El paro registrado sube en casi 30.000 personas en agosto tras el golpe de los rebrotes a la campaña turística

Varios operarios montan un andamio en un edificio del centro de Sevilla.
Varios operarios montan un andamio en un edificio del centro de Sevilla.PACO PUENTES / EL PAÍS

Los datos del mercado de trabajo han dejado un sabor agridulce. Fueron mejores que otros agostos. Pero no consiguieron reactivar la contratación como hubiese sido deseable tras el golpe de los rebrotes a la campaña turística. El empleo repuntó muy ligeramente en el mes al crearse 6.822 puestos de trabajo en la Seguridad Social. Aunque normalmente en agosto se destruye ocupación, la cifra supone demasiado poco para contrarrestar el duro impacto de la pandemia, ya que todavía quedan por recuperar unos 688.000 empleos destruidos por la covid. Desde que se inició el desconfinamiento, se han recobrado unos 333.000 afiliados y el total se coloca en los 18,79 millones.

Y aunque agosto también es un mes en el que el paro registrado solía aumentar mucho, el número de trabajadores apuntados a las oficinas del desempleo subió en 29.780 personas hasta los 3,8 millones, el menor incremento en este mes desde 2016. Los trabajadores que están protegidos por ERTE han disminuido en 306.000 hasta un total de unos 812.000. Se ralentiza el ritmo de reincorporación de estos trabajadores al mercado laboral, aunque ya tres de cada cuatro de los que estaban han salido de esta situación.

Tras el aumento del empleo en julio con 161.000 afiliados más, agosto tenía que haber sido el mes en el que se confirmaba la progresiva recuperación del mercado laboral tras la pandemia. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, incluso apuntó que en las primeras tres semanas de agosto se habían creado 132.000 empleos. “Domina la recuperación de empleo perdido por coronavirus frente al patrón estacional habitual de agosto”, dijo. Sin embargo, los rebrotes del virus y las recomendaciones de otros países de no viajar a España han dado un vuelco a la situación durante este mes. La cuarentena que impuso el Reino Unido a todos los viajeros procedentes de España a finales de julio provocó el comienzo de la sangría. Y desde entonces las expectativas del sector turístico, decisivo en la contratación de esta época del año, han empeorado drásticamente. Ya se anunció a finales de agosto el cierre adelantado de hoteles ante la falta de la demanda, con el consiguiente impacto en el empleo. Septiembre era tradicionalmente un mes todavía fuerte para el turismo. Sin embargo, este año, a la luz de estos datos, podría acabar siendo negativo.

“Habitualmente en agosto se produce una fuerte caída de la afiliación por la destrucción al final de mes de muchos empleos estacionales, pero este año se ha dado un incremento que se explica por la recuperación de empleos debida a la apertura progresiva de empresas que habían permanecido cerradas”, afirma María Jesús Fernández, analista de Funcas.

Estos son los datos de la media del mes. Pero como viene siendo habitual, en el último día de agosto finalizó una avalancha de contratos y desaparecieron unos 215.000 empleos netos entre altas y bajas, una cifra muy elevada pero que no alcanza el récord de 304.000 trabajos destruidos en un solo día, registrado el 31 de agosto de 2018. Al contratar menos para la temporada turística también desciende esta cifra de cierre de la campaña de verano.

“La caída de la contratación, del -26% en términos interanuales, indica que todavía estamos muy lejos de la normalización del mercado de trabajo. No se aprecia una recuperación en V”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research.

En medio de la pandemia, la sanidad y los servicios sociales fue el sector que más empleo generó con 31.795 trabajadores más. La hostelería también sumó 24.536 afiliados cuando de normal en agosto los destruía. Antes la contratación para la campaña turística comenzaba con la Semana Santa y empezaba a perderse empleo en agosto al darse el final del periodo pico. Pero este año esa escalada de contratación no ha existido. Se ha tenido que contratar sobre todo para julio y agosto. Aunque el turismo internacional está hundido un 75% por debajo del año pasado, el nacional ha aguantado un poco más y explica buena parte de esa contratación que compensa algo, aunque poco, el empleo destruido. Y de ahí que el saldo esta vez sea positivo frente a otros agostos que siempre son negativos.

Aun así, como apunta Valentín Bote, la ocupación en la hostelería de este agosto ha sido de 1,57 millones frente a los 1,81 millones de agosto del año pasado. Es decir, en torno a un 13% menos trabajando.

Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, que engloba a muchos sectores y por tanto es difícil de analizar, incorporó 12.282 afiliados en agosto. En sentido contrario, como es tradicional, se perdió empleo en ramas como la educación y la construcción, donde es habitual la práctica fraudulenta de dar de baja los contratos por vacaciones para ahorrarse costes. La educación perdió 34.147 afiliados. Y la construcción, 7.355. En la industria también suele caer el empleo en agosto, este año con 7.240 ocupados menos. En las actividades de ocio puede aumentar la ocupación si ha sido un año bueno de turismo, pero en esta ocasión, lastradas por la pandemia, han destruido 8.690. El régimen de autónomos solo elevó su número en 402, un exiguo 0,01%. E incluso así ya están casi en niveles prepandemia debido a que intentan resistir aunque sea con una facturación mucho menor.

En el último año se han destruido 527.000 puestos de trabajo, un 2,73% menos. Y en los últimos seis meses, 688.000. Pese a encadenar ya cuatro meses de creación de empleo, a cierre de agosto solo se ha recobrado el 20% de la ocupación perdida desde finales de febrero. El grueso del ajuste y la recuperación de la contratación se ha centrado en los temporales, ha señalado el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo. Y ha añadido que aunque se destruyó más empleo entre los jóvenes, la recuperación está beneficiando en mayor medida a los sénior.

Andalucía y Galicia, más apoyadas en el turismo nacional, lideraron la recuperación del empleo en agosto con 18.000 y 7.000 empleos creados, respectivamente; mientras que los mayores retrocesos se produjeron en Madrid, que perdió unos 7.000, y Cataluña, que está especialmente afectada por la ausencia de turistas extranjeros y destruyó 22.000 puestos de trabajo.

El Ministerio de Trabajo destaca que 4,18 millones de personas recibieron una prestación del servicio público de empleo en julio, 949.202 personas menos que en el mes anterior. De ellas, 1,91 millones estaban acogidos a ERTE y 2,1 millones eran beneficiarias de una prestación contributiva, un 144% más que hace un año. Y el gasto total en prestaciones en julio ascendió a 3.238 millones de euros, 877 millones menos que en junio y 2.270 millones menos que en mayo, cuando la partida de prestaciones alcanzó su máximo durante la pandemia. Pese a ello, todavía está un 106% más alto que hace un año.




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