Víctor
Laguardia es uno de los pocos que se salvan dentro del muy mediocre nivel ofrecido por el Alavés en esta recta final competitivo. Pese a no ofrecer sus mejores prestaciones y haber cometido algún error importante, continúa siendo la referencia de una zaga en entredicho, donde es el único central que ronda el aprobado.
Su cara de enfado durante los encuentros refleja el sentimiento de un equipo hundido, que cruza los dedos para romper cuanto antes su serie de cinco derrotas seguidas y, por si acaso, para que Mallorca o Leganés no le alcancen en la tabla.
Aunque no en el momento mas apropiado, porque apenas queda margen de maniobra con un calendario dificilísimo, Josean
Querejeta ha decidido romper la cadena por el eslabón más débil, el del entrenador, para buscar la reacción de una plantilla a la que ha rebajado el sueldo de forma muy importante y criticado de forma severa.
Ahora, durante esta semana, el recién llegado técnico asturiano se afana en inculcar a marchas forzadas su principal ideario y, sobre todo, en levantar el ánimo de la tropa.
Ahora es muy difícil instaurar cosas tácticas, así que se ha basado en lo principal de su día y ha hecho mucho hincapié en la cuestión mental y anímica
Para ello, el pasado lunes inició un período de cuatro jornadas de entrenamiento antes de afrontar el primer Everest; la visita al Real
Madrid. “Con el nuevo entrenador tener esos días de adaptación y de preparación de las nuevas ideas de alguien que acaba de llegar es importante”, subrayó el aragonés. “Es una situación compleja, porque sólo tiene quince días para trabajar con cuatro partidos por delante. Ahora es muy difícil instaurar cosas tácticas, así que se ha basado en lo principal de su día y ha hecho mucho hincapié en la cuestión mental y anímica”, explicó.
“Equipo tocado”
El Kaiser babazorro asume la actual blandura mental de un Alavés que, en cuanto recibe un golpe, es incapaz de levantarse. “La parte mental es la que hay que trabajar”, indició con la esperanza de que el “aire nuevo” que va a insuflar López
Muñiz, “sea capaz de dar al equipo la confianza que necesita para afrontar esta mala racha y poder acabar con esta dinámica negativa cuanto antes”. “Estamos tocados por las derrotas”, asumió.
El equipo no estuvo a la altura en Vigo pero, a partir de ahí, no hemos hecho malos partidos y no hemos visto recompensa
“Los malos resultados te van minando, porque el equipo no estuvo a la altura en Vigo pero, a partir de ahí, no hemos hecho malos partidos y no hemos visto recompensa”, se lamentó.
En ese sentido, alaba la actitud del asturiano, un entrenador que “ha venido con mucha ilusión y mucha confianza”. “Es como si llevase aquí mucho tiempo y no ha necesitado a nadie que le facilite la adaptación” destacó convencido de que dicha actitud “es buena” y con la intención de “devolverle todo a base de resultados”.
“Es la hora”
Ante la gravedad de la situación, el central aragonés demanda la implicación colectiva, que nadie se eche a un lado. “Todos tiramos del carro, tenemos que ser los 25 jugadores los que tiremos para adelante”, demandó convencido de que “el aspecto mental va a ser fundamental en estos cuatro encuentros”.
Es la hora; no hay que hablar mucho más, sino actuar en el campo
Con seis puntos de renta mas el average particular frente al Mallorca y siete mas un average general mejor con el Leganés, el Alavés tiene que echar el resto ante cuatro adversarios muy complicados -visita al Real
Madrid, recibe al Getafe, juega en campo del Betis y cierra LaLiga en Mendizorrotza frente al F.C. Barcelona-. “Es la hora; no hay que hablar mucho más, sino actuar en el campo”, expresó.
Abogó por “trabajar como el equipo viene haciéndolo todos los días”. “Tenemos que entrenar y pelear con la máxima humildad y sacrificio; luego hay que demostrarlo sobre el césped, sacar resultados”, reclamó. “Ante las dificultades hay que estar unidos en el vestuario y, a partir de ahí, el equipo está preparado para romper esta dinámica”, afirmó. “López
Muñiz nos va a dar el aire fresco que necesitamos, porque para eso ha venido”, indicó.
Hasta que fue cesado, Asier
Garitano rotó de forma radical a sus pupilos, poniendo en evidencia que el Alavés no cuenta con una plantilla suficientemente profunda para tanto cambio -hasta nueve o incluso diez cambios en el once en algún encuentro-. Pese a ello, Víctor
Laguardia se ha mantenido inalterable en el eje de una defensa ahora muy cuestionada. Con un total de 495 minutos, ha sido el que más ha jugado, disputando seis de los siete duelos -cinco de ellos completos-. El único que ha jugado los siete ha sido Edgar
Méndez, pero con menos minutos -377-. Además, sólo él ha sido titular en seis compromisos.
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