El Real Madrid se enfrenta esta noche (21:00 horas / Cuatro, DAZN) al Real Zaragoza en los octavos de final de la Copa del Rey con la circunstancia de que es una eliminatoria a partido único. Y para ello, Zidane, que no quiere perder de vista este trofeo a las primeras de cambio, confiará el centro del campo a Fede Valverde.
No es una cuestión baladí. Pues el galo, que tiene depositada en Casemiro toda su confianza, esta vez le ha dado descanso y será “El Pajarito” quien actúa en la Romareda en esa posición. La de actor casi invisible capaz al mismo tiempo de crear juego como de destruirlo a base de intercepciones. Una misión tan infravalorada como capital en un equipo como el Real Madrid.
La estrategia está clara
Todo estaba pensado. Mientras el brasileño se desfondó una vez más en Zorrilla para superar al Real Valladolid (0-1), Valverde no jugó ni un solo minuto. Ya en Copa las tornas cambian y es el uruguayo quien sostendrá al equipo en el eje central.
Una vez más, Zidane demuestra que lo suyo es el manejo del vestuario, las rotaciones. Unas rotaciones con las que consigue mantener al equipo siempre en forma y conservar el status de cada jugador de forma que todos se sientan imprescindibles.
En definitivas cuentas, lo de esta noche en Zaragoza, es una final. Si el Madrid, en 90 minutos, 120 o tras los penaltis, pierde, se despedirá hasta el curso que viene del único trofeo que le falta por recolectar a Zidane.
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