El Real Madrid chocó ante un vigoroso Olympiacos y firmó en el Pireo su primera derrota de la temporada (74-68) en la segunda jornada de la Euroliga. Los blancos fueron presa de la robustez del renovado conjunto griego y de su desenfoque desde el triple (3 de 24). Vezenkov y Dorsey coronaron un ejercicio de intensidad colectiva que acabó derritiendo a los blancos en los últimos minutos de un partido áspero. Tavares primero y Williams-Goss después sostuvieron a los de Laso en la pelea hasta el tramo final pero, con Yabusele a contrapié por las faltas y el resto del perímetro negado en la anotación, el plan madridista quedó rebajado en Grecia.
Se medían en el Piero, el primer Olympiacos sin Spanoulis desde 2010 frente al primer Madrid sin Felipe Reyes desde 2004 —715 partidos, 32 temporadas, cinco títulos de la Euroliga y 80 años de solemnidad sumaban entre ambos antes de retirarse este verano—. Segundo y tercero respectivamente en el podio de ilustres con más batallas en la competición. Pero ahí seguían dando guerra clásicos como Printezis, Llull, Sloukas y Rudy, con más de 1200 partidos en el torneo continental entre los cuatro y un sinfín de duelos memorables en el currículo. Los cimientos más reconocibles de dos reconstrucciones prometedoras. La del Olympiacos, que en 2017 descabalgó de la Final Four después de encadenar seis presencias y dos títulos (2012 y 2013) en las nueve ediciones anteriores y ahora lucha por resucitar, con el potente refuerzo de Walkup, Dorsey y Moustapha Fall. Y la del Madrid (también dos títulos en la pasada década en 2015 y 2018), con las paladas de músculo y energía de Yabusele, Hanga y Poirier para revitalizar la era Laso. En el primer envite pesó la firmeza local.
El pulso respondió a las expectativas de un cartel clásico, con tantos cambios como solera. Los dos equipos se esmeraron en defensa para consolidar sus buenas sensaciones en la primera jornada y, entre la agresividad y la concentración, los aros quedaron tabicados marcando una clara tendencia de escasez de puntos. La gracilidad apenas pudo esquivar el contacto. Solo cuatro canastas, dos por bando en los primeros seis minutos. Para entonces, anotar desde el perímetro era una utopía y cualquier amago de carrera quedaba interrumpido por protocolarias faltas tácticas. El Olympiacos compensó su desenfoque en el tiro (0 de 8 en triples de inicio) con el dominio en el rebote ofensivo, mientras que Laso probó con Rudy ejerciendo de cuatro para agitar su retaguardia (ante las dos faltas de Yabusele) y el dúo Llull-Williams-Goss para buscar las pocas rendijas en ataque (13-10, m. 10).
En mitad de ese movimiento de fichas, cinco puntos de Llull parecieron sacar del atolladero al Madrid, pero Sloukas aprovechó la manta corta del Madrid para encadenar en ese tramo un puñado de puntos que otorgaron el dominio en el juego y el marcador a los locales. El primer triple de Larentzakis desató el optimismo de la hinchada rojiblanca. Sin embargo, la diferencia nunca pasó de los cinco puntos y, acto seguido, con Poirier y Tavares en pista, el plan madridista amplió recursos y fluidez. Williams-Goss terminó de encontrar la medida para afianzar a los de Laso y, del intercambio de golpes, los blancos llegaron con un punto de ventaja al entreacto (35-36, m. 20). No les bastó ante la constancia griega.
La influencia de Heurtel y Tavares creció en la reanudación, pero también afinó Sloukas. Con las asistencias del base y dos triples consecutivos de Papanikolaou, los griegos anularon los amagos de estirón de los madridistas. Anotó Yabusele desde el 6,75 para aliviar el pobre 1 de 12 entonces del conjunto de Laso, pero los puntos, el juego y las sensaciones siempre fueron guadianescas en mitad de la espesura general. A un latigazo de Williams-Goss respondió Dorsey con otro triple. Y, en mitad de las estrecheces, el partido encaró el desenlace con la máxima igualdad (56-56, m. 32). Y ahí llegó la sacudida local que hizo descabalgar al Madrid. Entraron los triples de Venzenkov y Larentzakis y fallaron Llull y Williams-Goss en su intento de réplica. Un dos más uno de Hassan Martin y un triple más de Dorsey dejaron el parcial en un contundente 12-2 que dejó tiritando al Madrid (68-58, m. 35). No encontraron respuesta ni recursos los blancos. El triple postrero de Heurtel llegó tarde (71-68, a 49s). Aguantó el pulso el Olympiacos para agarrar el triunfo.
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