El número de billetes falsos cae a su nivel más bajo desde que existe el euro

Billetes falsos de 500 euros incautados en Valencia.
Billetes falsos de 500 euros incautados en Valencia.EFE

Los billetes falsos en euros retirados de la circulación marcaron en 2020 su mínimo desde que la moneda única empezó a circular el 1 de enero de 2002, según ha comunicado este viernes el Banco Central Europeo. Sea porque las medidas de seguridad que incluyen desincentivan a los falsificadores o porque el uso de efectivo ha descendido en el año pandémico complicando la acción de las redes criminales, lo cierto es que el año pasado se retiraron 460.000 billetes, un 17,7% menos que el año anterior. Pese a que la cifra supone que cada hora se confiscan 52 billetes en euros en algún lugar del mundo, casi uno cada minuto, la estadística nunca ha sido mejor: supone que solo 17 de cada millón de billetes que cambia de manos es falso, con lo que la probabilidad de que alguien reciba gato por liebre, aunque existente, es remota.

Los billetes favoritos de los falsificadores son los de 20 y 50 euros, que suman juntos dos de cada tres billetes falsos requisados. Tal vez sea porque son los de más valor sin llegar a levantar las sospechas de sus hermanos mayores de 100, 200 y 500 euros, más vigilados por los que los reciben, y con los que también es más difícil pagar porque obliga al que lo cobra a desembolsar más cambio. Aun así, también lo intentan con ellos: uno de cada diez billetes ilegales era de 100 euros, el 3% de 200, y solo el 1,2%, de 500 euros.

Si introducir grandes billetes en el mercado puede reportar grandes beneficios inmediatos, otra estrategia pasa por emplear el gota a gota de pequeñas cantidades. Los billetes ilegales de cinco euros apenas interesan a las mafias que los imitan (solo el 2,3% de los requisados), pero sí los de 10 euros (un 16%).

El año en que se detectaron más billetes falsos fue 2009, cuando estos supusieron 64 de cada millón, casi cuatro veces más de los descubiertos en 2020. Desde 2015, las falsificaciones han caído ininterrumpidamente, un hecho que puede achacarse en parte a la puesta en circulación de la llamada serie Europa de billetes, que incorporaron nuevos elementos de seguridad para obstaculizar los movimientos de las redes criminales. El trabajo de los malhechores no siempre es sofisticado y preciso. “Continuamente se retiran de la circulación reproducciones de baja calidad. Estos billetes son fáciles de detectar debido a sus malas imitaciones de los elementos de seguridad o a que carecen de ellos”, afirma el BCE.

El banco menciona el método “tocar, mirar, girar” como el más efectivo para comprobar la autenticidad del dinero que ponen en nuestras manos, por su tacto inconfundible y las marcas que aparecen al observarlo al trasluz. “Si recibe un billete sospechoso, compárelo con uno que sepa que es auténtico. Si su sospecha se confirma, diríjase a la policía o, cuando la práctica nacional lo permita, a su banco central u oficina bancaria”, recomienda la entidad.

El 94,5% de los billetes falsos se detectaron en países de la zona del euro, pero los falsificadores también operan en países donde la moneda única no es oficial. El 2,8% se hallaron en Estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona euro y el 2,7 %, en otros lugares del mundo. Actualmente hay 25.000 millones de billetes en euros en circulación.


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