El PP ensalza a Almeida como barón madrileño ante la ausencia de Ayuso en la convención


El conflicto de Génova con Isabel Díaz Ayuso por el control del PP de Madrid ha provocado una jornada anómala este miércoles en la convención nacional de los populares. El cónclave, itinerante, recala en Madrid, y la presidenta de la comunidad autónoma y principal figura ascendente del PP no participa. La ausencia de Ayuso este miércoles se debe a que se encuentra de viaje en Estados Unidos, pero la ausencia total de la presidenta madrileña, que podría haber intervenido por videoconferencia, se explica por la pugna con la dirección nacional. Génova recela de Ayuso y rechazó que participara de forma telemática desde el continente americano. En su lugar, el PP ha concedido el protagonismo de la jornada madrileña a José Luis Martínez Almeida, alcalde de la capital y principal contrapeso de Ayuso en el poder madrileño, que se ha llevado un largo aplauso del auditorio. En la cita ha reaparecido también Esperanza Aguirre, que se ha dejado ver tras haber convulsionado al PP por su respaldo a Ayuso para liderar el partido con unas explosivas declaraciones. El problema madrileño eclipsa las muestras de apoyo que está recibiendo Casado de exlíderes europeos afines a los que ha invitado a la cita: el último, este miércoles, el de Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia.

Esperanza Aguirre saltó a la palestra para apoyar a Ayuso en su pelea por liderar el PP de Madrid. Lo hizo descolgándose con duras críticas contra los dirigentes del aparato de Génova y del equipo del alcalde, a los que llamó “niñatos” y “chiquilicuatres”. Este miércoles se ha reencontrado con ellos. La expresidenta madrileña está retirada de la política tras dimitir por los casos de corrupción en sus gobiernos, pero estaba invitada como miembro de la junta directiva del PP madrileño, explican en el partido. Aguirre no ha querido pasar desapercibida y ha buscado que las cámaras la retrataran charlando con Almeida y con Casado. Luego se ha sentado en primera fila, junto al líder del PP, a escuchar los debates. Preguntada sobre si buscaba hacer las paces con la dirección y el alcalde tras sus críticas, se ha limitado a contestar: “Nunca he estado en guerra”.

El PP celebra su convención con el melón del PP madrileño abierto. La ausente Ayuso estaba muy presente en la cita de este miércoles. Incluso desde Sevilla, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha reconocido que existe un “problema” por este asunto en el Partido Popular. “Ese problema se va a solucionar por los cauces del partido. No le veo más calado y trayectoria”, ha afirmado al ser preguntado al respecto, informa Lourdes Lucio.

Génova no da su brazo a torcer, aunque en la cúpula hay división de opiniones y algunos dirigentes creen que Ayuso presidirá el PP de Madrid, se pongan como se pongan. Fuentes oficiales de la dirección nacional aseguran, en cambio, que el debate “no toca” y eluden aclarar si apoyarán a Ayuso para que lidere la formación. En todo caso, sostienen que el congreso del PP de Madrid se celebrará en 2022, cuando estaba previsto, y no antes, como quiere Ayuso. El alcalde de Madrid mantiene, por su parte, la incógnita sobre si presentará su candidatura. Pero la pugna es en realidad entre Génova y Ayuso, porque Almeida ―aunque tiene criterio propio― actúa alineado con los intereses de la dirección nacional.

La dirección ha erigido como barón madrileño este miércoles a Almeida ante la silla vacía de Ayuso. El alcalde ha recibido un largo aplauso del auditorio, el más prolongado hasta la fecha en la convención. Después, no ha escatimado elogios al líder del PP. “Presidente, gana las elecciones y hazlo lo antes posible”, le ha pedido a Casado.

El líder del PP trata de esquivar el problema mientras suma apoyos de exlíderes europeos de la familia conservadora. Este miércoles ha compartido charla con Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia, condenado por corrupción el pasado mes de marzo. El político francés no ha tocado ese asunto ―salvo por una referencia velada a las “cicatrices” que lleva en el cuerpo por la política― y se ha referido a la situación política de España. “El separatismo”, ha dicho en referencia a los independentistas catalanes, “no es simplemente un problema de España”. “Si España se desuniera, toda Europa podría pagar este precio”, ha advertido. “Solamente hay una España, una España unida. Con una capital, que es Madrid, y una corona que representa la unidad de España. Esto no puede cambiar, nunca”. Sarkozy también ha confiado en que Casado será presidente. “Hace 11 años, la primera vez que vi a Pablo Casado en el Elíseo, le dije que iba a ser presidente del Gobierno de España”.

Casado ha aprovechado la presencia del expresidente francés para hacer una analogía entre los terroristas de la sala Bataclan ―los atentados yihadistas de 2015 en París en los que murieron 130 personas― y Bildu, un partido político que condena la violencia en sus estatutos. La analogía buscaba acusar a Pedro Sánchez de pactar con terroristas, por el posible apoyo de Bildu a los próximos Presupuestos generales. “¿Alguien entendería que Sarkozy hubiera pactado con los terroristas del Bataclan?”, ha interpelado Casado de forma retórica ante la mirada del político francés. Al final, delante de Sarkozy, Casado ha tenido que hablar también de Ayuso, y justificar su ausencia como anfitriona del acto. “La presidenta no ha podido venir porque tenía un viaje agendado desde hace un mes, pero te manda un saludo muy fuerte”.

Mientras, Ayuso sigue haciendo las Américas. Este miércoles, la presidenta madrileña está en Washington, donde mantendrá reuniones con el presidente del Banco Iberoamericano de Desarrollo, en el Council of Foreign Relations y en el Capitolio. A pesar de la tensión con Génova, Ayuso ha terminado adelantando el regreso de su viaje para asistir el fin de semana a los actos de clausura de la convención del PP en Valencia. El PP busca una foto de unidad en torno a Casado, aunque cuando las cámaras se apagan el conflicto interno sigue abierto.


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