El PIB crece un 4,1% entre abril y junio y saca a Cataluña de la recesión


Cataluña salió de la recesión económica en la que se instaló entre octubre y marzo pasado después de que el PIB protagonizara en el segundo trimestre de este año un vigoroso tirón trimestral del 4,1%, según las estimaciones avanzadas por el Idescat. El aumento del ritmo de vacunación y las menores restricciones a la movilidad facilitaron un impulso que benefició a todos los sectores económicos, si bien el organismo estadístico de la Generalitat tiene dudas sobre cómo ha influido a la economía la quinta ola de contagios, sostenida por la variante delta del coronavirus.

De momento, ese alza del 4,1% entre abril y junio es el segundo mejor dato de la serie estadística. Solo lo mejora el fuerte rebote del 15,1% que se produjo en el tercer trimestre del año pasado, coincidente con la desescalada de la primera oleada de contagios. El crecimiento de la actividad económica permite, sobre todo, dejar atrás las contracciones de la economía de los dos trimestres precedentes (-0,6 y -0,1%, respectivamente) y, en comparación con el conjunto de España (2,8%) y de la Unión Europea (1,9%), muestra mayor fortaleza.

En términos interanuales, la expansión del segundo trimestre fue de un 19,1%, con la industria liderando ese impulso tras crecer un 24,3%. Le siguieron los servicios (17,6%), la construcción (15,4%) y la agricultura (0,2%), que rozó el estancamiento. Si bien son positivos, el Idescat pone entre algodones esos buenos resultados ante “la dificultad de captar las señales coyunturales ante un evento tan excepcional como la pandemia”, y especialmente al no tener todavía algunos indicadores de junio, como el del índice de producción industrial y el que muestra la actividad del sector servicios.

En lo que respecta a la actividad industrial, y pese a la falta de semiconductores que padecen las manufacturas, ese es el único sector que ha logrado situarse ya en niveles precovid. Los técnicos de la Generalitat advierten, sin embargo que tanto el encarecimiento del petróleo y de los fletes del comercio marítimo como la falta de chips pueden convertirse en un condicionante a tener en cuenta en los próximos meses que podrían variar el signo del crecimiento.

El turismo, en negativo

La construcción, pese a su significativa expansión, sigue un 18% por debajo de los valores anteriores a la pandemia. Y los servicios mantienen todavía un diferencial del 5,4%, pese a que parte de la demanda que se mantenía embalsada por la crisis ya ha aflorado. El turismo, sobre todo afectado por la falta de visitantes extranjeros, continúa sufriendo una fuerte contracción, del 70% anual. Las pernoctaciones hoteleras en el primer semestre registran una caída del 56% anual pese a la relativa mejora de mayo y junio. Solo se salva el turismo nacional, que ya supera las cifras de hace un año.

La última Nota de Economía, elaborada por el Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat destaca que los indicadores de movilidad publicados por Google muestran como, de forma gradual, mejoraron los indicadores en centros de trabajo, supermercados, tiendas, y establecimientos de restauración y ocio. Ese movimiento se habría reducido en las últimas semanas, en consonancia con las restricciones retomadas por el Govern para atajar el repunte de los contagios de coronavirus y la presión asistencial en los hospitales.

Otra señal positiva es la del clima empresarial, que es la más positiva desde el inicio de la pandemia, dejando de ser negativa. La mayoría de las preguntas realizadas en todos los sectores son positivas y las expectativas para el tercer trimestre muestran igualmente un saldo positivo, más contundentes en el caso de la industria y el comercio. El informe de Economía señala que el clima que dibujan las encuestas en el conjunto del territorio español es más negativo que el catalán.


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