El presidente de Melilla rechaza abandonar el Gobierno pese a su expulsión de Ciudadanos

Eduardo de Castro, en su toma posesión como presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla. Foto Antonio Ruiz
Eduardo de Castro, en su toma posesión como presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla. Foto Antonio Ruiz

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha arremetido contra la decisión de Ciudadanos de expulsarle del partido y descarta abandonar el Gobierno local ni su acta de diputado en la Asamblea autonómica. En un comunicado difundido este sábado, De Castro ha mostrado su “desconcierto” ante una medida que considera “desmesurada, carente de toda lógica, injusta e irresponsable” y ha apelado al “sentido común” en aras de mantener la estabilidad en el Ejecutivo de la ciudad autónoma.

Este viernes, la formación que dirige Inés Arrimadas hizo público un comunicado en el que anunciaba la suspensión de militancia de De Castro, el único presidente autonómico que mantenía el partido. La medida, ante la que “aún cabe recurso”, se tomó después de conocerse, por informaciones publicadas en diciembre de 2020, que De Castro había sido llamado a declarar por su presunta implicación en un caso de prevaricación en la puesta en marcha de las instalaciones municipales del Fuerte de Rostrogordo como centro de acogida de menores tutelados por la ciudad autónoma, denunciado por el PP, en la oposición.

Eduardo de Castro, único diputado que consiguió Ciudadanos a la Asamblea de Melilla (25 diputados) en las elecciones municipales de 2019, dirige un Gobierno con una mayoría de consejeros de Coalición por Melilla (cuatro diputados) y PSOE (ocho diputados). Su decisión de romper la disciplina de partido y no apoyar al PP (diez diputados) y a su cabeza de lista, Juan José Imbroda, para investir al candidato de la lista más votada con el apoyo de Vox (dos diputados) le valió la desaprobación del entonces líder de la formación naranja, Albert Rivera y arrebató el Ejecutivo a los populares tras 20 años de Gobierno ininterrumpido.

“Este caso es idéntico a otros en los que han intentado implicarme artificialmente desde mi toma de posesión como presidente de Melilla, en junio de 2019”, apunta De Castro. El pasado 12 de marzo, Ciudadanos abrió expediente disciplinario y suspendió cautelarmente de militancia al presidente melillense. Las primeras informaciones apuntaban a una denuncia formulada por la fiscal jefe de Melilla ante la sospecha de prevaricación por parte de De Castro en la concesión del servicio de grúa municipal.

El PP ha solicitado la inmediata dimisión de De Castro tras su expulsión de Ciudadanos. Desde que tomó posesión como presidente, los populares han interpuesto varias denuncias por supuesto cohecho y prevaricación que han sido, hasta ahora, archivadas, según aclara De Castro. Su renuncia como jefe del Ejecutivo local podría hacer caer el Gobierno y devolvería a la Asamblea al empate técnico salido de las urnas hace dos años. La ex consejera de Hacienda y número dos de la lista presentada en 2019, Paula Villalobos, también ha sido denunciada en el mismo caso grúa. Los números tres y cuatro renunciaron a principios de este mismo año, por lo que encontrar un candidato inmediato para sustituir a De Castro podría tornarse en una tarea difícil si este renunciase a su acta de diputado.


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