El peor director de la historia del cine

La historia del cine está llena de buenas películas. Todos recordamos clásicos como ‘El Padrino’, ‘Desayuno con diamantes’, ‘El gran dictador’, o más recientes como ‘Forrest Gump’, ‘El Renacido’ o ‘Pulp Fiction’. Pero dentro de la historia del cine, las peores películas de la historia también generan cierta admiración, y solo hay que ver como Ed Wood, considerado el peor director de la historia, convirtió sus películas en cintas de culto. A principios de siglo, un directo alemán se postuló como sucesor de Wood en ser el peor director de todos los tiempos. Ese fue Uwe Boll.

El director alemán dejó de hacer películas en 2014, cansado de que la audiencia pisoteara sus trabajos de dudosa calidad. Pero, lo mejor que tenía Boll es que, a pesar de hacer películas de una calidad realmente nefasta, generaba cientos de millones de dólares en taquilla, lo que le permitió dedicarse al cine durante más de 20 años.

El peor de la historia

Con permiso de Ed Wood, el alemán Uwe Boll comenzó a hacer cine en los en Super 8, y sus primeras películas llegaron en los 90. Varias producciones sin demasiado éxito ya vislumbraban la falta de talento del creador. Fue en 2005 cuando realizó ‘Alone in the dark’, película basada en un famoso videojuego de los 90 que consiguió obtener buenas sumas de dinero en taquilla. Llegó a manejar presupuestos de 60 millones de dólares, que muchos directos hubieran querido para ellos.

No se sabe cómo ni cuándo, el director pudo continuar haciendo películas bajo su propia productora, Bol KG,  y en 2007 lanzó una de sus películas más sonadas, con buen capital de producción y actores de primera fila como Jason Statham, Ray Liotta o Ron Perlman, que le supuso un nuevo empujón a sus ingresos. Se trataba de ‘En el nombre del rey’, una cinta de acción basada en el videojuego Dungeon Siege.

Tuvo una segunda parte en 2011, pero antes llegarían productos tan infames como ‘Seed’, ‘Postal’ o ‘Rampage’, que catapultaron al director en el dudoso honor de ser el peor director del cine de mundo.

Petición en redes

El director llegó a tener cierta fama, precedida por sus bochornosos trabajos uno tras otro. Fue galardonado con 13 Premios Razzies a lo largo de su carrera, como el peor director y peores películas en varias de sus producciones.

Hasta que los cinéfilos se cansaron. En 2008 se hizo una petición a través de redes sociales para que el director alemán dejase de hacer cine. «¿Por qué alguien con tan poco talento se dedica a esto?» decían muchos de estos anti-fans del director. A pesar de ello, Boll siguió sacando películas hasta 2014 cuando decidió retirarse, quizás por ser un incomprendido por su forma de hacer cine.

Una personalidad difícil

Quizás la propia personalidad del autor dejaba mucho para entender su forma de hacer películas. En su página web recibe a los visitantes con un ‘Fuck You’, y en la que se puede ver que creó un videojuego protagonizado por Donald Trump, y que se puede descargar gratuitamente. El documental ‘Que os den a todos. La historia de Uwe Boll’ deja bien claro cómo es la personalidad de este excéntrico director que amaba el cine pero que no le gustaba rodar cine.

En su biografía detalla que Twitter lo bloqueó «sin razón alguna» y que actualmente regenta un restaurante en Vancouver junto al prestigioso chef Stefan Hartman.

Igualmente, en esta caótica biografía, Uwe Boll se despacha contra los mandatarios de Hollywood a los que manda a paseo en más de una ocasión: «En resumen, mi mensaje es que os den [..]. La industria del cine son unos mierdas y yo nunca les he seguido el juego».

Muchos de los que han podido trabajar con Uwe Boll destacan su caótica forma de rodaje. Rodaba sus películas en cuanto recibe las primeras notas de guion sin esperar a que esté acabado por completo y solía tantear a actores medio conocidos, pero fuera del circuito para que participasen en sus producciones y así ahorrarse unos dólares.

Llegó a rodar tres películas a la vez para aprovechar actores, decorados y equipo, siempre en favor del arte. El propio Boll retaba a sus críticos a enfrentarse contra él en un cuadrilátero para zanjar las opiniones respecto a sus películas.

Un director que pasará a la historia, pero por su forma de entender el cine, y que intentó destapar su propio estilo aunque nadie lo entendiese.


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