“Los caminos de la vida te llevan por donde te llevan y yo tengo la gran suerte de que mis padres me educaron muy bien y se ha de ser agradecido. Hay muchas fundaciones, pero como deportistas, si la vida me ha traído por aquí, es por algo y siempre tendrán mi ayuda”. Así se expresaba este lunes en el hospital Clínic de Barcelona Marc Márquez en la presentación del proyecto de cooperación internacional ‘Learn for Sight’ para mejorar la salud oftalmológica en Haití, junto con el director del Clínic, Josep M. Campistol, el director del Instituto Clínic de Oftalmología, Alfredo Adán, y el responsable del proyecto, el doctor Jorge Peraza.
Desde invierno de 2012 Marc Márquez ha sido paciente del Instituto Clinic de Oftalmología en el que fue el más grave episodio de diplopía de los que ha padecido por una caída meses antes en el GP de Australia de Moto2 y es especialmente sensible con esta dolencia. De hecho cuando se le pregunta si lo ha pasado peor por sus cuatro operaciones en el brazo o por esa visión doble lo tiene muy claro: “la lesión ocular, sin duda. Es calidad de vida, no puedes hacer nada, no era autosuficiente, no podía conducir, no era autónomo, no podía leer con los dos ojos abiertos, tenía que cerrar uno, por eso siempre he dicho que no se lo deseo a nadie”.
“La lesión del hombro duele pero en algunos momentos te puedes olvidar, pero cuando ves doble no lo puedes olvidar en todo día, solo cuando duermes. Por eso es especial este proyecto y si con ello podemos salvar la vida de familias encantado de ayudar”, ha señalado.
Además de convertirse en embajador del proyecto para mejorar la salud oftalmológica de los haitianos, el país más pobre de América y del Hemisferio Occidental y que aún no se ha repuesto del devastador terremoto que asoló su parte de la isla en 2010, el ocho veces campeón Marc Márquez ha aportado 100.000 euros para este proyecto que quiere dar continuidad a la campaña que el doctor Peraza puso en marcha.
Desde el 2016, doctores del Clínic viajan dos veces al año a una zona del noroeste de Haití, Jean-Rabel, para tratar a miles de haitianos con problemas de visión. Han hecho in situ 1.400 consultas, 956 diagnósticos, 692 defectos refractivos y 192 cirugías oculares. Con esta nueva inyección de dinero y la implicación de Marc Márquez, el proyecto quiere dar un salto y no solo mantener las expediciones, sino también becar a médicos de Haití para que acudan a formarse al Clínic de Barcelona. También instalar en el hospital de Jean-Rabel de Haití el sistema tecnológico necesario para poder hacer docencia o asistir a distancia en intervenciones, con el apoyo virtual de un especialista desde Barcelona.
Peraza ha destacado que muchas de las consultas que atienden son problemas de cataratas o miopía, que en los países desarrollados se resuelven con facilidad “en 7 minutos” o “con unas gafas que allí no hay”. Y ha explicado el caso de un pescador que se pasaba el día en el portal de su casa sin poder trabajar por una catarata bilateral que le dejó ciego y que en 7 minutos le devolvieron la vista y la opción de seguir manteniendo a su familia.
Otra de las enfermedades más graves, porque deja una ceguera irreversible, es el glaucoma, que es “muy prevalente en la raza negra y deja a pacientes de 40 años ciegos” por una enfermedad que, sin embargo, “se puede prevenir con unas gotas que en España cuestan 7 euros en la farmacia, pero que los haitianos no tienen a su alcance”, ha subrayado Peraza.