diciendo a mi entrenador que qué rabia me daba terminar ese partido por una falta de fuerza entre el final del segundo set y el principio, cuando estaba más decaído. Se estaba yendo el partido, pero otra parte de mí estaba motivado, me daba mucha fuerza para seguir y a ver si lo cerraba. El no dar una bola por perdida y estar ahí presente me han dado el partido”, reflexionaba al final del choque Alejandro Davidovich.

“Tenía dos partes. Una de rabia y otra que me daba fuerza para seguir”

Se agarró Foki al encuentro y entonces llegó el tie-break, otro reñido final más en este año en el que lo ha competido absolutamente todo hasta el final contra los mejores pero mucho se le ha ido por apenas un suspiro por una mejorable gestión mental. Podrían haberse dejado agobiar por el fatal saque-dejada que le arruinó el final del desempate contra Holger Rune en tercera ronda de Wimbledon. Por el recuerdo de las cinco bolas de partido desperdiciadas contra Andrey Rublev en Dubai. Pero, con las victorias seguidas contra Alexander Zverev y Casper Ruud como prueba irrefutable, un nuevo Alejandro está emergiendo.

“Ese tipo de partidos te dan experiencia. Ha sido una batalla dura, han pasado muchas cosas (interrupción por lluvia y también atención del fisio a Foki), pero me concentré. Me sentí bien, no me sentí cansado ni física ni mentalmente. Estaba como si pudiera jugar dos sets más, como un Grand Slam. Jugar a tres sets siempre es muy duro, ganas por detalles. Ha sido una gran victoria”, resaltaba Davidovich, dos saques-dejadas en este duelo contra Ruud -uno salió bien y el otro no-, como síntoma de osadía y valentía más que de pánico, el sincero “me he cagado” con el que justificó la errónea elección de este recurso en Wimbledon.

Davidovich, lanzado tras ganar a Zverev y Ruud

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“Pero esta vez no lo he hecho en un tie-break, si no en juegos más tranquilos”, bromeaba Foki. “Partidos como los de Rublev y ese de Wimbledon te dan experiencia y vas creciendo y juegas más valiente”, argumenta Alex.

Encontró el pupilo de Jorge Aguirre esta vez el equilibrio ideal entre la valentía y el temple para poco a poco ir debilitando a Casper a través de la gran flaqueza del noruego, el revés. A menudo se trataba de tirarle a ese lado con más ángulo que potencia para evitar que se invirtiera para recuperar la iniciativa con la derecha.

A veces tan matemático es que Ruud gana todo punto en el que pegue dos golpes más con esa poderosa derecha y su ‘top spin’ como que tiene todas las de perder ante un jugador que tan duro le da como Davidovich si tiene que contestar más de dos veces con su revés. “¿Incidir un poco más en su revés? Sí, él tiene un juego muy variado, ha sido finalista de US Open y Roland Garros. Tienes que estar en todos los puntos y sí que es cierto que en el revés flojea un poco más, pero si estás en el top-5 no puedes flojear por ningún lado. Pero puede ser que (la clave) pasara por ahí, sí”, analizaba ‘Foki’.


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Pese a que el número 37 del mundo resta importancia a la debilidad de Ruud, el endeble revés es uno de los factores con más peso que explica que el noruego haya perdido las tres finales de Grand Slam que ha disputado, contra Rafa Nadal y Novak Djokovic en 2022 y 2023 y tres sets y la del US Open del año pasado en cuatro mangas ante Carlos Alcaraz.

Una debilidad explotada con precisión por un Davidovich con una capacidad mejorada para desnudar a sus rivales desde la potencia pero también la pausada lectura del juego. En conversación con la ATP esta semana, el malagueño subrayaba un cambio decisivo para su maduración como persona y jugar y que ha incidido en una mayor fortaleza mental: el hábito de leer. “Leer me ha ayudado sobre todo con las rutinas. La rutina de no perder el tiempo con el móvil, porque al final es una pérdida de tiempo y el estar haciendo cosas más productivas como leer o ajedrez. Cualquier cosa más productiva te ayuda a estar más concentrado y calmado y no agobiado con otras estupideces”, destacó Foki.

“El nivel en el tenis es cada vez más alto”

Y mientras Davidovich va abriendo libros, el cuadro se le abre también sobremanera en Toronto: ya han caído la mayoría de los top-10, fuera Stefanos Tsitsipas, el propio Ruud, Holger Rune, Andrey Rublev y Frances Tiafoe. El malagueño se va a enfrentar ahora en cuartos a Mackenzie McDonald, número 59 del mundo. Aunque lejos todavía, está la posibilidad de que se encuentre con Carlos Alcaraz en una posible final, con Daniil Medvedev como probable oponente en semifinales de vencer al estadounidense.

“McDonald ha hecho muy buena semana. Ha ganado a Raonic. Jugamos hace dos años en Estocolmo y fue una dura batalla (victoria en 3 sets para el español). Ha mejorado y será una muy buena batalla. Cada año hay más nivel, el número 100 del mundo puede ganar al 1, el nivel del tenis está mejorando, hay más chicos jóvenes que van saliendo”, dijo Davidovich refiriéndose también a las sorpresas en Toronto. Él es una de ellas tras fulminar a Zverev y Ruud pero busca dejar de serlo. Tenis tiene de sobra. Davidovich quiere confirmarse.




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