El Prado ingresará 19 millones de euros menos en 2020


El Museo del Prado dejará de ingresar 19 millones de euros en 2020, según fuentes de la dirección. Esta cantidad supone una pérdida del 65% de sus ingresos propios. Solo la partida de salarios costaría al museo más de 22,4 millones de euros. El aviso lo ha hecho público la institución cultural más importante del país en el balance de las cuentas de 2019, que han cerrado ahora y publicado en el BOE. El Prado es el primer museo en cifrar las pérdidas económicas que va a provocar la emergencia sanitaria ocasionada por la covid-19. El año anterior a la pandemia, el museo alcanzó 27,4 millones de euros de ingresos propios y 16,1 millones de euros de ayudas públicas. Para 2020, la previsión antes de la crisis era llegar a los 29 millones de euros.

Antes de la declaración de estado de alarma, en marzo, la marcha del Prado era extraordinaria y en dos meses el número de visitantes crecía un 10% sobre solo en los dos primeros meses del año anterior. Ni siquiera durante la crisis financiera de 2008, la institución había atravesado una situación similar. “La caída de ingresos en 2020 se está compensando en el ejercicio actual por el remanente de tesorería, que se eleva a unos 20 millones de euros. El remanente es el resultado de los excedentes presupuestarios positivos conseguidos por la institución”, aclaran fuentes de la dirección del museo. De hecho, parte de esa cantidad estaba comprometida por la dirección, antes de la pandemia, a las obras de reforma del Salón de Reinos, cuya reapertura estaba prevista en 2024.

La situación se ha visto agravada porque el museo ha hecho una transferencia al Tesoro Público de 4,3 millones de euros, por orden de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en aplicación al Real Decreto del 31 de marzo que obligó a desprenderse, en mayo, del remanente de tesorería “para atender los gastos para combatir la crisis sanitaria”. El artículo 49 de aquel decreto establecía que los organismos autónomos y otras entidades integrantes del sector público y estatal debían atender a este requerimiento de las “disponibilidades líquidas” para pagar los gastos de la pandemia.

Buena taquilla

Por otro lado, el año anterior a la crisis sanitaria fue bueno para las cuentas del museo, tal y como reflejan los balances publicados: la taquilla, principal fuente de ingresos propios, creció durante el Bicentenario mucho más de lo que esperaban y cerró en 22,6 millones de euros, un 22,1% más que los datos de 2018. Llama la atención que, a pesar de los fastos y el foco de atracción que supuso el año, el Prado perdió en patrocinadores un 22% de las aportaciones y cerró en 5,3 millones de euros.

Además, con la celebración de los dos siglos de vida, la dirección decidió limitar el alquiler de las piezas de la colección a otros museos y se dejó notar en las cuentas, capítulo por el que han ingresado 1,7 millones (el año anterior fueron 4,2 millones). Por el arrendamiento de espacios el museo recaudó 1,1 millones de euros. Los gastos de personal crecieron en dos millones, situándose en 22,4 millones de euros, una cantidad similar a la recaudada por la taquilla.

Una de las novedades aparecidas en estas cuentas es el criterio de valoración de las obras de arte localizadas, “para que puedan ser incorporadas al balance del organismo”. La conclusión es que no se puede calcular el valor de las obras que conserva la institución, porque la valoración de la que se dispone en algunos casos está expresada en monedas que ya no existen y “cuya conversión a euros no se puede efectuar”. Fruto de su investigación, el museo hace público que el valor del 90,5% del patrimonio que custodia no se puede conocer. Cataloga un total de 33.829 obras y solo está en condiciones de fijar el valor de 3.195 de ellas.


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