Si este fin de semana te apetece hacer una escapada con tu familia o amigos y no sabes qué destino escoger, ¿qué te parece visitar este precioso pueblo de La Rioja y desconectar de la rutina entre viñedos? Situado al pie de la Sierra de la Demanda y con una población de 220 habitantes, es un lugar increíble donde parece que el reloj se paró hace varios siglos.
Se trata de San Millán de la Cogolla, con el Monasterio de Suso y el Monasterio de Yuso, declarados Patrimonio de la Humanidad, como principales atractivos. El Monasterio de Suso es propiedad del Estado, y en él ya no hay actividad religiosa. Mientras, en el Monasterio de Yuso, alberga desde finales del siglo XIX una pequeña comunidad de agustinos recolectos.
¿Qué ver en San Millán de la Cogolla?
«San Millán de la Cogolla es un municipio de la comunidad autónoma de La Rioja en España situado al pie de la sierra de la Demanda, en la vertiente oriental que separa la meseta del valle del Ebro, a 728 m de altitud sobre el nivel del mar, y a orillas del río Cárdenas. Aunque no está situado exactamente en el Camino de Santiago, muchos peregrinos se desplazaban hasta allí para luego retomar la ruta jacobea», explica ‘La Rioja Turismo’.
La visita al Monasterio de Suso es una visita obligada en San Millán de la Cogolla. En el interior alberga las tumbas de los Siete Infantes talladas en piedra, así como un claustro que seguro te dejará sin palabras. La iglesia, cuyo origen se remonta al siglo X y de estilo mozárabe, conserva una necrópolis del primitivo Monasterio.
El Monasterio de Yuso es otra de las visitas que no puedes perderte en la localidad. El Salón de los Reyes es una de las estancias que más llaman la atención, donde comienza la ruta guiada. Continúa por el Claustro Bajo, la Iglesia Catedralicia, la Sacristía, el Claustro Superior y una sala de exposición.
Senderismo
Para conocer de primera mano el entorno natural de San Millán de la Cogolla, hay varias rutas de senderismo que merecen mucho la pena.
El itinerario entre San Millán de la Cogolla y Berceo es uno de los que más merece la pena. Una ruta circular de 8,40 kilómetros cuya dificultad técnica es moderada. Comienza en la plaza que hay frente al acceso al Monasterio de Yuso y está muy bien señalizada. El desnivel es de 295 metros.
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