La actual es la cuarta visita que el Atlético de Madrid realiza a Brujas, ciudad en la que nunca ha ganado. Dos derrotas y un empate es el saldo del equipo rojiblanco en la ciudad belga y desde que jugara allí por primera vez, hace 44 años, ya quedó claro que el Jan Breydel no iba ser un estadio propicio para los colchoneros.
El 1 de marzo el Atlético, dirigido por Luis Aragonés, jugó en Brujas la ida de los cuartos de final de la Copa de Europa. Tras eliminar a Dinamo de Bucarest y Nantes, el conjunto madrileño se presentó en territorio belga con la moral por las nubes, aunque enfrente esperaba un poderoso equipo en el Olimpia Park (el estadio aún no tenía la denominación actual del líder revolucionario del siglo XIV).
El Cub Brujas jugó con: Jensen; Bastinjs, Krieger, Leekans, Volders; Cool, Van der Eycken, De Cubber, Lambert; Courant y Sorensen. Por su parte, el Atlético formó con Reina; Marcelino, Pereira, Eusebio, Ruiz; Leal, Leivinha, Marcial, Alberto; Rubén Cano y Ayala. Aguilar entró en la segunda mitad por Miguel Ángel Ruiz.
La fotografía que ilustra el texto, del archivo de Louis Debuyser, corresponde a la llegada del Atlético de Madrid al aeropuerto de Zaventem el 30 de abril de 1978, un día antes del partido. Una imagen icónica de la época, con Ayala, Ruiz, Leal, Rubén Cano o un jovencísimo Juanjo Rubio que ya comenzaba a despuntar con el primer equipo.
Nada hacía presagiar entonces que poco más de 24 horas después todo iba a salir mal. Los rojiblancos vieron cómo les anularon un gol, cómo el Brujas marcaba su segundo tanto de rebote y para colmo, Marcial falló un penalti. Aun así, los de Luis Aragonés tuvieron ocasiones de sobra para llevarse un mejor resultado a Madrid, donde el 3-2 fue insuficiente para pasar a semifinales. En esa ronda los belgas superaron a la Juventus, aunque después caerían en la gran final frente al Liverpool.