El PP reclama abrir el Congreso para que comparezca la mitad del Gobierno


El PP tiene prisa. Desde las elecciones madrileñas del pasado mayo, pregona a los cuatro vientos el mismo mensaje, que este martes reiteró su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra: “El cambio político ya está en marcha en España”. En esta estrategia de desgaste continuo, los populares pretenden acelerar la reanudación de la actividad parlamentaria para someter a escrutinio a la mitad del Gobierno. Este miércoles llevarán a la Diputación Permanente las solicitudes de comparecencia extraordinaria del presidente y de 10 de sus ministros, casi la mitad del Gabinete. Entre las cuestiones que el PP considera urgente abordar figuran desde la crisis afgana o el precio de la luz al parón en las nacionalizaciones de sefardíes.

El Gobierno ya ha accedido a dar explicaciones en la Cámara sin esperar a que se reanude en septiembre el periodo de sesiones. Para anticiparse al debate de este miércoles en la Diputación Permanente, el Ejecutivo anunció que la próxima semana comparecerán, a petición propia, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera; el de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; y la de Sanidad, Carolina Darias, en cada una de sus comisiones del Congreso correspondientes. Los tres ofrecerán explicaciones sobre los asuntos que el Gobierno ha considerado más urgentes: los precios de la luz, la crisis en Afganistán y la campaña de vacunación. Lo que ha descartado el Ejecutivo es que sea Pedro Sánchez quien acuda, como ha venido reclamando reiteradamente el PP y también Ciudadanos.

El anuncio de la comparecencia a petición propia de Ribera sobre la tarifa eléctrica desactiva de antemano la posibilidad de algún roce entre PSOE y Unidas Podemos (UP) en la Diputación Permanente sobre uno de los temas que más dividen ahora mismo a los socios del Ejecutivo. UP ha presentado una propuesta de medidas urgentes, rechazada en principio por Ribera, pero que la formación izquierdista está dispuesta a defender contra viento y marea, y más tras algunos apoyos recibidos, como el de este mismo martes del exministro socialista y expresidente de Red Eléctrica Jordi Sevilla. Una vez que el Gobierno ha pedido que la responsable de Transición Ecológica acuda la semana que viene al Congreso, los socios del Gabinete votarán juntos contra todas las solicitudes del PP, según anticiparon fuentes de Unidas Podemos.

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El Gobierno también ha neutralizado otro de los flancos por los que el PP había buscado una brecha, la crisis en Afganistán. Toda la semana pasada fue un clamor de los populares contra Sánchez por no interrumpir sus vacaciones, al tiempo que sembraban dudas sobre el proceso de evacuaciones en Kabul. Los calurosos elogios al Gobierno de la Comisión y el Consejo Europeo, así como los acuerdos con el presidente de EE UU, Joe Biden, para que ambos países colaboren en la operación, han desarmado las críticas de los populares. Su líder, Pablo Casado, rebajó tanto el tono este martes que hasta la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, celebró que “haya recuperado su sentido de Estado”.

Con todo, los populares van a defender en la Diputación Permanente la convocatoria de un pleno extraordinario para que Sánchez dé cuenta de su actuación en la crisis afgana. También reclaman otro pleno para que el presidente explique su posición ante la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el estado de alarma. Además el PP considera urgente que desfile por las comisiones de la Cámara la mitad del Gobierno: ha pedido tres comparecencias del ministro de Exteriores, dos de la vicepresidenta Ribera y de la titular de Sanidad, y una cada uno de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y de los responsables de Presidencia, Industria, Hacienda, Transportes, Política Territorial y Justicia.

Una vez que se ha desinflado la ofensiva sobre la crisis afgana, la portavoz del grupo popular reorientó este martes el foco hacia la factura de la luz. Con su extensa solicitud de comparecencias, apuntó Gamarra, el PP trata de llamar la atención sobre un Gobierno que “no considera suyos los problemas de los españoles”. Entre esos problemas que los populares piden tratar por la vía de urgencia figuran desde la última visita de Sánchez a Estados Unidos, hasta la opa de IMG sobre Naturgy, los acuerdos con la Generalitat, la campaña de vacunación, la situación en Nicaragua o la concesión de la nacionalidad a los judíos sefardíes.

Ceuta, fuera del debate

Entre la prolija lista de temas que abordará la Diputación Permanente del Congreso ha quedado fuera uno de los asuntos que más ocupa al Gobierno: la frustrada repatriación de los menores marroquíes llegados a Ceuta durante el aluvión de mayo. Para el PSOE no deja de ser un alivio, porque así se ahorra un debate en el que inevitablemente afloraría el malestar que esa operación ha suscitado en sus socios de Gobierno y en sus habituales aliados de la izquierda parlamentaria.

El PP no ha incluido entre sus peticiones urgentes este asunto, sobre el que los populares se han pronunciado en los últimos días con cierta sordina y sin aclarar si apoyan las repatriaciones. Y eso que la pasada semana el propio Casado señalaba en un tuit que uno de los motivos para reclamar la comparecencia urgente de Sánchez era la “crisis migratoria en Ceuta”. A los titubeos del PP en este caso se une el silencio clamoroso de Vox, siempre dispuesto a pedir mano dura con la inmigración irregular.




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