Fascinado por la figura de Jesús Gil desde que era adolescente Enric Bach convenció a su compañero y amigo Justin Webster de empezar un proyecto en torno a la figura del empresario. Antes, en 2016, ambos directores saltaron a la fama por ‘Muerte en León, una producción de Movistar sobre el asesinato de Isabel Carrasco en 2014 y que inauguró el género de ‘true crime’ en España.
Un trabajo de investigación minucioso, culminó dos años después en ‘El Pionero’, una historia narrativa de no ficción de cuatro capítulos sobre la vida y milagros de Jesús Gil cuyo primer episodio verá la luz el domingo. La obra, la primera producción propia de HBO España, abarca desde sus inicios humildes hasta su carrera como promotor inmobiliario, alcalde de Marbella y presidente del Atlético de Madrid.
Jesús Gil fue un personaje clave para entender la década de los 80 y 90 y cuyo legado, según su creador, tiene vigencia hoy en día para explicar nuestra sociedad
“Intuía que detrás del personaje que él había creado se escondía algo mucho más complejo”, explica Enric Bach. “Todo el mundo le tenía muy caricaturizado, con dos imágenes en el imaginario de todo el mundo: Jesús Gil rodeado de mujeres en un jacuzzi y Jesús Gil pegando al gerente del Compostela en la puerta de la Liga”, apunta el director catalán, que quiso rascar en la superficie para descubrir, entender y explicar “qué movía a esta persona, que le impulsaba a hacer todo lo que hizo”.
“Gil tenía una gran habilidad para denunciar y criticar lo que él mismo hacía, era fascinante”, continúa Bach en su encuentro con MD tras el exitoso preestreno en Barcelona en el marco del Serielizados
Fest. “La idea es que Gil se explique a sí mismo al máximo”, cuenta el director para explicar la cantidad de material de archivo con Gil de protagonista (impagable y divertidísimo en muchos casos) que abunda en la serie.
La serie documental cuenta con testimonios claves para desengranar la personalidad de Gil y Gil, desde sus hijos y hermanos, hasta periodistas y adversarios políticos. La relación que fueron tejiendo Webster y Bach con la familia Gil fue clave para conseguir que tanto los hijos como los hermanos se abrieran a hablar con sinceridad.
“Estuvimos dos años trabajando la relación y ellos tenían la confianza de que íbamos a hacer un buen trabajo. Han respetado muchísima nuestra independencia y no nos han puesto ninguna línea roja ni ninguna condición; han tenido mucho ‘fair play”, valora Bach, que quiso cerrar el círculo de testimonios para que solo apareciera gente “con experiencia directa en la historia” para que “atraparan al espectador”.
El estigma de Los Ángeles de San Rafael
El Pionero arranca desde los inicios humildes de Gil en el Burgo de Osma, sus primeros negocios en Madrid, hasta su primer ‘pelotazo’ con la construcción de la urbanización en Los Ángeles de San Rafael en 1967. El derrumbamiento del techo de un edificio donde se celebraba una fiesta provocó la muerte de 58 personas y Jesús Gil fue a la cárcel como responsable al ser el dueño del complejo. Solo cumplió 27 meses de prisión después de que Franco le concediera un indulto.
“El intentó huir del estigma de esa tragedia y de alguna manera recurrió al fútbol para limpiar su imagen y dejar atrás el pasado. Lo que él quería, más que el dinero, era ser reconocido”, apunta Bach, que ha buceado por toda la biografía del empresario, visionando horas y horas de archivos para rescatar las partes que mejor definían a Jesús Gil, un personaje contradictorio cuya vida fue “una huida hacia delante constante”.
Tenía muy claro su personaje y lo utilizaba permanentemente”, continúa Bach, “sedujo a todos los medios de comunicación, los tenía comiendo de su mano. Cualquier cosa que dijera, por mucho que fuera una barbaridad, generaba audiencia y atención. Y utilizó el fútbol para tapar otras cosas gracias a su habilidad comunicativa.
Amado y querido a partes iguales, Gil fue un personaje controvertido que aterrizó en la política y en el fútbol desde el mundo inmobiliario como un cuerpo extraño para poner Marbella y el Atlético de Madrid patas arriba, tal y como se constata en la serie, un trabajo exhaustivo (“de horas y horas y horas y horas de trabajo de archivo”, explica Bach) que huye del mero anecdotario para centrarse en la historia de Gil y Gil.
“Era una persona muy querida y admirada y al mismo tiempo temida y odiada y que causaba rechazo por su comportamiento y mala educación, pero en la distancia corta te ganaba”, sigue Bach, autor junto a Justin Webster de una obra faraónica que dará mucho de qué hablar.
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