Se cumplen 25 años de los primeros prototipos de conducción autónoma, entonces con pinta de ciencia-ficción. Aún es demasiado pronto para saber cuándo se implementará masivamente y cuál será el grado máximo de autonomía que alcanzarán los vehículos, pero ya representan algo más que una realidad. De momento, en lo que no se ponen de acuerdo los expertos es en concretar los plazos de su masificación: aún queda tiempo por delante. Tal y como se recoge en el estudio Digital Auto Report 2020, realizado por la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC), la conducción autónoma irá evolucionando con una amplia gama de casos de uso, “si bien hasta 2035 no veremos crecer poco a poco las ventas de este tipo de vehículos”. Nissan también augura un prometedor futuro –aunque todavía lejano– incluso a sus aplicaciones en las grandes empresas y en las pymes. Según una investigación del fabricante japonés, el 50% de los responsables de pequeños negocios piensan que sus flotas de reparto serán completamente autónomas en apenas 20 años. De hecho, en Tokio y Londres ya se están haciendo pruebas en rutas muy definidas para validar esta posibilidad.
El transporte de pasajeros e industrial no se quedará fuera de esta transformación. De momento, contar con unos cuantos años de margen hasta que la conducción autónoma llegue definitivamente para quedarse permite consolidar los ensayos y estudios pertinentes a todos los agentes implicados. Y precisamente esto es lo que busca el proyecto AutoMost: conocer cómo se puede implementar esta forma de movilidad, cuáles son los posibles obstáculos y qué soluciones pueden aplicarse a corto plazo.
Pruebas con tráfico real en Málaga
AutoMost es un proyecto de I+D+i liderado por Avanza, compañía perteneciente a MOBILITY ADO, empresa mexicana experta en movilidad con presencia en América y Europa. Utiliza un autobús autónomo, eficiente y flexible, cien por cien eléctrico y de un tamaño estándar de 12 metros de longitud, con un aforo para 60 pasajeros. El vehículo ha sido desarrollado por Irizar –modelo Irizar E-Mobility (iEBUS)–, uno de los once socios estratégicos que componen el consorcio que ha desarrollado este proyecto, que aborda el gran reto del posicionamiento y la sensorización de un vehículo de transporte urbano. La experiencia es pionera mundialmente, tanto por el tamaño del vehículo como por su capacidad.
Durante tres semanas, el autobús autónomo ha sido un aliciente en la Costa del Sol. En esos 21 días ha circulado en condiciones de tráfico real –sin utilizar un carril preferencial– y con viajeros por una línea regular de la EMT (Empresa Malagueña de Transportes) operada por Avanza by MOBILITY ADO, que une la terminal de pasajeros del Puerto y el Paseo del Parque. Ha recorrido aproximadamente ocho kilómetros en cada trayecto.
Infraestructuras adaptadas
Para explorar las posibilidades de conectividad y automatización del transporte público y de carga, AutoMost implementó un sistema de conducción con control compartido (Dual Mode), facilitando así la interacción entre el conductor y el autobús, que podía ser guiado tanto de forma automática como manual, según lo requiriesen las diferentes situaciones de circulación dentro de la ciudad.
La inversión pública ha sido imprescindible para el desarrollo de AutoMost. “El ayuntamiento de Málaga ha aportado más de 200.000 euros para preparar los semáforos de todo el trayecto, que precisaban de una adaptación para poder hablar con el autobús”, explica Valentín Alonso, Director General de Avanza by MOBILITY ADO. Esta tecnología podrá ser utilizada en un futuro por cualquier sistema de conducción autónoma, puesto que el sistema implantado es estándar.
La movilidad futura
Tras finalizar las pruebas de campo, AutoMost ha entrado en su última fase, la de evaluación de resultados. Con este proyecto, Avanza by MOBILITY ADO pretendía “aprender cómo afectaría a la movilidad del futuro la conducción autónoma, cómo afectaría al transporte colectivo, cómo se tendrían que adaptar los operadores”, según Alonso. El objetivo era desarrollar tecnologías que permitiesen la automatización de vehículos en aplicaciones de transporte urbano de cara a incrementar significativamente la eficiencia, la seguridad, la competitividad y la sostenibilidad.
Para Avanzaby MOBILITY ADO, cuya misión es “mejorar la calidad de las personas a través de la movilidad”, AutoMost es un proyecto de investigación con el que valorará cómo hay que afrontar los retos de la movilidad en el futuro. Por el momento, los desafíos a corto y medio plazo se focalizarán en dos ámbitos: en el entorno urbano, donde la compañía tendrá que afrontar procesos de descarbonización de sus vehículos, digitalización de los servicios e itermodalidad; y en el entorno rural, donde habrá de desarrollar sistemas eficientes para conectar a las personas que no están en las ciudades.
Nueve millones de euros de inversión
AutoMost arrancó en 2017, y para su desarrollo ha sido imprescindible el apoyo de las Administraciones Públicas. Además del respaldo del Ayuntamiento y del Puerto de Málaga, el proyecto ha necesitado de una importante inyección de capital público. En total han sido nueve millones de euros los entregados a Avanza por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España (CDTI), Entidad Pública Empresarial dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación. “Es un proyecto muy relevante que está financiado por el Gobierno español”, concluye Valentín Alonso.
Empresas y universidades detrás del proyecto
Además de Irizar, compañía con 32 años de historia y experiencia en el transporte colectivo, en AutoMost han participado otras diez empresas. Tecnalia, encargada de la gestión técnica; Datik, responsable del desarrollo de las tecnologías de información inteligentes; Masermic, con la aplicación en las tecnologías de posicionamiento y sesorización; Etralux, dedicada a la infraestructura y software de gestión de movilidad; Ingeniería Insitu, experta en tecnologías láser y georradar; Novadays, liderando la gestión del proyecto; CEIT-IK4, al frente de las labores de percepción del entorno por visión artificial, y el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia), que asumió la automatización del autobús en sus niveles más cercanos a la máquina.
La presencia académica también ha estado representada en esta alianza estratégica, a través de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Vigo y la Universidad de Málaga.
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