Las autoridades rusas han trasladado este lunes al líder opositor Alexéi Navalni a un hospital penitenciario desde la colonia penal donde cumple condena. El activista, que está en huelga de hambre desde hace tres semanas por la negativa del Gobierno a que le vea un especialista médico elegido por él, recibirá un tratamiento con vitaminas, según el servicio penitenciario, que aseguró que tenía el consentimiento del opositor, que había denunciado en los últimos días a través de sus abogados que querían alimentarle a la fuerza. Sus aliados creen que el traslado de Navalni significa que ha empeorado, aunque las autoridades del penal han asegurado en un comunicado que su estado es “satisfactorio”.
En vídeo, el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, afirma este lunes que la situación sanitaria del opositor ruso Alexéi Navalni “es muy preocupante”.
La preocupación de la comunidad internacional por la salud del crítico con el presidente ruso Vladímir Putin, que se recuperó de un envenenamiento casi mortal sufrido el pasado verano en Siberia y tras el que Occidente ve la mano del Kremlin, se ha disparado en los últimos días. El fin de semana, tras revisar sus análisis entregados por la familia, sus médicos personales, que no han podido verle, habían alertado de que su vida corría peligro. La Unión Europea ha intensificado sus llamamientos a Moscú para que acceda a que Navalni reciba tratamiento médico adecuado. Mientras, Estados Unidos ha advertido de que si muere “habrá consecuencias”.
Navalni, preso en la severa colonia penal IK-2 desde mediados de marzo, ha sido ingresado en un centro hospitalario de otro penal de alta seguridad. Allí, han asegurado las autoridades, recibirá la visita diaria de un médico. El opositor, que empezó a quejarse hace semanas de un fortísimo dolor en la espalda al que se le sumó el entumecimiento de las piernas y los brazos, denunció hace semanas que los responsables de la colonia penal no le permitían recibir la visita de sus médicos y de un especialista elegido por él. Solo le han revisado los sanitarios del penal o designados por las autoridades. El opositor describió las condiciones y el trato como “tortura”.
Más información
Le han diagnosticado una hernia de disco, pero el opositor y su equipo creen que puede estar sufriendo también las consecuencias del envenenamiento del pasado agosto con una neurotoxina militar de la familia novichok fabricada en la antigua URSS, que le tuvo una veintena de días en coma en un hospital alemán, donde fue trasladado para recibir tratamiento tras las presiones al presidente Putin de la canciller alemana, Angela Merkel.
El director de la Fundación Anticorrupción (FBK) de Navalni, Ivan Zhdanov, ha declarado este lunes que con el traslado del opositor y la descripción de su estado como “satisfactorio”, las autoridades quieren disuadir a sus partidarios de nuevas manifestaciones en apoyo del opositor. Su equipo ha convocado una marcha el miércoles, el mismo día que Putin tiene previsto pronunciar su discurso anual sobre el Estado de Rusia ante la Asamblea Federal. “Todo esto significa que la condición de Navalni se ha vuelto tan mala”, ha dicho Zhdanov, “que incluso un campo de tortura lo reconoce”. “Está absolutamente claro que a partir de ahora, antes de la protesta, recibiremos algo como ‘buenas noticias’ sobre Alexéi [Navalni]”, ha remarcado en Twitter el director de la FBK.
Source link