Sabido era que sería una temporada difícil para el Bilbao Basket. Cuenta con uno de los presupuestos más bajos de la Liga Endesa, debía afinar mucho con los fichajes y encontrar y convencer a joyas como Lammers o Bouteille no es algo que suceda todos los años. Por no hablar de que la ausencia del aliento de Miribilla supone otro hándicap. El RETAbet está lejos de ser un “súper equipo” como señaló Sito Alonso en una entrevista en ‘El Correo’, pero se dejará el alma peleando por la salvación. Es un sello innegociable dentro del club y Mumbrú es consciente. El “sabemos cuál es nuestro lugar” se ha repetido con insistencia desde la caseta, sin embargo encajar un golpe tras otro hace mella a la moral… ojalá que no al discurso.
El 1-8 que presenta el Bilbao Basket es el peor arranque de su historia después de nueve encuentros disputados. Y lo seguirá siendo por mucho que gane el sábado en Sevilla. El tropiezo frente al UCAM Murcia fue un rejonazo considerable. Un conjunto que se encuentra un par de escalones por encima, pero que se veía más accesible que los Barcelona, Real Madrid o Baskonia ante los que han claudicado los hombres de negro.
A pesar de la concatenación de derrotas, el RETAbet no está descolgado en la tabla. Se encuentra en descenso, sí, en el puesto 18º igualado con el colista Acunsa GBC; aunque a una sola victoria de Zaragoza, Betis (su próximo rival) y Gran Canaria. Con el añadido de que estas tres escuadras han disputado un partido más. De ganar el choque que tienen pendiente, los de Mumbrú escaparían de la quema. Es cuestión de cómo se quiera observar el vaso.
Una victoria contra el UCAM Murcia hubiera significado para el Bilbao Basket igualar su peor puesta en escena en la historia reciente de la ACB (2-7). La que firmó en su regreso a la élite en la temporada 2004-05. Los Javi Salgado, Germán Gabriel, Richard Scott o Maluenda pagaron la novatada, derrota por 47 puntos en el estreno frente al Baskonia en La Casilla incluida. Eso sí, la décima jornada fue un punto de inflexión y luego sumaron cinco alegrías en seis compromisos.
Al RETAbet le ha costado históricamente ponerse las pilas. De las 16 campañas en la máxima categoría en el presente siglo, contando la actual, hasta en 10 ocasiones se ha plantado con un balance negativo a la conclusión del noveno partido. El 3-6 se ha repetido cinco veces. El más reciente fue en el último descenso, en el ejercicio 2017-18. El problema no fue tanto este arranque como lo que vino después, puesto que los hombres de negro solo lograron cinco triunfos más. En la 2013-14, el Bilbao Basket inició la ACB con cinco derrotas seguidas, aunque lo fue arreglando con el paso de las semanas.
En el otro lado de la balanza figura el 7-2 que ha repetido en dos ocasiones y que es el mejor comienzo histórico de los vizcaínos. Lo hicieron en la 2012-13, incluso lo estiraron hasta el 8-2, y lo clavaron dos años más tarde. Aquello era un súper equipo con Raül López, Colom, Bertans, Mumbrú, Hervelle, Dejan y Marko Todorovic… y con Sito Alonso en el banquillo. El Bilbao Basket finalizó cuarto en la temporada regular.
El balance actual se queda muy lejos. También del 5-4 que alcanzó el pasado curso el RETAbet justo tras tumbar al Madrid en Miribilla. El presente 1-8 impacta, pero atiende a la lógica viendo el infernal calendario al que ha tenido que hacer frente. Se ha visto las caras contra ocho de los diez primeros clasificados. En la lista solo faltan por tachar San Pablo Burgos y Unicaja. Lo del sábado a domicilio frente al Betis adquiere tintes de final. Después llegará el parón por la ventana FIBA y a partir de diciembre vendrá un trajín importante para los hombres de negro. Se medirán a Andorra, Estudiantes, Unicaja, Gipuzkoa y Valencia en Miribilla antes de acabar la primera vuelta y visitarán a Zaragoza, Fuenlabrada y Burgos.
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