El inesperado y súbito fallecimiento de Adrián Campos la madrugada de este jueves ha dejado huérfano a buena parte del motor español de los últimos 30 años. Una disección aórtica espontánea fulminó por sorpresa a los 60 años al expiloto de Fórmula 1, descubridor de talentos como Fernando Alonso, Marc Gené, Antonio García o Alex Palou, entre muchos otros, y máximo responsable de la exitosa escudería Campos Racing.
Las carreras no fueron jamás un capricho del nieto de Luis Suñer, el exitoso empresario alcireño de Cartonajes Suñer y Avidesa y una de las grandes fortunas españolas de la época. Fueron una pasión y una vocación a la que se entregó por completo, primero como piloto y luego como mánager, jefe de equipo y hasta constructor en su época Fórmula 3. Y el ojo para el talento lo tuvo desde joven cuando a su compinche de correrías en Alzira Jorge Martínez ‘Aspar’ le regaló la Bultaco Streaker que su abuelo le había comprado. Ya vio claro que de los dos el as de las motos iba a ser ‘el net de l’Espardenyer’, y sus cuatro títulos mundiales lo prueban. Su senda la recorrería sobre cuatro ruedas.
Tras terminar tercero en el campeonato alemán de F3 y pasar por la F3000 llegó su salto a la Fórmula 1 con el equipo Minardi de la mano del patrocinador Lois que propició también a Luis Pérez-Sala ser su compañero de equipo en 1988. Compitió en 21 Grandes Premios entre 1987 y 1988, temporada de la que disputó las primeras carreras antes de asumir que había cumplido de largo su sueño dejando huella en la familia Minardi y una vía de entrada para otros talentos españoles. Luego siguió compitiendo en turismos y con su participación en las 24 Horas de Le Mans de 1997 colgó el mono y el casco.
Para entonces ya había puesto en marcha Adrian Campos Motorsport, embrión del actual Campos Racing. En la Fórmula Nissan creada por Jaume Alguersuari para acompañar pilotos a la F1 fue decisivo en las carreras de tres pilotos clave del motorsport español, Marc Gené, Antonio García y, especialmente, Fernando Alonso. Del asturiano se quedó ‘enamorado’ viéndolo en una exhibición de karting en Barcelona y le dio la alternativa en su equipo. Ganaron el título de la Fórmula Nissan y fue su mánager en la F1 hasta la irrupción del italiano Flavio Briatore.
“Uno de los días más tristes para la familia del automovilismo. Piloto y gran impulsor de este deporte. Gracias por soñar con la Fórmula 1. Gracias por creer en los jóvenes. Gracias y descansa en Paz”, decía ’el Nano’ en sus redes sociales.
Su último descubrimiento fue Àlex Palou, llamado a ser el primer campeón español en la Indycar. “Si no fuera por ti, yo no estaría dónde estoy. DEP Adrián”, escribía desde Estados Unidos.
Antonio García, embarcado este próximo fin de semana en las 24 Horas de Daytona, escribía “Me quería como a un hijo y yo a él como a un padre. Le voy a echar muchísimo de menos”. Y le respondía Lucas Campos, el hijo menor de Adrián: “Gana este fin de semana por mi padre, Antonio. Te quería mucho, está, estará siempre muy orgulloso de ti”.
Con su equipo Campos Racing participó en la F2 y F3, sus antecesoras GP2 – donde consiguió el título por equipos en 2008– y GP3, el Mundial de Turismos, las World Series, la Fórmula E o la Fórmula 3 española. Y solo le quedó un sueño por cumplir: tener su equipo español de F1. Lo intentó con Bravo y Jordi Gené que acabó siendo el embrión de Simtek y con Campos-Meta, germen del futuro Hispania y del HRT del que ya estaba desvinculado para cuando integró la parrilla.
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