Hace cinco años, el “no puedo respirar” que repitió agonizante Eric Garner a los policías que le arrestaron en Staten Island se convirtió en el gran grito de protesta contra la brutalidad policial. Lo dijo 11 veces antes de morir. Sus últimas palabras reverberaron por todo Estados Unidos con manifestaciones multitudinarias que duraron semanas y detonaron reformas en las tácticas policiales. Este lunes arrancó en Nueva York el proceso disciplinario contra Daniel Pantaleo, el agente acusado de haberle estrangulado con una llave prohibida.
El incidente se remonta al 14 de julio de 2014. Garner, que entonces tenía 43 años de edad y pesaba 160 kilos, estaba vendiendo cigarrillos sueltos en la calle. Ya le habían arrestado en el pasado por lo mismo. Iba desarmado. Un vídeo tomado con un teléfono móvil muestra cómo discute con dos agentes. “Estoy cansado. Esto se acaba hoy”, se escucha decirles, “no estaba vendiendo nada”. Cuando le alcanzan el brazo, el hombre se resiste.
Pantaleo se acerca por detrás y le pone el brazo en el cuello mientras se acercan otros dos agentes. Les lleva una decena de segundos echarlo al suelo. En ese momento aparece un quinto policía, que ayuda a poner la cabeza en la acera mientras se escucha a Garner gritar que le falta el aire. Falleció asfixiado poco después, dejando huérfanos a seis hijos. La llave que supuestamente le aplicó está prohibida por el manual de patrulla.
La autopsia confirmó unas semanas después que Garner murió por la compresión que sufrió en el cuello y el pecho durante la restricción física que le aplicaron los policías. También pudieron influir los serios problemas que tenía de salud, por el sobrepeso. Los agentes, por su parte, dijeron que sufrió un ataque al corazón camino del hospital. El informe final de la autopsia nunca se hizo público. Pero la investigación interna de la NYPD determinó que la llave era ilícita.
Tanto el policía, a través de su abogado, como el sindicato de la NYPD negaron este extremo. El juicio que debe determinar si Pantaleo puede continuar sirviendo para los azules se espera que dure hasta el final de la próxima semana. Una veintena de testigos tienen previsto declarar durante el proceso. Si al final se determina que usó una llave de estrangulamiento prohibida, el comisario James O´Neill podrá decidir entonces si puede conservar su empleo o ser expulsado.
Compensación
Fred Davie, presidente del consejo que examina las denuncias civiles, cree que las evidencias presentadas son claras y por eso anticipa que Daniel Pantaleo será retirado del cuerpo de policía cuando concluya el proceso. Es lo que pide la madre, Gwen Carr. La ciudad ya compensó en julio de 2015 a la familia con 5,9 millones de dólares. Pero pese a aceptar el desembolso, dejaron claro que el dinero no era suficiente para que se hiciera justicia.
El abogado de Pantaleo dice que su cliente negará en su testimonio haber aplicado la llave de estrangulamiento y que su brazo estuviera en el cuello de Garner cuando gritó el “no puedo respirar”. “Si se mira el vídeo fotograma a fotograma es muy diferente de si se hace en tiempo real”, explica el letrado Stuart London, simplemente estaba realizando un arresto utilizando la técnica del cinturón de seguridad”.
El proceso disciplinario contra Pantaleo quedó en suspenso para no interferir en una investigación del Departamento de Justicia. El sindicato de policía pide que se trate al agente de una manera justa. Considera que es inocente y recuerdan que el gran jurado decidió no presentar cargos penales tras revisar las mismas evidencia. También está previsto que se inicie un juicio disciplinario a su supervisor, Kizzy Adonis.
La NYPD retiró la placa y al arma al agente durante la investigación. El abogado de Pantaleo insiste en que es importante que se tengan en cuenta todos los factores que influyeron en la muerte de Garner, como su estado de salud. Es más, asegura que el desenlace habría sido similar si hubiera escapado. “Creemos que si no se hubiera resistido al arresto”, afirma, “esto no hubiera sucedido”. La madre respondió diciendo que son unos “manipuladores”.
Jonathan Fogel, fiscal del consejo disciplinario, insistió en su primera intervención en el juicio que el policía utilizó “explícitamente” un tipo de llave que está prohibida y que provocó una “cascada letal” que culminó en el paro cardíaco y la muerte de Eric Garner. “No se merecía haber sido sentenciado a muerte por unos holgazanes”, concluyó.
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