En una amplia entrevista concedida a ‘Aragón Digital’, el expresidente del Real Zaragoza Christian Lapetra repasó su trayectoria al frente del club aragonés y entre las muchas cosas de las que habló se refirió al polémico playoff de ascenso a Primera División tras el parón por la pandemia del Covid en el 2020. El Zaragoza era segundo antes de que se detuviera el campeonato y se encontraba en un momento de forma excepcional, pero se derrumbó después, acabó perdiendo la plaza de ascenso directo y posteriormente también la de promoción. Por medio, el famoso partido Deportivo-Fuenlabrada, que provocó un escándalo enorme.
Lapetra aseguró en dicha entrevista que ese playoff “fue un fraude absoluto de LaLiga y de la Federación. El partido del Fuenlabrada con el Deportivo se jugó 20 días después prácticamente con las mismas plantillas que podrían haber jugado al día siguiente. Había asombrosas relaciones familiares entre parte de la directiva del Fuenlabrada y LaLiga. Perjudicaron mucho al Real Zaragoza. Después de haber sido terceros y afrontar el playoff al terminar, seguro que éramos más candidatos que 20 días después”.
Todo ello provocó un conato de rebelión de la directiva zaragocista, que incluso llegó a contratar los servicios de un abogado. “Las casuísticas y legislar a posteriori nos hace pagar a algunos. El Real Zaragoza tuvo el problema del retraso y la adulteración de la competición. Estás anulando un partido mientras se juegan los demás: estás influyendo en los resultados. No voy a decir que hubo amenazas, pero sí presiones insistentes para que esa jornada se jugara sin ese partido. Y nos encontramos con el retraso ‘sine die’ de la competición”.
Ese retraso provocó que el Real Zaragoza no pudiera contar con su máximo goleador, Luis Suárez para jugar el plaoyff. “Los contratos tienen fecha de inicio y de finalización. Ahora añaden un “o hasta la finalización de la temporada”. Ese detalle permite una cobertura jurídica. El Watford, propietario de sus derechos, no nos lo cedió más. Él renunció a sus vacaciones, ofrecimos un seguro de lesión y un montón de cosas a su presidente, Gino Pozzo, pero no accedió. No pudimos más que protestar. Hemos sido molestos estos años en LaLiga y en la Federación porque somos el Real Zaragoza. Es fácil gobernar a los pequeñitos, pero nosotros, aun en nuestra situación, no nos dejamos”.
También reconoció que hubo enfrentamiento con Javier Tebas, entre otros. “Hubo tensiones y conversaciones subidas de tono con los directivos de LaLiga y de la Federación en torno a la finalización tan grotesca y escandalosa de la temporada ese año. También recibimos presiones. Eso va a quedar también para la historia. Fuimos los paganos de esa situación”.
Finalmente, explicó cómo afectó todo a posteriori. “El mercado para unos había empezado y para nosotros no. Teníamos que recuperar partidos. Seguíamos con limitaciones presupuestarias, porque mejorar un año no implica mejorar el siguiente. Nuestro mercado era finito, limitado, seguíamos in poder afrontar traspasos, buscando jugadores libres que iban fichando por otros clubes. Se iba limitando y haciendo más pequeño. Sufrimos las consecuencias muy seriamente. Coqueteamos con el descenso y, gracias a la llegada de JIM, salimos adelante”.