Sin Draymond Green no hay paraíso. Sin Draymond Green no hay anillo. No es un tiro al aire, sino la verdad absoluta de Steve Kerr.
“Si Draymond no vuelve, no vamos a ser un contendiente al campeonato. Lo sabemos, él es importante para ganar y ser quiénes somos”, dijo el entrenador de los Warriors en mayo nada más ser eliminados por los Lakers en Semifinales de Conferencia. Pese a reconocer el impacto a nivel de confianza que había tenido en el vestuario el puñetazo a Jordan Poole del bullicioso interior en el vestuario.
Green ha declinado la opción de jugador que le permitía renovar automáticamente por un año más con Golden State y poco han tardado los Warriors en tender la mano al ala-pívot. Pocas horas después de que trascendiera la noticia, comparecían el propietario de la franquicia de San Francisco, y su nuevo General Manager, Mike Dunleavy Jr, en sus hombros ahora la responsabilidad de que la salida de su exitoso antecesor, Bob Myers, no se convierta en traumática.
“Queremos a Draymond de vuelta”, dijo Dunleavy Jr. “Lo que él significa en cuanto a esta organización y este equipo, ganar al más alto nivel. Sentimos que tenemos que tenerle”, insistió el ejecutivo.
Como en casa en ningún sitio, y puede que los Warriors no tengan nada de que preocuparse si Green escucha a sus sentimientos de toda la vida y se queda. Pero el interior ejercerá su legítimo derecho de buscar un último gran contrato en la agencia libre a sus 33 años -sea con Golden State u otro equipo-, aprovechando el tirón de la que ha sido otra temporada más de su ‘prime’.
“Sin Draymond Green de vuelta no seremos contendientes al anillo”
El ’23’ ha registrado en temporada regular 8,5 puntos, 7,2 rebotes, 6,8 asistencias, un 52,7% en tiros de campo y un decente 30,5% en triples, quizá insuficiente en el baloncesto actual pero suficiente como para que añada la amenaza exterior en su amplia amalgama de virtudes, en la que nunca se valorará lo suficiente su visión de juego.
En una estadística que lo dice todo sobre una trascendencia en el equipo que permanece intacta, los Warriors registraron un net rating de -7,3 sin Draymond Green en pista y un +3 con él. Otro motivo más para pensar que ofertas no le faltarán como apunta ‘The Athletic’.
Los Warriors tienen un problema y no poco complejo: lo quieren todo y más. En la Bahía siguen creyendo que, por muchos años que sumen sus puntales –Stephen Curry tiene 35, Klay Thompson 33 y Green también 33-, el actual equipo que ha dado lugar a la dinastía de la NBA por excelencia de la última década todavía puede enfundarse un quinto anillo.
El gran pero es lo insostenible que es económicamente mantener este equipo con el añadido de querer mejorarlo, algo que será más complicado aún bajo el nuevo y estricto convenio colectivo, que sanciona a los equipos que pasen del límite de los 179 millones con medidas como no poder utilizar la excepción de nivel medio, dinero en traspasos o adquirir jugadores en el mercado de ‘buyouts’.
Los Warriors tienen ahora mismo 211 millones en salarios de cara al año que viene -el que más de la NBA-, con una plantilla cuyo coste se iría por encima de los 500 con la tasa de lujo. La posible salida de Jordan Poole se había señalado como una de las soluciones para aliviar la tensión financiera que sufre Golden State.
El impacto negativo tanto a nivel deportivo como de vestuario en playoffs -se las tuvo con Curry al descanso en uno de los encuentros contra los Lakers-, unido a que el escolta entrará en el primer año de su millonaria extensión -28,7 millones el próximo curso-, eran motivos para pensar en ello. Pero no parece que vaya a ser el caso.
“Planeamos tener a Jordan por lo menos cuatro años más”, aclaró Mike Dunleavy Jr, tan tajante con la situación del escolta como la ciega confianza en el actual roster y lo que necesita para revertir el decepcionante resultado de este último curso, que acabó con la defensa del título en Semifinales de Conferencia.
“El resto del roster (tras mencionar a Draymond Green) es un grupo que probablemente necesite ser mejor en cuanto a jugar juntos y conectados, algo que miraremos de resolver este verano. Algo que, por cierto, no es sólo externamente, también internamente, trabajando juntos y todas esas cosas. Mira los Nuggets. Había sintonía en esos chicos y es como estábamos en 2022. Podemos volver a ese sentimiento, a esa perspectiva, y, dado nuestro talento, nos dará la oportunidad de competir por el título”, argumentó el nuevo General Manager de los Warriors.
Con la firme idea de mantener el resto con Green y Poole incluidos, se hace difícil pensar por dónde pueden recortar los Warriors, intocables Curry (52 millones), Thompson (43), Poole (28,7) y Andrew Wiggins (24) como contratos más altos, sin que parezca que Golden State vaya a traspasar a Kevon Looney (8,5) y un Gary Payton II (8,7) que tuvo que recuperar después de se fuera a los Blazers dados los problemas defensivos en el perímetro y de consistencia de banquillo que han acuciado al conjunto de California esta campaña.
Los 211 millones previstos en sueldos de cara al próximo curso incluye los 27 que hubiera cobrado Green en caso de activar su ‘player option’. Una posible alternativa para Golden State podría ser que el ala-pívot estuviera dispuesto a percibir menos con un contrato más a la baja a cambio de un vínculo multianual.
A partir de aquí, muchas incógnitas, con JaMychal Green y Anthony Lamb entrando en la agencia libre, Donte DiVincenzo con opción de jugador, un Andre Iguodala que todavía no ha confirmado que vaya a retirarse y, sobre todo, lo que vaya a pasar con los jóvenes. Los Warriors tienen opción de franquicia para renovar a Jonathan Kuminga (6) y Moses Moody (4), dos jóvenes que acumularon buenos momentos en el último curso.
La plantilla de la próxima temporada le va a costar más de 500 millones a los Warriors
Los jóvenes valores representan otro dilema para Golden State, con la idea de ir desarrollándolos a la vez que apurando los últimos años de su generación dorada para que la transición de una generación a otra sea lo menos abrupta posible y no haya que empezar de nuevo con una reconstrucción desde abajo.
Dos ideas que han entrado sobre todo en conflicto este reciente curso, sin que los jóvenes hayan acabado de alcanzar un rol importante como el que ya tiene Poole con unos Warriors con poco margen para experimentos ante la exigencia de defender el título, con la irregularidad dada sobre todo por la inconsistencia fuera de casa como agravante.
La falta de paciencia necesaria -así como la delicada situación financiera de la franquicia-, empujaron a Golden State hacia el absoluto fracaso con James Wiseman, teniendo que traspasar a los Detroit Pistons al número 2 del draft de 2020, considerado uno de los estandartes sobre los que se iba a reconstruir el futuro de los Warriors. Poco tardó su propietario, Joe Lacob, en lamentar la salida del pívot en público.
Como reconoció ayer al propio Dunleavy Jr, la franquicia de la Bahía deberá reflexionar sobre qué hacer con el posible ‘overbooking’ de jóvenes que tenga en el roster tras el draft, pues los Warriors tienen el pick 19 de primera ronda y los ‘rookies’ Patrick Baldwin y Ryan Rollins, seleccionados en la lotería del año pasado, tienen contrato vigente, con 2,3 y 1,7 millones a percibir la próxima campaña.
Aparte de una mayor fiabilidad del banquillo, una de las más urgentes necesidades de Golden State es la de contar con un pívot con tiro de tres, algo esencial en la NBA actual y que no tiene Looney ni pueden ofrecer en dosis consistentes como interiores ni JaMychal Green ni Draymond Green. Y que los Warriors echaron mucho de menos en la eliminatoria ante los Lakers para incomodar a Anthony Davis, factor decisivo con su impacto defensivo.
“Tenemos que estar más juntos y conectados”
Muchos interrogantes con el del alto coste de la plantilla acaparando la curiosidad. Aunque, según se desprendió de la comparecencia de Mike Dunleavy al lado de Lacob, el dinero no parece ser problema para los Warriors:
“Creo que se puede hacer mucho con todos los desafíos que se nos presentan, sea un roster que está envejeciendo, el nuevo convenio colectivo con algunas limitaciones y lo de más que se pueda mencionar. Somos conscientes de todas esas cosas, pero también sentimos que estamos en una gran posición porque tenemos un dueño competitivo dispuesto a gastar, un grupo que está unido, que tiene buena sinergia, buenos procesos, buena toma de decisiones. Estamos seguros de poder navegar en ello”, zanjó el General Manager de unos Warriors que lo quieren todo en el futuro, pero sin renunciar a absolutamente nada de su presente empezando por Draymond Green. Verano de mucho trabajo el que se presenta en la Bahía.