El Palmeiras, campeón de la Copa Libertadores, ya sueña con, si se cumplen los pronósticos y ambos llegan a la final del 11 de febrero, sorprender al Bayern, campeón de Europa, y conquistar su primer Mundial de Clubs, tomando el relevo del Liverpool, ganador de la última edición. El equipo del entrenador portugués Abel Ferreira se dio un baño de masas al llegar ayer a Sao Paulo: su afición se saltó las normas de prevención del coronavirus.
Tras la final ganada al Santos el sábado con un gol de Breno Lopes en el minuto 99 (1-0), Palmeiras voló poco después rumbo a casa. Sus seguidores incumplieron las restricciones impuestas por la pandemia y centenares de ellos, la mayoría sin mascarilla, se reunieron junto al estadio del Palmeiras, el Allianz Parque.
La Mancha Verde, su principal barra brava, pedía incluso que los jugadores lo festejaran con un concierto sobre un camión de sonido, como durante el Carnaval, pero la situación sanitaria lo impidió. Brasil se acerca a los 224.000 muertos por Covid-19.
Es la segunda Libertadores que gana Palmeiras (tras la de 1999). En el Mundial de Clubs, que se celebrará en Qatar (sede del Mundial 2022), el equipo paulista debutará en semifinales el 7 de febrero y su rival será el ganador de la eliminatoria entre el Tigres de México y el Ulsan de Corea del Sur. El Bayern, por su parte, jugará el día 8 contra el Al Duhail qatarí o el Al Ahly egipcio.
Estaba previsto que el Mundial de Clubs empezara este lunes, pero el Auckland City FC neozelandés, campeón de Oceanía, renunció a participar porque, debido al Covid-19, se encuentra en cuarentena. Así, el Al Duhail, anfitrión del torneo, fue declarado vencedor por 3-0.
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