Cómo parar a Stephen Curry. Esa es la cuestión. Los Celtics presentaron en las dos primeras citas de San Francisco un plan para detener al mejor tirador de todos los tiempos que confirmaron cuando la serie viajó a Boston: flotar al faro de los Warriors en el bloqueo directo. La estrategia está causando cada vez más el asomo de los medios y analistas estadounidenses e incluso de jugadores como Batum, pues se se entiende que invitarle a lanzar es poco menos que tender la alfombra al señor de los triples. El fin sería hacerle tirar para evitar que surta de juego al equipo, a través de la continuación o de las posibles asistencias tras atraer en penetración.
Los datos cuestionan que el efecto del plan sea el deseado en uno de los grandes interrogantes de cara al partido de esta madrugada en el Chase Centre. Curry llegó a las Finales promediando 26 puntos y 6,2 asistencias en 33,6 minutos y en los cuatros duelos ante Boston registra 34,3 tantos y 3,8 pases de canasta en un tiempo de juego ligeramente superior: 37 minutos. A pesar de tener enfrente a la mejor defensa de la NBA su rating ofensivo -puntos que los Warriors anotan con él en pista cada 100 posesiones-, apenas ha bajado de 117 a 116,6. Y el argumento definitivo que cuestiona más aún el discurso de los Celtics es el de los triples: Steph firmaba un 38% en playoffs y en estas finales se va al 49% lanzando algo más, de 10 tiros a 10,5 por encuentro. Y si es forzado a penetrar o tirar de media distancia, Curry también está resolviendo: un 51% en lanzamientos de dos frente al 52% con el que llegó a la final pero con dos tiros más por partido en las Finales.
Boston ha logrado reducir asistencias casi a la mitad, si bien es cierto que todo lo que gana en este aspecto lo pierde en el de la mayor anotación, lo que explica que el rating ofensivo de Curry sea prácticamente igual. La buena noticia para los de Udoka es que el rating ofensivo de los Warriors se ha desplomado de 115 a 110,8 en estas finales y el número de asistencias de 28,4 a 22,8. También es cierto que el acierto de Curry desde el perímetro está siendo muy elevado y se podría esperar que lo bajara. Sin embargo, lo que más pesa y duele ahora son sus 43 puntos en el último partido.
“El número de los intentos de Curry de tres puntos es el que no nos gusta, tiró catorce veces y nueve de ellas en la primera mitad. Pero defendimos muy bien en algunos triples. Estaban bien cerrados y (si los mete) no hay nada que hacer”, analizó el entrenador de los Celtics tras el Game 4. Udoka también ha incidido en la previa que en lo que tienen que mejorar es en la faceta ofensiva, por lo que se entiende que de momento está conforme con la defensiva.
Pero el mejor triplista de la NBA representa una dicotomía, con otra cara que sonríe a Boston y preocupa en Golden State. Ocurre que el ataque de los Celtics orbita también entorno a Stephen Curry. Considerando tiros defendidos -más alguna ayuda mal ejecutada-, el ’30’ concedió 40 de los 116 puntos anotados por Boston en su triunfo en el Game 3 -el 34%-, produciendo 40 entre sus 31 puntos, 2 asistencias y alguna otra jugada en la que un pase suyo produjo una ventaja clara sin ser un pase de canasta directo. Es decir, un diferencial de 0.
En el cuarto partido, con victoria para los de los Bahía, los tantos permitidos bajaron a 31 -el 32% de los anotados por Boston-, y los producidos a 51 para dar un diferencial de +20. Pero le urge a Steve Kerr encontrar una solución ante tan frágil defensa porque no todas las noches Steph, aunque siempre produzca de manera generosa, va a fabricar semejante cantidad de puntos.
El dilema de la defensa a Curry en el pick and roll
Los Warriors no se distinguen precisamente por un equipo proclive a jugar el pick and roll -el segundo de la NBA que menos lo ha jugado este año- , pero el plan de los Celtics les ha hecho explotar esta vía con Curry. Defender el bloqueo directo en drop -el defensor del bloqueador se hunde ante el manejador mientras el defensor del manejador llega pasando el bloqueo del hombre grande-, implica dejarle a Steph un espacio temerario en el que dispone de tiempo suficiente para armar el triple sobre bote en lo que tarda en llegar el pequeño tras zafarse del bloqueo.
Como puntos a favor, el hombre grande de los Celtics –Robert Williams o Al Horford-, se protege ante la posible penetración al reducir espacio entre su ubicación y de la de la pintura, ya que saliendo al perímetro Curry es superior en el 1c1 a ambos. El drop, con el pívot retrocediendo, también permite cerrar una posible continuación al hombre grande -normalmente Draymond Green-, y los Celtics lo han demostrado defendiendo con éxito esta jugada en varias ocasiones en estas Finales, sobre todo en las dos últimas citas.
Pero el riesgo de esta estrategia está pudiendo más: 12 de los 27 triples de Curry anotados hasta el momento han sido en pick and roll, defendido en drop en todas las situaciones. 6 han sido en salidas de indirecto, otros 6 tras rebote o transición y otros 3 en uno contra uno en el perímetro en jugadas de 5c5 que no implicaron PNR. En el Game 3, Steph anotó 2 de los 6 triples defendidos en drop, serie que mejoró a 4 de 5 triples en el cuarto partido.
Aunque caracterizados por una versatilidad en todas sus piezas que permite que el equipo se sienta cómodo defendiendo con cambios, dos serían los temores de los Celtics a optar por otro plan en la defensa del PNR como el cambio. Uno es exponer demasiado a hombres grandes Williams o Al Horford en el perímetro, ya que aunque tengan buena movilidad siguen siendo inferiores a Curry en el 1c1 y ya se sabe que el señor de los triples maneja también varios recursos para fabricarse un triple sobre bote como el step-back.
Aparte, si decide penetrar y por lo tanto irse fácil del hombre grande, produce una situación de desventaja para la defensa al atraer que le dejaría el camino abierto para asistir y hallar liberados otros tiradores como Poole o Thompson. El otro inconveniente es el mismatch que se produjera en la pintura al quedarse Smart o White -defensores habituales de Curry-, con Green o Looney, lo que dejaría el roll abierto con tal diferencia de tamaño.
Pese a todo, aunque pudieran ser simples momentos puntuales, los Celtics comprobaron en el último cuarto del Game 4 que quizá la práctica pueda desmontar la teoría, ya que Curry sólo anotó en un tiro de dos en las cinco situaciones en las que Boston defendió el PNR con cambios: en dos Tatum se quedó con él y optó por un pase que no creó ventaja, en otras dos se quedó con Horford perdiendo ante Smart en una jugada -el base llegaba de pasar el bloqueo-, y fallando un lanzamiento de media distancia en otra. En la restante, penetró ante Tatum y anotó. De hecho, cuando el bloqueador no es un pívot -por ejemplo, Wiggins, alero-, la estrategia aplicada con más frecuencia es el cambio, lo que implica que sea Tatum el que se quede con Curry. El no haber hecho cambio de marca en los bloqueos indirectos al quedarse el grande también hundido es lo que también ha permitido Steph anotar varios triples sin oposición en ese contexto.
De lo que sí se pueden sacar conclusiones es que no es lo mismo que flote Al Horford a Curry que Williams: el dominicano ha recibido un 7/12 en triples defendidos a Stephen y el estadounidense sólo un 2/7. No sólo no los puntea mejor, sino que Williams no se queda tan hundido, intimida más a Curry lejos del aro y le hace dudar más de si tirar o no. La dupla Smart-Williams es la mejor para defender los PNR, aunque si ‘Time Lord’ es el único grande que juega los Celtics pierden la capacidad de tiro exterior que sí tiene Al Horford. Eso sí, Williams es duda para esta noche por molestias en la rodilla de la que se operó del menisco.
El ‘maquiavélico’ plan de los Celtics para atacar a Curry
En lo que sí hay convergencia es en la estrategia de Boston para explotar la defensa de Stephen Curry, aprovechando la superioridad física en cualquier emparejamiento ya sea para penetrar o tirar el triple y jugando el PNR para incrementar la desigualdad -por ejemplo, que Steph pase de estar con Smart a Tatum-, al defender los Warriors el bloqueo directo con cambio. O dar lugar a esa superioridad si el jugador que defiende Curry es White, el que menos problemas ha causado al ’30’. Implicar a Steph en la defensa del PNR es una conducta cada vez más habitual en los Celtics, ya que el porcentaje de pantallas en las posesiones en que Curry ha sido el defensa tras bloqueo aumentó del 21% del Game 1 al 30% del 3, anotando en este en un 67% de esas jugadas.
Si bien el base de los Warriors, para todos los lanzamientos de campo que ha tenido que defender, ha contestado bien a los tiros de dos (15/39 con un 38%), en el perímetro ha concedido un 9/18. Curry ha sufrido para defender a Smart (7/15 en tiros de campo y 5/9 en triples) y algo menos Tatum (5/11 TC y 2/5 en triples), mientras que ha dejado a White en sólo un 4/16 en lanzamientos. El manual de jugadas de Boston para aislar a Curry es de los más variado y se han visto incluso jugadas de pura pizarra en las que, aprovechando que la pintura está vacía con Al Horford en el perímetro, han llevado al base a jugar bajo el aro ante Smart tras corte de este como si el Mejor Defensor de la NBA fuera un pívot.
No obstante, la manera cómo defendieron los Warriors en el Game 4 las últimas seis jugadas en las que los Celtics intentaron mediante el PNR cambiar el hombre de Curry -dos con Brown y cuatro con Tatum-, sugieren que Steve Kerr ha podido tomar una decisión para reducir la sangría: que el bloqueado pase el bloqueo para seguir teniendo la misma marca y que Curry no tenga que cambiar. Al final, el jugador de Boston que pone siempre la pantalla es un ‘pequeño’ como White o Smart, con lo que si el bloqueado es un escolta como Thompson o un alero como Wiggins -más grandes-, no tiene que tener tantas dificultades para pasar el bloqueo y así dejar poco margen al manejador antes de refijar otra vez la marca. En las seis jugadas mencionadas, los Celtics sólo lograron anotar en una.