El nuevo PP niega la revancha que pide Ayuso e integrará a los casadistas

El nuevo PP no quiere vencedores ni vencidos. Las palabras de Isabel Díaz Ayuso el martes ante la Junta Directiva Nacional pidiendo revancha con la expulsión del partido de quienes la hayan atacado no tiene eco en las figuras más importantes de la nueva etapa. Ni Alberto Núñez Feijóo ni la dirección temporal hasta el congreso extraordinario consideran que el PP tenga que acometer expulsiones de la dirección saliente; y en su lugar, según fuentes conocedoras de sus planes, preparan la integración de los afines al exlíder del PP. Además, tanto Pablo Casado como Teodoro García Egea serán bien recibidos en el futuro PP, que se quiere construir sin cronificar la división interna. El discurso de Ayuso no sentó bien en relevantes baronías y cosechó pocos adeptos, pero la presidenta madrileña es un puntal del nuevo PP, que nace de un acuerdo de los barones, así que están obligados a guardar equilibrios. Tras respaldar su honorabilidad, el PP no descarta abrir una investigación sobre el supuesto intento de espionaje contra ella.

Ayuso trata de marcar el paso en la formación conservadora y se resiste a dar por cerrada la herida interna por su brutal conflicto con Casado, atravesado por acusaciones de intento de espionaje y corrupción. De momento, está sola en ese objetivo, porque el nuevo PP busca pasar página cuanto antes y dejar de poner el foco en la división que lo está desangrando en las encuestas. Los mensajes de la dirección transitoria, apenas 24 horas después de la reclamación de Ayuso ante la Junta Directiva Nacional, no dejan dudas. No hay lugar para las revanchas.

El presidente del Comité Organizador del Congreso, Esteban González Pons, cortó este miércoles el paso a la líder madrileña, dejando claro que tanto Casado como su ex secretario general, Teodoro García Egea, siguen teniendo cabida en el PP en la nueva etapa. “Pablo Casado está en el futuro del PP, sin ninguna duda”, zanjó el dirigente popular en una entrevista en Telecinco enmendando la plana a Ayuso. Y añadió sobre el ex número dos de Casado: “El señor García Egea es un extraordinario político. Él va a poder elegir lo que quiera hacer, pero si quiere escuchar mi opinión, yo le pediré que no deje la política. El PP se renueva por adición, por suma, aquí hacemos falta todos, no sobra nadie”. En el entorno de Ayuso aseguran que la líder madrileña no se refirió a Casado y a García Egea, sino a “terceros o cuartos niveles”, aunque no apuntan nombres.

La dirección provisional cree que aunque la anterior cúpula se haya equivocado no hay que tirar a nadie por la ventana. Además de dejar la puerta abierta a Casado y a García Egea, la intención es integrar a casadistas, según fuentes conocedoras de los planes. De momento, la portavoz parlamentaria de Casado, Cuca Gamarra, ha asumido la coordinación general del PP durante el periodo hasta el congreso. Y hay otros dirigentes de la última etapa con buena relación con el presidente de Galicia. Este miércoles se dejaron ver en el acto de presentación de la candidatura de Feijóo dos miembros de la dirección de Casado: Ana Pastor y Jaime de Olano, ambos de origen gallego.

Feijóo tampoco está en la tesis de laminar a los casadistas, según aseguran fuentes próximas. En su entorno enfatizan que, para ganar al PSOE, el PP “tiene que estar lo más unido posible”. El presidente gallego prometió ayer integración al anunciar que se postula como candidato a liderar el PP. “Cuento con los tres presidentes nacionales. Con todos los autonómicos, y con los provinciales y locales”. Los presidentes provinciales componen el ejército que armó el ex secretario general de Casado, así que la referencia a estos cargos sugiere que Feijóo no quiere romper con el pasado. El barón gallego dijo varias veces en su discurso que necesita un PP “unido”.

La cúpula temporal del PP sí deja abierta la puerta a que el partido inicie una investigación interna para esclarecer el intento de espionaje que sufrió Ayuso, y que esas pesquisas puedan terminar con alguna exigencia de responsabilidades. Pero eso será tarea de la dirección que salga elegida en el congreso. El discurso de Ayuso no gustó en relevantes baronías. “Fue un desahogo final, pero estuvo fuera de lugar. Se ha cargado a Pablo, a Teo… el rencor no tiene ya sentido”, opina un presidente autonómico, partidario de “reconstruir y coser”. Feijóo tampoco sigue a Ayuso en la revancha.

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