Cuenta Carlos Marañón, escritor entre la gran pantalla y el balón e hijo del mítico Rafa que goleaba en los 70 y los 80, que Esteban Granero (32 años) es el único futbolista en activo al que le ha mandado un libro. Concretamente el escrito junto a Galder Reguera ‘Quedará la ilusión’ (recomendable, por cierto). Y lo argumenta afirmando que ‘El Pirata’ es uno de los pocos profesionales del balompié que lo puede disfrutar o valorar, porque se trata de un futbolista diferente al resto.
No le falta razón. Durante los dos años y medio a los que Granero puso fin este jueves anunciando que se marcha del Espanyol, una escena se ha repetido en la mayoría de los desplazamientos del cuadro perico. Mientras la mayoría se aislaba detrás de auriculares de grandes dimensiones, él portaba un libro entre las manos. Mientras lo habitual era refugiarse en la música para matar el tiempo, él se evadía entre textos. Y ninguna de las dos opciones es mejor que la otra (que no se me malinterprete), pero desde luego que lo explicado refleja que Granero no es un futbolista cualquiera.
Exquisito y sesudo como de costumbre, este jueves explicó ante la prensa que da un paso a un lado “porque es lo mejor para todos”. Lo hizo declarándose orgullosamente perico, afirmando que llevar el brazalete con el 21 de Dani Jarque ha significado uno de los momentos más importantes de su carrera, y convencido de que el Espanyol conseguirá la permanencia al término de la presente temporada.
Tras acumular 14 temporadas en la élite entre Getafe, Real Madrid, QPR, Real Sociedad y Espanyol, se marcha al Marbella, un destino que invita a rebuscar en los motivos de dicha decisión. Pero no hay nada que esconder, el propio ‘Pirata’ explicó sin tapujos que “dentro de la lógica común es más normal irse a un país árabe con otras condiciones (económicas)” pero que ha optado por guiarse por sus sentimientos. Familiares, en cierto modo, porque Best of You, agencia que le representa y tiene entre sus altos cargos a su hermano Pedro, tomó las riendas del Marbella hace un par de años. Pero que nadie se confunda, ni mucho menos se va de vacaciones, sino que llega a un club líder del grupo IV de Segunda B que en los próximos meses luchará por alcanzar la categoría de plata por primera vez desde su refundación en 1997.
Empresario de éxito
A buen seguro que su inquietud por la lectura está relacionada con su carácter emprendedor. Porque el que ayer dejó de ser jugador del Espanyol es también el CEO de Olocip, una compañía de inteligencia artificial aplicada al deporte que mediante el tan de moda ‘Big Data’ (tecnología de datos masivos) predice y genera conocimiento para optimizar el proceso de toma de decisiones.
“Hay personas que cuando pasan por una casa la hacen mejor. El club es hoy mejor de lo que era cuando Granero vino y él ha puesto una parte importante para ello”, dijo ayer el vicepresidente Carlos García Pont.
Se marcha ‘El Pirata’. Un gran tipo. Un futbolista diferente.
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