El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha anunciado este jueves que se deportará de forma inmediata a los migrantes que participen en altercados violentos como el sucedido el pasado martes en el campamento de acogida de Las Raíces, en La Laguna (Tenerife), y en el que se registraron tres heridos graves. El dirigente socialista, en la primera reacción de su Ejecutivo tras el episodio violento, defendió la labor de la Policía, que sofocó el altercado, y de la ONG Accem, que gestiona el campamento, en el que se alojan 1.464 personas llegadas en patera a Canarias.
La pelea del martes entre inmigrantes de nacionalidad senegalesa y marroquí es uno de los sucesos violentos más graves de cuantos se han registrado en el campamento de Las Raíces desde que esta instalación, concebida para 1.200 personas, abrió sus puertas a principios de este año. La reyerta tuvo que ser sofocada por agentes antidisturbios de la Policía Nacional, y el miércoles el juez de guardia envió a prisión incondicional a cinco de los ocho migrantes —todos de nacionalidad marroquí— que supuestamente tuvieron mayor protagonismo en las agresiones.
Este jueves, el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, en un intento de aplacar una situación cargada de tensión, ha anunciado que se deportará de manera inmediata a los migrantes que participen en altercados similares. En realidad, la decisión de expulsar de España a un inmigrante irregular no entra en las competencias del Gobierno regional sino en las del Ministerio del Interior.
“Ante situaciones de emergencia hay que poner orden”, ha manifestado este jueves el presidente canario en una rueda de prensa en Tenerife. Desde su apertura, han abundado las quejas de sus residentes sobre las condiciones de vida en el centro y la calidad de la alimentación. Las protestas también recogen fricciones habituales entre grupos de distinta nacionalidad.
Desde que en 2019 se reactivó la ruta migratoria desde África a Canarias, una de las más peligrosas que existen para llegar a territorio europeo, unos 30.000 migrantes han llegado a las islas en pateras o cayucos. Alrededor de 23.000 han logrado salir del archipiélago en su ruta hacia la Península u otros países europeos, y en los recursos de acogida de las islas quedan unas 7.000 personas, ha detallado este jueves Torres.
Este miércoles, un pesquero ha localizado un cayuco, con un número aún no determinado de personas a bordo, a unos 67 kilómetros al sur de Tenerife, según Salvamento Marítimo, que envió una de sus lanchas de rescate para trasladarlos al puerto de Los Cristianos. El organismo de salvamento, dependiente del Ministerio de Transportes, ha mantenido este jueves abierta una alerta sobre la salida de un cayuco con 47 personas, que partió hacia Canarias el sábado pasado desde la costa de Nuakchot (Mauritania).
Esta embarcación se suma a otras dos rescatadas el miércoles por la noche al sur de Fuerteventura, con un total de 124 personas a bordo. La primera, con 65 ocupantes, fue remolcada a Puerto del Rosario, en Fuerteventura, mientras que la segunda, con 59 migrantes de origen subsahariano, fue trasladada a Arguineguín, en Gran Canaria. Ambas coincidían con las alertas transmitidas por las ONG a las autoridades. La de 65 personas con una zódiac que salió de Tarfaya (Marruecos) a las tres de la madrugada del miércoles, y la de 59, con otra neumática que partió más al sur, desde Cabo Bojador (Sáhara), el martes sobre las 22.00.
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