El Olympique Marsella, que tuvo que jugar más de media hora con nueve hombres por las expulsiones de los argentinos Leonardo Balerdi y Darío Benedetto, evitó la derrota ante el Girondins (0-0) en el choque que completó la vigésima quinta jornada de la Ligue 1.
El cuadro marsellés amarró un punto a pesar su inferioridad ante un rival que acentuó su acoso en el tramo final pero que no pudo batir al meta Steve Mandanda.
En el estadio Matmut Atlantique coincidieron dos equipos en crisis. El Marsella hace unas semanas cambió de entrenador y el marroquí Nasser Larguet sustituyó al portugués Andre Villas Boas. No ha mejorado. Lleva siete encuentros sin ganar y está fuera de los puestos europeos.
No va mejor el Girondins, que afrontó el choque con tres derrotas consecutivas y por debajo en la clasificación que el Olympique.
El duelo estuvo marcado por el inicio de la segunda parte, cuando en un espacio de cinco minutos los visitantes sufrieron dos expulsiones, con roja directa.
Fue Balerdi, el defensa, el que primero vio la tarjeta y se tuvo que marchar del terreno de juego cuando, en el minuto 55, agarró a Remi Oudin cuando encaraba la meta de Steve Mandanda.
El Olympique Marsella se quedó con nueve jugadores cuatro minutos después, cuando el atacante Darío Benedetto perdió la pelota ante Laurent Koscielny y respondió con una violenta entrada por detrás que le costó la expulsión.
El Marsella defendió con acierto, aunque el Girondins pudo marcar, especialmente en ocasiones de Oudin y del coreano Ui jo Hwang, que estrelló un tiro en un palo.
Al final, el Olympique resistió y salió con un punto de Burdeos sin romper su mala racha y distanciado de los puestos europeos.
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