El policía que murió defendiendo el Capitolio falleció por causas naturales

La ceremonia en honor al policía Brian Sicknick, en una imagen del 2 de febrero pasado en el Capitolio.
La ceremonia en honor al policía Brian Sicknick, en una imagen del 2 de febrero pasado en el Capitolio.BRENDAN SMIALOWSKI / AFP

Brian Sicknick, el agente de policía que murió defendiendo el Capitolio del asalto de una horda de seguidores de Donald Trump el pasado 6 de enero, falleció en acto de servicio, pero no a consecuencia del ataque de los vándalos. El agente, cuyo cuerpo fue velado con honores en la Rotonda del Capitolio, sucumbió a un accidente vascular, lo que complica los intentos de atribuir su muerte a alguno de los asaltantes, según ha informado este lunes el diario The New York Times.

El oficial de policía, que tenía 42 años y era veterano de la guerra de Irak, había sufrido varios episodios vasculares horas antes de hacer frente a los insurrectos y murió por causas naturales, ha revelado este lunes el forense Francisco J. Diaz. Las autoridades atribuían hasta ahora su muerte a dos asaltantes, que le rociaron con un espray de un producto químico no identificado cuando se enfrentó a ellos en el exterior del edificio.

La autopsia no ha encontrado huellas de una reacción alérgica a ningún producto químico, tampoco heridas exteriores o internas, según explicó el forense al diario The Washington Post, el primero que dio la noticia.

El agente Sicknick fue uno de los cinco muertos que dejó el ataque a la sede del Congreso. El resto de víctimas mortales fueron manifestantes. Una mujer, Ashli Babbitt, resultó muerta tras recibir un disparo de otro policía. Dos personas más perdieron la vida tras sufrir sendos infartos y la última baja fue accidental, según detalló el forense.

El agente Sicknick, a cuyas honras fúnebres en la Rotonda del Capitolio asistieron el presidente de EE UU, Joe Biden, y su esposa, Jill, murió tras sufrir varios “infartos agudos del tronco encefálico y cerebeloso debido a trombosis de la arteria basilar”, es decir, una forma grave de infarto cerebral. La arteria que irriga el tronco del encéfalo fue bloqueada por un trombo y el flujo sanguíneo al cerebelo en la parte posterior del cerebro se interrumpió, explica el diario. Este tipo de infartos cerebrales suelen ser fatales.

Dos de los vándalos que tomaron al asalto el edificio, George Pierre Tanios, de 39 años, y Julian Elie Khater, de 32, fueron acusados el mes pasado de atacar al agente Sicknick, pero a la espera de las pruebas concluyentes de la autopsia las autoridades los vincularon únicamente al ataque con espray “directamente sobre su rostro y ojos”, no a su muerte. En un comunicado publicado este lunes, el Departamento de Policía del Capitolio dice aceptar las conclusiones del forense, que “no cambian el hecho de que el agente Sicknick murió en acto de servicio, defendiendo con valentía el Congreso y el Capitolio”.

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