El presunto asesino del diputado británico David Amess escogió a su víctima al azar


David Amess, el diputado británico conservador asesinado a puñaladas el pasado viernes, tuvo la mala suerte de que resultara fácil acceder a sus encuentros públicos con electores. La unidad antiterrorista de New Scotland Yard, como se conoce a la policía nacional del Reino Unido, se inclina a concluir que el principal sospechoso, Ali Harbi Ali, de 25 años, andaba obsesionado con atentar contra un político, sin importarle a qué partido perteneciera. “Amess no fue señalado específicamente como objetivo”, ha asegurado una fuente de la investigación al diario The Daily Telegraph. El presunto asesino sigue retenido en dependencias policiales, y todas las pesquisas se llevan a cabo bajo a la premisa de que lo ocurrido fue un “acto terrorista”, aunque no se haya realizado todavía una imputación formal.

Bajo la Ley Antiterrorista de 2000, Harbi Ali puede permanecer detenido hasta el próximo viernes. Durante el resto de semana, la policía intentará agotar todas las pistas, aunque las primeras conclusiones filtradas a los medios sugieren que el hombre sería uno de los llamados lobos solitarios, radicalizados a través del consumo en redes de propaganda islamista extrema. Harbi Ali, según sus compañeros de escuela, era un ferviente seguidor de los vídeos en YouTube de Anjem Choudary, un ex abogado británico de ascendencia paquistaní. Fue condenado a cinco años y seis meses de prisión en 2016 por hacer apología de la organización terrorista ISIS.

Al menos un profesor de Harbi Ali, según se ha sabido ahora, refirió hace cinco años a su alumno al programa gubernamental Prevent, por su manifiesto extremismo. Diseñado para “evitar que la gente acabe siendo captada por organizaciones terroristas y asegurar que reciben el asesoramiento y el apoyo necesario”, el programa no funcionó con el detenido, que ni siquiera suscitó la atención del Mi5, el servicio doméstico de inteligencia del Reino Unido. Los largos meses de confinamiento solo sirvieron para aumentar la radicalidad del sospechoso. ”En el mundo en que nos encontramos resulta muy difícil tener una estrategia antiterrorista que prevenga todo riesgo frente a la posibilidad de agresores que actúen como lobos solitarios”, ha dicho este lunes el ministro británico de Justicia, Dominic Raab.

Harbi Ali, de ascendencia somalí, es hijo de un alto asesor del anterior primer ministro de ese país africano. Harbi Ali Kullane, que se encontraba en la vivienda de su hermana en el norte de Londres el pasado viernes, aseguró que “estaba profundamente traumatizado, y que nunca pudo imaginarse que algo así podía ocurrir”. Sin embargo, lo cierto es que había perdido desde hacía años la relación con su hijo, que residía con una tía suya en el barrio londinense de Croydon. El MI5 ha seguido incluso el rastro a la pista catarí, porque el diputado Amess presidía el grupo parlamentario de apoyo a ese país del Golfo. Catar ha respaldado firmemente al actual Gobierno somalí. Sin embargo, el hecho de que el sospechoso no profiriera ningún mensaje cuando se lanzó a apuñalar -más de una docena de veces- al diputado Amess, en la Iglesia Metodista Belfairs, en la localidad de Leigh on Sea, ha llevado a los investigadores a concluir provisionalmente que Ali Harbi Ali tan solo perseguía atentar contra cualquier político.

La Cámara de los Comunes ha guardado este lunes un minuto de silencio, y se han multiplicado las declaraciones de homenaje al diputado conservador, que se encontraba realizando un encuentro público con los electores de su circunscripción electoral cuando fue asesinado. Era una de las llamadas surgeries, las citas semanales a puerta abierta que los 650 parlamentarios británicos tienen con sus votantes directos. El Gobierno de Johnson ha impulsado una revisión de las medidas de seguridad de todos los diputados, pero ha descartado la posibilidad de suspender unos encuentros que forman parte intrínseca desde siempre de la democracia británica.

Johnson ha anunciado en Westminster que la reina Isabel II ha accedido a otorgar la categoría de ciudad a Southend on Sea, la circunscripción que representaba Amess desde hace más de tres décadas. Es una de las prerrogativas de la monarca, de la que pretendía hacer uso en la celebración de su Jubileo de Platino previsto para 2022. Con 180.000 habitantes, su elevación de rango fue una obsesión del fallecido diputado que sus colegas conservadores han querido impulsar como homenaje póstumo. El Partido Laborista, por su parte, ya ha anunciado que no piensa presentar candidato a la elección provisional que se celebrará en la circunscripción para elegir a un sustituto de Amess. Los conservadores hicieron lo mismo en 2016 cuando un fanático de extrema derecha asesinó a tiros y puñaladas a la diputada Jo Cox, durante la campaña del referéndum del Brexit.

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