Álvaro Bautista (Talavera de la Reina, Toledo, 21/11/1984) se marchó del paddock del Mundial de MotoGP siendo ‘Alvarito’ para los más veteranos del lugar. Su apenas 1,67 de estatura y sus 58 kilos de peso colaboraron al apelativo, pero también por el cariño que se granjeó a puñados desde su llegada en 2002 y tras ser uno de los becados de la genial generación de la Copa Movistar Activa Joven. Cuando MotoGP le ‘expulsó’ en 2018 en plena forma y sin haber tenido jamás la oportunidad de pilotar una moto campeona, eran muchos los que lo consideraron un sacrilegio.
Clase tenía de sobra ‘Bati’ y en esta segunda oportunidad que le han dado las motos lo ha demostrado con creces en competición con la historia viva del campeonato de las motos derivadas de serie, Jonathan Rea y un piloto al que reclama MotoGP, el turco Toprak Razgatlioglu, y frente a las maledicencias de sus rivales apuntando a su poco peso como principal ‘virtud’ cuando en realidad sea que no se queda demasiado tiempo inclinado con la moto y la levanta rápidamente con lo que consume menos las gomas.
Bautista había llegado a la parrilla estrella en 2010 como campeón mundial de 125cc en 2006 y subcampeón mundial de 250cc en 2008 -lo perdió con el malogrado Simoncelli- y después vivió un periplo por cuatro marcas: el final de la primera etapa Suzuki, tres fructíferos años en el equipo satélite Honda Gresini -aunque se le resistió la victoria logró tres podios e incluso una pole-, el retorno de una aún muy verde Aprilia de la mano del propio Gresini y sus dos últimos años en el equipo de Aspar con Ducati -también los últimos de la estructura alcireña en MotoGP- con el premio de llegar a correr un GP vestido con los colores oficiales del Ducati Team para sustituir a Jorge Lorenzo -operado en la muñeca- en Phillip Island, cuatro días de gloria vestido de rojo antes de abandonar MotoGP y un cuarto puesto a espaldas de Dovizioso como reivindicación.
En su año rookie en 2019 termina subcampeón
Para entonces iba camino de 34 años y había encontrado en la Monster Girl venezolana Grace Barroso a la perfecta compañera de vida -hoy la madre de sus dos hijas Grace y Gina- y que le pidió matrimonio en plena rueda de prensa en Austin en 2017 enviando la pregunta vía Instagram.
La cúpula de Ducati Corse con Gigi Dall’Igna a la cabeza -se conocían desde la etapa Aprilia de 125cc y 250cc- ya le tenía echado el ojo para repetir una historia que ya les salió redonda con Carlos Checa o a Aprilia con Max Biaggi. Lo mandaba al Mundial de Superbike a su estructura oficial (Aruba.it Racing) para sacarle el jugo a la nueva Panigale V4. Desde 2011 con Checa no habían vuelto a encontrar un crack con garantías para regresar a los títulos en un campeonato donde se habían coronado 14 veces desde 1990.
‘Bati’ iba a trasladar toda su profesionalidad, su vivir por y para las motos y sus trazadas heredadas de su etapa 250cc a la experiencia Superbike y su debut 2019 fue de leyenda: 11 victorias seguidas de una tacada entre Phillip Island y Assen. Pero el romance con Borgo Panigale duró menos de lo esperado, en cuanto llegaron los primeros errores de ‘rookie’ SBK se enrareció el ambiente y a mitad de temporada la oferta irrechazable de Honda se metió por medio. Acabó subcampeón con 24 podios, 16 de ellos victorias, y la sensación de que dejaban el trabajo a medio hacer.
Los dos años con la nueva Honda CBR1000RR le volvieron a preparar para superar las dificultades, pandemia por medio. A su regreso a Ducati han rematado la jugada: 29 podios y 14 victorias con tres carreras por disputarse este fin de semana en Phillip Island. Borgo Panigale logra su primer doblete MotoGP-SBK, la tercera marca en lograrlo, y es el tercer campeón de ambos mundos tras John Kocinski (250cc/SBK) y Max Biaggi (250cc/SBK).
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Y Gigi Dall’Igna expuso donde estuvo el cambio en estas dos etapas de la historia de Bautista y Ducati: “Estamos aquí para ganar el Campeonato del Mundo y al final la de Bautista era la mejor opción. Sabía desde el principio que sería un año diferente a 2019. Álvaro fue tan rápido como hace tres años, pero esta vez estuvo mucho más centrado y concentrado, evitando cualquier pequeño error. Esta mezcla de cosas me permitió entender que 2022 sería el año del Campeonato Mundial”.