Están leyendo bien. El peor precedente de la historia del Girona en Liga fue contra el Real Valladolid. Los pucelanos ganaron al entonces ‘Gerona FC’ por un abultado 8-1 en el José Zorrilla. Corría la octava jornada de la temporada 1958/1959 en Segunda División y, precisamente, terminó con el Valladolid líder y el conjunto rojiblanco penúltimo en una tabla formada por 16 equipos.
Si bien no es ni mucho menos el mejor precedente para encarar el partido frente a los blanquivioletas, los catalanes deben aferrarse a acontecimientos mucho más cercanos para reposar en ellos toda su confianza.
Durante la pasada campaña, compartiendo categoría, los vallisoletanos no fueron capaces de lograr ninguna victoria frente a los de Míchel. El partido de Montilivi lo resolvió Stuani de penalti en un ajustado 1-0 y, en el partido de vuelta, Samu Saiz puso el empate a dos en el último minuto de encuentro. Samu fue precisamente quién marcó en la última jornada, también sobre la bocina, para dar el empate a los suyos.
No todo acaba aquí. La afición ‘gironina’ también tiene motivo para creer en clave banquillo. Míchel no sabe lo que es perder frente al Valladolid ni frente a Pacheta. En los seis encuentros que el técnico vallecano se ha enfrentado a la entidad dirigida actualmente por Ronaldo Nazario, ha ganado tres y ha empatado otros tres. Frente a Pacheta se mantiene la fórmula. De cuatro encuentros frente al técnico castellanoleonés, dos han acabado con victoria y otros dos en tablas.
Así pues, aunque en el fútbol pueda pasar de todo, en Girona tienen suficientes precedentes para pensar en positivo, más allá de que su peor precedente histórico sea el rival que vuelva a pisar Montilivi en la quinta jornada de Liga. El conjunto catalán ya sabe lo que es ganar en casa y están convencidos de que podrán lograr un buen resultado frente a un rival directo.