“Me gusta mucho que me llamen Martintxo, así me llaman los fisios”. La frase de Martin
Odegaard en su extensa entrevista con Radio Marca Donostia es el reflejo de cómo se siente en tierras guipuzcoanas y en la Real. “Estoy muy contento aquí, centrado y feliz. La Real es lo único que está en mi cabeza”, dice el noruego, que mañana ante el Leganés se perderá su segundo partido consecutivo por lesión.
Lo normal es que el Madrid quiera repescarle el próximo año, dado el nivel que está ofreciendo, aunque el compromiso de cesión es para dos temporadas. Por eso, Odegaard asume que continuar la próxima temporada no sólo está en su mano, sino que “depende de muchas cosas”. Y se explica: “El plan es quedarme aquí dos años, pero nunca sabes lo que va a pasar”. El noruego lleva años buscando una estabilidad y un hábitat que ha encontrado en la Real: “No es bueno cambiar demasiado”, significa. “Ahora estoy muy centrado aquí y no pienso en el Real Madrid, aunque mi representante habla mucho con ellos”, aduce, en un mensaje con algunos matices tranquilizadores y otros no tanto.
Cultura parecida a la noruega
Odegaard se siente como en casa en Donostia, entre otras cosas porque “la cultura de aquí es más parecida a la de Noruega que la del sur, Madrid por ejemplo”. Y explica: “La gente es muy tranquila”. Da clases de castellano dos veces por semana, apenas sale de su domicilio en Donostia y se cuida como un gran profesional del fútbol, prescindiendo de comidas como la pasta. En su quehacer diario figura un trabajo añadido en el gimnasio después de cada entrenamiento.
El crack de Drammen tuvo otras opciones para ir cedido el pasado verano, como la del Bayer Leverkusen, pero se decantó por la de la Real tras hablar con su agente, el exrealista Bjorn
Tore
Kvarme y posteriormente con Imanol
Alguacil: “El estilo del míster va muy bien conmigo y por eso estoy aquí. Desde el principio tuve la sensación de que la Real era un club para mí”.
Imanol grita más que Zidane, a mí también me aprieta en los entrenamientos
Son todo flores para Imanol
Alguacil, aunque reconoce que “grita más que Zidane” y “a mí también me aprieta en los entrenamientos”, aunque esto lo considera “muy importante para estar a tope”. Califica al oriotarra de “entrenador muy, muy bueno”: “Cada día aprendo algo de él”. Tampoco se corta el noruego a la hora de explicar qué le pide el preparador realista: “Que presione bien y gane los duelos sin balón y con balón, crear ocasiones y dar asistencias”.
Entiende a Imanol
Para Odegaard, Imanol “lo tiene todo muy claro. Me lo ha hecho todo más fácil porque cuando habla es muy fácil entender lo que quiere”. Ha habido una conexión sólida ahí desde el principio. Y también con el vestuario: “Tengo la suerte de jugar en un equipo muy bueno. Por eso ha sido mucho más fácil para mí. Estamos jugando muy bien”, apunta el ‘21’ de la Real. “Tenemos jugadores buenísimos. Oyarzabal, Merino, Portu…todos”, añade. Como han hecho varios colegas y su entrenador, pone en valor la labor de los menos habituales: “Los que no juegan aprietan todos los días. Es la clave para nosotros”, dice, antes de lanzar una frase lapidaria: “Nunca en mi vida he visto un ambiente así”, manifiesta.
Nunca en mi vida he visto un ambiente así
Siempre que su lesión se lo permita, que todo indica que así será, Martin
Odegaard no tendrá problemas contractuales para jugar el 23 de noviembre contra el Real Madrid, el equipo que tiene sus derechos. El club blanco no impuso la llamada ‘cláusula del miedo’ y el noruego podrá disputar este choque y el previsto para el mes de abril en Anoeta ante el conjunto merengue. No oculta el mago de Drammen que jugar contra el Real Madrid “es un poco especial”, entra otras cosas porque “tengo amigos en ese vestuario”, en el que hay “buena gente”. Sostiene que habla con frecuencia con jugadores como Federico Valverde y que ve todos sus partidos. Si tiene que quedarse con un jugador, cita a “Luca Modric, que me gusta mucho, pero todos son buenos”.
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