El presidente argentino, Alberto Fernández, reconoció que la violencia y el crimen organizado son “un problema muy serio” y que “algo más habrá que hacer” después de que en Rosario, ciudad natal de Leo Messi, se produjera un ataque contra un supermercado de la familia de Antonela Rocuzzo, mujer del jugador del PSG, y amenazas contra él mismo.
“Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer”, porque “allí, en Rosario, el problema de la violencia y el crimen organizado es un problema muy serio”, dijo Fernández en un acto en la localidad La Poma, en la norteña provincia de Salta. “Hay que hacer algo por los rosarinos y los santafesinos porque son argentinos”.
Los cierres metálicos del supermercado, situado en Rosario, fueron tiroteados con 14 disparos en la madrugada de este jueves.
La amenaza a Messi
Además de los disparos, en el lugar se encontró un mensaje dedicado al capitán de la selección argentina, galardonado el lunes con el premio The Best: “Messi te estamos esperando, (el intendente de Rosario, Pablo) Javkin también es narco, no te va a cuidar”.
Rosario, donde Messi celebra habitualmente las fiestas navideñas y posee una casa dentro de un barrio privado con su familia, es considerada la ciudad más castigada por la violencia en Argentina, golpeada por hechos de inseguridad por la acción de bandas de narcotraficantes.
Su última visita tuvo lugar precisamente en diciembre pasado, tras proclamarse campeón del mundo con la selección dirigida por Lionel Scaloni.
Falta de tribunales
Fernández había culpado este miércoles en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Parlamento a la Cámara de Diputados por no aprobar su propuesta de reforma Judicial y a la Corte Suprema.
Según Fernández, Santa Fe padece “la carencia de tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que se ha expandido en su territorio”.