“Los que perdieron, perdieron mucho, van a estar descontentos todo el tiempo”, refiere Lorenzo Meyer sobre la marcha del domingo.
El problema de la Cuarta Transformación “es su ignorancia en torno a los temas económicos” y que el presidente Andrés Manuel López Obrador no escucha a los expertos que lo podrían ayudar, afirmó la politóloga Denise Dresser.
En #MesaPolítica con la periodista Carmen Aristegui comentó que durante la semana pasada ya se comenzaron a ver “focos rojos” y señales de alerta en torno a las perspectivas económicas.
“Una desaceleración económica ya medida, medible, en los cuatro primeros meses de gobierno, pronósticos a la baja de diversas instituciones económicas en cuanto al crecimiento. Vamos a pasar de un 2 por ciento el año pasado a quizá 1.6 por ciento este año”, expuso.
En su opinión, la desaceleración en la economía se debe a una combinación de factores, entre los que destacan la incertidumbre generada por el cambio en las reglas, como parte de esta Cuarta Transformación; el plan de negocios de Petróleos Mexicanos, que calificadoras y especialistas están viendo como inviable y que va a succionar mayores recursos del gobierno federal, y cómo se están tomando decisiones en el ámbito económico.
“El problema de la Cuarta Transformación no es su supuesto populismo, es su ignorancia en torno a temas económicos, y la forma en la cual se toman decisiones en el ámbito económico, porque vemos a un presidente que interviene en la toma de decisiones, o más bien, él dicta lo que se va a hacer, por encima de cuestiones sobre cómo funciona el Estado, cómo funcionan los mercados, cómo se arma un presupuesto y las variables que intervienen en su ejercicio, en su ejecución, ignorancia sobre el vínculo entre regulación y competencia”, agregó.
Asimismo, observó que el presidente no escucha a quienes quisieran asesorarlo, como el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y al subsecretario de la misma dependencia, Arturo Herrera.
La politóloga sostuvo que ojalá haya un replanteamiento porque las decisiones que se han tomado y los anuncios que se han hecho claramente están generando desconfianza, desinversión y parálisis económica, lo cual no le conviene a nadie.
El pasado viernes, la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunciaron medidas adicionales de austeridad con el objetivo de fortalecer las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Al respecto, Lorenzo Meyer comentó que históricamente el país ha tenido una baja inversión, tanto pública como privada.
“Cuando empiece realmente a invertirse, por ejemplo, en Pemex, que es la manzana de la discordia esto tiene que tener una repercusión en el resto de los factores económicos, en el mercado, espero que se haga rápido, porque la restricción en el gasto, en momentos es que la economía va bajando, es una receta que ya se probó en el pasado, no aquí sino en otras partes, que se mete en un ciclo no virtuoso, entre menos se gasta cuando se está en recesión, menos se sale de ella“, añadió.
Por otra parte, mencionó, es fundamental mejorar las formas de recaudación de impuestos, para que aquéllos que actualmente no pagan, lo hagan.
Asimismo, destacó la importancia de que las autoridades expliquen mejor su proyecto a los ciudadanos.
“Sería prudente, bueno, deseable, que se paren un momento y se haga una explicación a todos nosotros. Que nos explique el gobierno a dónde estamos, cuál es su programa de inversión en el corto y mediano plazo, y cómo esperan reactivar, a pesar de que la economía mundial esté en recesión”, indicó.
Por su parte, el analista político Sergio Aguayo observó que el problema en México es que “López Obrador decide y sus economistas justifican o intentan justificar, sin lograrlo muy bien”.
“Da la impresión de que son decisiones que las va tomando sobre la marcha o que toma el presidente con base en su intuición o la opinión de algunos de quienes lo rodean”.
Dresser comentó que con el argumento de acabar con la cultura de dispendio, de derroche y privilegios, se están recortando recursos de más en instituciones clave, sobre todo en el sector salud.
“La lógica es cortemos la grasa, pero también se está cortando el músculo. Pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana para salvar a Pemex puede acabar deteriorando de manera significativa la capacidad del Estado mismo, para actuar, subsidiar y apoyar… Le van a recortar de manera dramática el presupuesto y el personal al IMSS, al ISSSTE y los servicios básicos que proveen, y con eso van a mermar aún más la operatividad institucional”, anotó.
Por otra parte, apuntó, los recursos provenientes de los recortes no alcanzarán para fortalecer a Pemex.
“Si se destina lo que hay del gasto a su rescate lo que veremos va a ser el impacto de la pauperización en otros ámbitos“, señaló.
Marcha contra AMLO reflejo de la agresividad en redes sociales
Respecto a la marcha contra López Obrador del domingo pasado, Aguayo señaló que refleja un estado de profundo enojo e irritación de una parte de la población.
“Lo que estamos viendo es un sector de población de centro-derecha carente de programas, de planteamientos, de alternativas y de liderazgos”, afirmó.
Sin embargo, destacó, “no deja de ser revelador que sean figuras del pasado muy cuestionadas, como Vicente Fox o Felipe Calderón, por diferentes motivos, las caras más visibles de esta marcha. Es un reflejo de cómo la historia arrasó con el liderazgo de la transición”.
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Desde su punto de vista, el estado de ánimo que se vio durante la marcha es muy peligroso porque es el reflejo de la agresividad que se ve en las redes sociales.
La politóloga añadió que “fue un error de los marchistas exigir la renuncia del presidente porque se cancela la posibilidad de diálogo, interlocución, de tender puentes, y de corregir el rumbo, de ser necesario, en materia económica, en temas de transparencia, cómo se toman decisiones en el tenor del debate público y cómo se expresa el presidente de la oposición”.
En su opinión, lo lamentable de la marcha fue la polarización que se dio después en las redes sociales, pues ésta debilita, daña y destruye las democracias.
Meyer consideró que la oposición se había tardado en salir a protestar y previó que habrá muchas marchas más.
“Los que perdieron, perdieron mucho, van a estar descontentos todo el tiempo, y entre los que apoyaron al nuevo gobierno también va a haber mucho descontento, porque a algunos no se les dio lo que pedían, ya sea en lo individual o como grupos, y sobre todo como proyecto, como idea del futuro. Entonces, va a haber descontentos en los dos extremos, eso es lo propio en un cambio de régimen“, subrayó.
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